✝️ EVANGELIO DEL DÍA: DOMINGO, 25 DE MAYO
✝️ EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 14,23-29
Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !
Me han oído decir: 'Me voy y volveré a ustedes'. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
[Palabra de Dios]
✝️ EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 14,23-29
Jesús le respondió: "El que me ama será fiel a mi palabra, y mi Padre lo amará; iremos a él y habitaremos en él.
El que no me ama no es fiel a mis palabras. La palabra que ustedes oyeron no es mía, sino del Padre que me envió.
Yo les digo estas cosas mientras permanezco con ustedes.
Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi Nombre, les enseñará todo y les recordará lo que les he dicho.»
Les dejo la paz, les doy mi paz, pero no como la da el mundo. ¡ No se inquieten ni teman !
Me han oído decir: 'Me voy y volveré a ustedes'. Si me amaran, se alegrarían de que vuelva junto al Padre, porque el Padre es más grande que yo.
Les he dicho esto antes que suceda, para que cuando se cumpla, ustedes crean.
[Palabra de Dios]
PRIMERA LECTURA
Hechos 16, 11-15
Por aquellos días, zarpamos de Tróade y navegamos rumbo a Samotracia; al día siguiente, hacia Neápolis y de ahí a Filipos, colonia romana y ciudad principal de la región de Macedonia.
En Filipos nos quedamos unos días. El sábado salimos de la ciudad y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido.
Entre las que nos escuchaban, había una mujer, llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos hizo esta súplica: "Si están convencidos de que mi fe en el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa". Y así, nos obligó a aceptar.
Hechos 16, 11-15
Por aquellos días, zarpamos de Tróade y navegamos rumbo a Samotracia; al día siguiente, hacia Neápolis y de ahí a Filipos, colonia romana y ciudad principal de la región de Macedonia.
En Filipos nos quedamos unos días. El sábado salimos de la ciudad y nos fuimos por la orilla del río hasta un sitio donde solían tenerse las reuniones de oración. Allí nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido.
Entre las que nos escuchaban, había una mujer, llamada Lidia, de la ciudad de Tiatira, comerciante en púrpura, que adoraba al verdadero Dios. El Señor le tocó el corazón para que aceptara el mensaje de Pablo. Después de recibir el bautismo junto con toda su familia, nos hizo esta súplica: "Si están convencidos de que mi fe en el Señor es sincera, vengan a hospedarse en mi casa". Y así, nos obligó a aceptar.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b
R. (4a) El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Entonen al Señor un canto nuevo,
en la reunión litúrgica proclámenlo.
En su creador y rey, en el Señor,
alégrese Israel, su pueblo santo.
R. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
En honor de su nombre, que haya danzas,
alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo
y otorga la victoria a los humildes.
R. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Que se alegren los fieles en el triunfo,
que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras,
Porque en esto su pueblo se complace.
R. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Salmo 149, 1-2. 3-4. 5-6a y 9b
R. (4a) El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Entonen al Señor un canto nuevo,
en la reunión litúrgica proclámenlo.
En su creador y rey, en el Señor,
alégrese Israel, su pueblo santo.
R. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
En honor de su nombre, que haya danzas,
alábenlo con arpa y tamboriles.
El Señor es amigo de su pueblo
y otorga la victoria a los humildes.
R. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
Que se alegren los fieles en el triunfo,
que inunde el regocijo sus hogares,
que alaben al Señor con sus palabras,
Porque en esto su pueblo se complace.
R. El Señor es amigo de su pueblo. Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr Juan 15, 26. 27
R. Aleluya, aleluya.
El Espíritu de verdad dará testimonio de mí, dice el Señor,
y también ustedes serán mis testigos.
R. Aleluya.
Cfr Juan 15, 26. 27
R. Aleluya, aleluya.
El Espíritu de verdad dará testimonio de mí, dice el Señor,
y también ustedes serán mis testigos.
R. Aleluya.
EVANGELIO
Juan 15, 26–16, 4
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo.
Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo''.
Juan 15, 26–16, 4
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Cuando venga el Consolador, que yo les enviaré a ustedes de parte del Padre, el Espíritu de la verdad que procede del Padre, él dará testimonio de mí y ustedes también darán testimonio, pues desde el principio han estado conmigo.
Les he hablado de estas cosas para que su fe no tropiece. Los expulsarán de las sinagogas y hasta llegará un tiempo, cuando el que les dé muerte creerá dar culto a Dios. Esto lo harán, porque no nos han conocido ni al Padre ni a mí. Les he hablado de estas cosas para que, cuando llegue la hora de su cumplimiento, recuerden que ya se lo había predicho yo''.
PRIMERA LECTURA
Hechos 16, 22-34
En aquellos días, la gente de la ciudad de Filipos se alborotó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran. Después de azotarlos mucho, los metieron en la cárcel y le ordenaron al carcelero que los vigilara bien. Siguiendo esta orden, él los metió en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.
A eso de la medianoche, Pablo y Silas estaban en oración, cantando himnos al Señor, y los otros presos los escuchaban. De pronto sobrevino un temblor tan violento, que se sacudieron los cimientos de la cárcel, las puertas se abrieron de golpe y a todos se les soltaron las cadenas.
