El volcán Lewotobi Laki-laki ruge con fuerza: 15 erupciones en menos de 12 horas y alerta por posibles flujos de lava
El volcán Lewotobi Laki-laki, situado en el distrito de East Flores, en la provincia indonesia de East Nusa Tenggara, ha sacudido la madrugada del lunes con una cadena ininterrumpida de erupciones que mantiene en vilo a las comunidades cercanas.
Entre la medianoche y las 11 de la mañana, el coloso registró un total de 15 explosiones volcánicas, siendo la más intensa a las 8:35 a. m. hora local, con una duración de más de tres minutos y una columna de ceniza que se elevó hasta los 2.500 metros sobre la cima. Los estallidos resonaron incluso en Larantuka, ciudad ubicada a varios kilómetros de distancia.
“Fue una erupción prolongada y potente. La actividad volcánica está lejos de estabilizarse”, declaró Emanuel Rofinus Bere, responsable del Puesto de Observación Volcánica de Lewotobi Laki-laki.
Las emisiones de ceniza oscilaron entre los 500 y 1.200 metros de altura en las erupciones posteriores, y la sismicidad también se hizo presente con varios temblores de corta duración y un evento tectónico más largo, con más de cuatro minutos de sacudidas subterráneas.
Ante este escenario, las autoridades han reforzado el nivel de alerta del volcán a nivel III (siaga) y han pedido a la población abstenerse de acercarse a un radio de 6 kilómetros del cráter. “El riesgo es elevado, no solo por la posibilidad de nuevas erupciones, sino también por la amenaza latente de flujos de lava o lahares, especialmente en caso de lluvias intensas en las zonas altas”, advirtió Bere.
Las aldeas de Dulipali, Padang Pasir, Nobo, Nurabelen, Klatanlo, Hokeng Jaya, Boru y Nawakote han sido señaladas como posibles áreas de impacto si los ríos de lodo volcánico descendieran por las laderas del Lewotobi.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos (PVMBG), junto con el equipo de respuesta local y la agencia de manejo de desastres de NTT, mantiene un monitoreo constante del volcán, mientras se multiplican las recomendaciones de precaución a los habitantes.
Además de evitar la zona de exclusión, se insta a los residentes a utilizar mascarillas para protegerse de la ceniza suspendida en el aire, que puede provocar afecciones respiratorias.
Por el momento, no se han reportado daños materiales significativos ni víctimas, pero las autoridades locales continúan en estado de vigilancia permanente. Lewotobi Laki-laki, un estratovolcán de comportamiento explosivo, ha recordado hoy que su silencio puede ser tan solo la antesala de un nuevo despertar.
Con información de IDN Times
El volcán Lewotobi Laki-laki, situado en el distrito de East Flores, en la provincia indonesia de East Nusa Tenggara, ha sacudido la madrugada del lunes con una cadena ininterrumpida de erupciones que mantiene en vilo a las comunidades cercanas.
Entre la medianoche y las 11 de la mañana, el coloso registró un total de 15 explosiones volcánicas, siendo la más intensa a las 8:35 a. m. hora local, con una duración de más de tres minutos y una columna de ceniza que se elevó hasta los 2.500 metros sobre la cima. Los estallidos resonaron incluso en Larantuka, ciudad ubicada a varios kilómetros de distancia.
“Fue una erupción prolongada y potente. La actividad volcánica está lejos de estabilizarse”, declaró Emanuel Rofinus Bere, responsable del Puesto de Observación Volcánica de Lewotobi Laki-laki.
Las emisiones de ceniza oscilaron entre los 500 y 1.200 metros de altura en las erupciones posteriores, y la sismicidad también se hizo presente con varios temblores de corta duración y un evento tectónico más largo, con más de cuatro minutos de sacudidas subterráneas.
Ante este escenario, las autoridades han reforzado el nivel de alerta del volcán a nivel III (siaga) y han pedido a la población abstenerse de acercarse a un radio de 6 kilómetros del cráter. “El riesgo es elevado, no solo por la posibilidad de nuevas erupciones, sino también por la amenaza latente de flujos de lava o lahares, especialmente en caso de lluvias intensas en las zonas altas”, advirtió Bere.
