Mis amigas me llaman preocupadas si sufro alguna enfermedad. Si la indignación es enfermedad estoy muy enferma. Tengo 50 años, porto muchas identidades pero ante el exterminio en Palestina, el sentimiento maternal es lo que más me moviliza desde el 7 de octubre. Cuánto dolor la de las mujeres y madres Palestinas ante el asesinato de 13790 niños y niñas en 5 meses más que los 12193 entre 2019 y 2023 en el mundo (cifras oficiales publicadas)
No puedo dejar de pensar con indignación y dolor, con impotencia ante una humanidad que no logra detener la masacre. ¿Para qué existen las leyes y los organismos internacionales? ¿Qué hacer para lograr parar el genocidio?
Esa es la pregunta que me moviliza cada día. Es imposible normalizar la INJUSTICIA, el abuso de poder, tanta violencia, el infanticidio, la guerra.
Esas fueron las razones que me movieron a ser parte de la iniciativa, #YoMeRapoPorPalestina. Ya lo sabemos bien la lucha es colectiva, por eso nos juntamos.
Mientras caía mi pelo al cortarlo pensaba en el sufrimiento de un pueblo que está decidido a defender su territorio, que se niega a ser despojado de su identidad, que no quiere aceptar su colonización, que resiste de manera desigual frente a un adversario fuerte y poderoso que respaldan otros poderes hegemónicos y pensaba en lo insignificante que puede ser mi pelo ante el tamaño de tanta injusticia. Sufrir el dolor ajeno como propio y abrazar causas justas aprendimos hace tiempo.
Mi solidaridad permanente, comprometida, sentida desde lo mas profundo hasta que #Palestina sea Libre.
Ah y no estoy mirando hacia fuera. Vivo, sufro, me movilizo y trabajo en Cuba para ser parte de todo lo que debe ser cambiado.
Marilin 🇨🇺
No puedo dejar de pensar con indignación y dolor, con impotencia ante una humanidad que no logra detener la masacre. ¿Para qué existen las leyes y los organismos internacionales? ¿Qué hacer para lograr parar el genocidio?
Esa es la pregunta que me moviliza cada día. Es imposible normalizar la INJUSTICIA, el abuso de poder, tanta violencia, el infanticidio, la guerra.
Esas fueron las razones que me movieron a ser parte de la iniciativa, #YoMeRapoPorPalestina. Ya lo sabemos bien la lucha es colectiva, por eso nos juntamos.
Mientras caía mi pelo al cortarlo pensaba en el sufrimiento de un pueblo que está decidido a defender su territorio, que se niega a ser despojado de su identidad, que no quiere aceptar su colonización, que resiste de manera desigual frente a un adversario fuerte y poderoso que respaldan otros poderes hegemónicos y pensaba en lo insignificante que puede ser mi pelo ante el tamaño de tanta injusticia. Sufrir el dolor ajeno como propio y abrazar causas justas aprendimos hace tiempo.
Mi solidaridad permanente, comprometida, sentida desde lo mas profundo hasta que #Palestina sea Libre.
Ah y no estoy mirando hacia fuera. Vivo, sufro, me movilizo y trabajo en Cuba para ser parte de todo lo que debe ser cambiado.
Marilin 🇨🇺