El carcelero se despertó, y al ver las puertas de la cárcel abiertas de par en par, pensó que los presos se habían fugado y sacó su espada para matarse. Pero entonces Pablo le gritó: "No te hagas ningún daño; aquí estamos todos". El carcelero pidió una lámpara, se precipitó hacia dentro, y temblando, se arrojó a los pies de Pablo y Silas. Después los sacó de allí y les preguntó: "¿Qué debo hacer para salvarme?" Ellos le contestaron: "Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y tu familia". Y les explicaron la palabra del Señor a él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevó aparte, y en aquella misma hora de la noche les lavó las heridas y enseguida se bautizó él con todos los suyos. Después los invitó a su casa, les preparó la mesa y celebraron una fiesta familiar por haber creído en Dios.
Hechos 16, 22-34
En aquellos días, la gente de la ciudad de Filipos se alborotó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que los desnudaran y los azotaran. Después de azotarlos mucho, los metieron en la cárcel y le ordenaron al carcelero que los vigilara bien. Siguiendo esta orden, él los metió en el calabozo de más adentro y les aseguró los pies en el cepo.
A eso de la medianoche, Pablo y Silas estaban en oración, cantando himnos al Señor, y los otros presos los escuchaban. De pronto sobrevino un temblor tan violento, que se sacudieron los cimientos de la cárcel, las puertas se abrieron de golpe y a todos se les soltaron las cadenas.
El carcelero se despertó, y al ver las puertas de la cárcel abiertas de par en par, pensó que los presos se habían fugado y sacó su espada para matarse. Pero entonces Pablo le gritó: "No te hagas ningún daño; aquí estamos todos". El carcelero pidió una lámpara, se precipitó hacia dentro, y temblando, se arrojó a los pies de Pablo y Silas. Después los sacó de allí y les preguntó: "¿Qué debo hacer para salvarme?" Ellos le contestaron: "Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y tu familia". Y les explicaron la palabra del Señor a él y a todos los de su casa.
El carcelero se los llevó aparte, y en aquella misma hora de la noche les lavó las heridas y enseguida se bautizó él con todos los suyos. Después los invitó a su casa, les preparó la mesa y celebraron una fiesta familiar por haber creído en Dios.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 137, 1-2a. 2bc-3. 7c-8
R. (7c) Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
De todo corazón te damos gracias,
Señor, porque escuchaste nuestros ruegos.
Te cantaremos delante de tus ángeles
te adoraremos en tu templo.
R. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
Señor, te damos gracias
por tu lealtad y tu amor:
siempre que te invocamos nos oíste
y nos llenaste de valor.
R. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo,
y así concluirás en nosotros tu obra.
Señor, tu amor perdura eternamente;
obra tuya soy, no me abandones.
R. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
Salmo 137, 1-2a. 2bc-3. 7c-8
R. (7c) Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
De todo corazón te damos gracias,
Señor, porque escuchaste nuestros ruegos.
Te cantaremos delante de tus ángeles
te adoraremos en tu templo.
R. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
Señor, te damos gracias
por tu lealtad y tu amor:
siempre que te invocamos nos oíste
y nos llenaste de valor.
R. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
Tu mano, Señor, nos pondrá a salvo,
y así concluirás en nosotros tu obra.
Señor, tu amor perdura eternamente;
obra tuya soy, no me abandones.
R. Señor, tu amor perdura eternamente. Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Cfr Juan 16, 7. 13
R. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad,
y él los irá guiando hasta la verdad plena, dice el Señor.
R. Aleluya.
Cfr Juan 16, 7. 13
R. Aleluya, aleluya.
Yo les enviaré el Espíritu de la verdad,
y él los irá guiando hasta la verdad plena, dice el Señor.
R. Aleluya.
✝️ EVANGELIO DEL DÍA: MARTES, 27 DE MAYO
✝️ EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 16,5-11
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?'.
Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido.
Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré.
Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio.
El pecado está en no haber creído en mí.
La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán.
Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado."
[Palabra de Dios]
✝️ EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 16,5-11
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Ahora me voy al que me envió, y ninguno de ustedes me pregunta: '¿A dónde vas?'.
Pero al decirles esto, ustedes se han entristecido.
Sin embargo, les digo la verdad: les conviene que yo me vaya, porque si no me voy, el Paráclito no vendrá a ustedes. Pero si me voy, se lo enviaré.
Y cuando él venga, probará al mundo dónde está el pecado, dónde está la justicia y cuál es el juicio.
El pecado está en no haber creído en mí.
La justicia, en que yo me voy al Padre y ustedes ya no me verán.
Y el juicio, en que el Príncipe de este mundo ya ha sido condenado."
[Palabra de Dios]
PRIMERA LECTURA
Hechos 17, 15-16. 22–18, 1
En aquellos días, los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron hasta la ciudad de Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de que Silas y Timoteo fueran a reunirse con él cuanto antes.
Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces se presentó en el Areópago y dijo:
"Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción: 'Al Dios desconocido'. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes veneran sin conocerlo.
El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque él es quien da a todos la vida, el aliento y cuanto tienen.