Las aldeas de Dulipali, Padang Pasir, Nobo, Nurabelen, Klatanlo, Hokeng Jaya, Boru y Nawakote han sido señaladas como posibles áreas de impacto si los ríos de lodo volcánico descendieran por las laderas del Lewotobi.
El Centro de Vulcanología y Mitigación de Desastres Geológicos (PVMBG), junto con el equipo de respuesta local y la agencia de manejo de desastres de NTT, mantiene un monitoreo constante del volcán, mientras se multiplican las recomendaciones de precaución a los habitantes.
Además de evitar la zona de exclusión, se insta a los residentes a utilizar mascarillas para protegerse de la ceniza suspendida en el aire, que puede provocar afecciones respiratorias.
Por el momento, no se han reportado daños materiales significativos ni víctimas, pero las autoridades locales continúan en estado de vigilancia permanente. Lewotobi Laki-laki, un estratovolcán de comportamiento explosivo, ha recordado hoy que su silencio puede ser tan solo la antesala de un nuevo despertar.
Con información de IDN Times
Voraz incendio en Nueva Jersey arrasa miles de hectáreas y desata caos en comunidades del condado de Ocean
Una infernal cortina de fuego ha transformado el sur del condado de Ocean en un escenario de emergencia total. El incendio forestal de Jones Road, que comenzó el martes por la mañana en los Pine Barrens, ha devorado ya más de 11,500 acres y solo ha sido contenido en un 30 %, según informaron autoridades del Servicio de Incendios Forestales de Nueva Jersey.
Lo que inició como una columna de humo poco después de las 10 a.m., se convirtió en un frente de fuego imparable que obligó a evacuar a cerca de 3,000 residentes y dejó sin electricidad a más de 23,000 hogares, luego de que Jersey Central Power & Light desconectara la subestación de Oyster Creek por precaución.
Las llamas se desplazaron rápidamente hacia el norte, cruzando el límite de Barnegat-Waretown y avanzando en dirección a Lacey, lo que provocó el cierre de la Garden State Parkway entre las salidas 63 y 80. Tramos de la Ruta 9 también fueron clausurados, sumiendo a las vías secundarias en un colapso vehicular sin precedentes.
"Todo dependía del viento. Si giraba, había que salir", comentó Dawn Kramer, vecina de Lacey, quien decidió evacuar solo cuando vio el resplandor anaranjado filtrarse entre los árboles. "No era real hasta que vi las llamas", agregó.
Una infernal cortina de fuego ha transformado el sur del condado de Ocean en un escenario de emergencia total. El incendio forestal de Jones Road, que comenzó el martes por la mañana en los Pine Barrens, ha devorado ya más de 11,500 acres y solo ha sido contenido en un 30 %, según informaron autoridades del Servicio de Incendios Forestales de Nueva Jersey.
Lo que inició como una columna de humo poco después de las 10 a.m., se convirtió en un frente de fuego imparable que obligó a evacuar a cerca de 3,000 residentes y dejó sin electricidad a más de 23,000 hogares, luego de que Jersey Central Power & Light desconectara la subestación de Oyster Creek por precaución.
Las llamas se desplazaron rápidamente hacia el norte, cruzando el límite de Barnegat-Waretown y avanzando en dirección a Lacey, lo que provocó el cierre de la Garden State Parkway entre las salidas 63 y 80. Tramos de la Ruta 9 también fueron clausurados, sumiendo a las vías secundarias en un colapso vehicular sin precedentes.
"Todo dependía del viento. Si giraba, había que salir", comentó Dawn Kramer, vecina de Lacey, quien decidió evacuar solo cuando vio el resplandor anaranjado filtrarse entre los árboles. "No era real hasta que vi las llamas", agregó.
Las autoridades confirmaron la pérdida total de al menos un edificio en el parque industrial de Lacey, y dos más afectados por el avance del fuego. Mientras tanto, el cielo oscurecido por la bruma y el olor persistente a quemado mantenían a las comunidades en vilo, con el ulular de las sirenas como único sonido en el ambiente.