De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no está lejos de nosotros, ya que en él vivimos, nos movemos y somos. Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: 'Somos de su mismo linaje'.
Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar al universo con justicia, por medio de un hombre designado por él, y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos''.
Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron y otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión". Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a él y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto.
Hechos 17, 15-16. 22–18, 1
En aquellos días, los cristianos que ayudaron a Pablo a escapar de Berea, lo llevaron hasta la ciudad de Atenas. Pablo los envió de regreso con la orden de que Silas y Timoteo fueran a reunirse con él cuanto antes.
Un día, mientras los esperaba en Atenas, Pablo sentía que la indignación se apoderaba de él, al contemplar la ciudad llena de ídolos. Entonces se presentó en el Areópago y dijo:
"Atenienses: Por lo que veo, ustedes son en extremo religiosos. Al recorrer la ciudad y contemplar sus monumentos, encontré un altar con esta inscripción: 'Al Dios desconocido'. Pues bien, yo vengo a anunciarles a ese Dios que ustedes veneran sin conocerlo.
El Dios que hizo el mundo y todo cuanto hay en él, siendo el Señor del cielo y de la tierra, no habita en templos hechos por hombres, ni es servido por mano de hombres, como si necesitara de algo o de alguien; porque él es quien da a todos la vida, el aliento y cuanto tienen.
De un solo hombre sacó todo el género humano para que habitara toda la tierra, determinó las épocas de su historia y estableció los límites de sus territorios. Dios quería que lo buscaran a él y que lo encontraran, aunque fuera a tientas, pues en realidad no está lejos de nosotros, ya que en él vivimos, nos movemos y somos. Como lo ha dicho alguno de los poetas de ustedes: 'Somos de su mismo linaje'.
Por lo tanto, si somos linaje de Dios, no debemos pensar que Dios es como una imagen de oro, plata o mármol, labrada artísticamente por los hombres según su imaginación. Dios no tomó en cuenta la ignorancia de la gente en tiempos pasados, pues ahora quiere que todos los hombres se conviertan, porque tiene determinado un día en el cual ha de juzgar al universo con justicia, por medio de un hombre designado por él, y ha dado a todos la prueba de esto, resucitándolo de entre los muertos''.
Al oír hablar de la resurrección de los muertos, algunos se burlaron y otros dijeron: "De esto te oiremos hablar en otra ocasión". Entonces Pablo se retiró. Sin embargo, algunos se adhirieron a él y creyeron. Entre ellos se contaban Dionisio, el areopagita; una mujer, que se llamaba Dámaris, y algunos más. Después de esto, Pablo salió de Atenas y se fue a Corinto.
SALMO RESPONSORIAL
Salmo 148, 1-2. 11-12ab. 12c-14a. 14bcd
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Alaben al Señor en las alturas,
Alábenlo en el cielo;
que alaben al Señor todos sus ángeles,
celestiales ejércitos.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Reyes y pueblos todos de la tierra,
gobernantes y jueces de este mundo;
hombres, mujeres, jóvenes y ancianos,
alaben al Señor y denle culto.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
El nombre del Señor alaben todos,
pues su nombre es excelso,
su gloria sobrepasa cielo y tierra
y ha hecho fuerte a su pueblo.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Que alaben al Señor todos sus fieles,
los hijos de Israel,
el pueblo que ha gozado siempre
de familiaridad con él.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Salmo 148, 1-2. 11-12ab. 12c-14a. 14bcd
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Alaben al Señor en las alturas,
Alábenlo en el cielo;
que alaben al Señor todos sus ángeles,
celestiales ejércitos.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Reyes y pueblos todos de la tierra,
gobernantes y jueces de este mundo;
hombres, mujeres, jóvenes y ancianos,
alaben al Señor y denle culto.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
El nombre del Señor alaben todos,
pues su nombre es excelso,
su gloria sobrepasa cielo y tierra
y ha hecho fuerte a su pueblo.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
Que alaben al Señor todos sus fieles,
los hijos de Israel,
el pueblo que ha gozado siempre
de familiaridad con él.
R. La gloria del Señor sobrepasa cielo y tierra. Aleluya.
ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO
Juan 14, 16
R. Aleluya, aleluya.
Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador,
Que se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor.
R. Aleluya.
Juan 14, 16
R. Aleluya, aleluya.
Yo le pediré al Padre, y él les dará otro Consolador,
Que se quedará para siempre con ustedes, dice el Señor.
R. Aleluya.
✝️ EVANGELIO DEL DÍA: MIÉRCOLES, 28 DE MAYO
✝️ EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 16,12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."
[Palabra de Dios]
✝️ EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN 16,12-15
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: "Todavía tengo muchas cosas que decirles, pero ustedes no las pueden comprender ahora.
Cuando venga el Espíritu de la Verdad, él los introducirá en toda la verdad, porque no hablará por sí mismo, sino que dirá lo que ha oído y les anunciará lo que irá sucediendo.
El me glorificará, porque recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes.
Todo lo que es del Padre es mío. Por eso les digo: 'Recibirá de lo mío y se lo anunciará a ustedes'."
[Palabra de Dios]