El alcalde de Lacey, Peter Curatola, instó a los residentes a seguir las indicaciones oficiales: “La situación es cambiante. Si los vientos se intensifican esta noche, podríamos tener que evacuar nuevas áreas”.
Se han habilitado centros de evacuación, entre ellos la Escuela Secundaria Manchester, para recibir a los desplazados. Las zonas afectadas incluyen Clune Park y varias calles adyacentes como Sandy Hook Drive y Orlando Drive.
El dispositivo de respuesta incluye maquinaria pesada, camiones cisterna, brigadas terrestres, dos helicópteros y una aeronave equipada para liberar hasta 600 galones de agua por vuelo. No obstante, las autoridades han recordado a la población que está estrictamente prohibido operar drones en la zona afectada, ya que interfieren con las maniobras aéreas y ponen en riesgo al personal de emergencia.
La causa del incendio aún está bajo investigación. En promedio, Nueva Jersey enfrenta unos 1,500 incendios forestales por año, que consumen cerca de 7,000 acres. Esta cifra ya ha sido ampliamente superada por el desastre actual.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste. El incendio, contenido solo en un 30 %, sigue representando una amenaza latente para miles de viviendas, estructuras e infraestructuras críticas en la región.
Con información de App News
El alcalde de Lacey, Peter Curatola, instó a los residentes a seguir las indicaciones oficiales: “La situación es cambiante. Si los vientos se intensifican esta noche, podríamos tener que evacuar nuevas áreas”.
Se han habilitado centros de evacuación, entre ellos la Escuela Secundaria Manchester, para recibir a los desplazados. Las zonas afectadas incluyen Clune Park y varias calles adyacentes como Sandy Hook Drive y Orlando Drive.
El dispositivo de respuesta incluye maquinaria pesada, camiones cisterna, brigadas terrestres, dos helicópteros y una aeronave equipada para liberar hasta 600 galones de agua por vuelo. No obstante, las autoridades han recordado a la población que está estrictamente prohibido operar drones en la zona afectada, ya que interfieren con las maniobras aéreas y ponen en riesgo al personal de emergencia.
La causa del incendio aún está bajo investigación. En promedio, Nueva Jersey enfrenta unos 1,500 incendios forestales por año, que consumen cerca de 7,000 acres. Esta cifra ya ha sido ampliamente superada por el desastre actual.
Mientras tanto, la incertidumbre persiste. El incendio, contenido solo en un 30 %, sigue representando una amenaza latente para miles de viviendas, estructuras e infraestructuras críticas en la región.
Con información de App News
Preocupación en el Valle Hunter tras sismo cerca de posible emplazamiento nuclear
Un sismo de magnitud 4,6 remeció en la madrugada del miércoles el este de Australia, generando alarma entre residentes y expertos debido a su proximidad con una posible sede para una planta de energía nuclear. El epicentro fue localizado a unos 25 kilómetros al suroeste de Singleton, en la región del Valle Hunter, cerca de la localidad de Broke.
El movimiento telúrico, que ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros, fue lo suficientemente fuerte como para sentirse desde Tamworth hasta Canberra, y más de 3.800 personas reportaron haberlo percibido, según Geoscience Australia.
Si bien no se han registrado heridos ni daños estructurales de consideración —más allá de una tubería rota en Rutherford—, el hecho de que el temblor haya ocurrido en una zona que figura entre las candidatas para albergar una planta nuclear ha elevado el tono de la preocupación.
Un sismo de magnitud 4,6 remeció en la madrugada del miércoles el este de Australia, generando alarma entre residentes y expertos debido a su proximidad con una posible sede para una planta de energía nuclear. El epicentro fue localizado a unos 25 kilómetros al suroeste de Singleton, en la región del Valle Hunter, cerca de la localidad de Broke.
El movimiento telúrico, que ocurrió a una profundidad de 10 kilómetros, fue lo suficientemente fuerte como para sentirse desde Tamworth hasta Canberra, y más de 3.800 personas reportaron haberlo percibido, según Geoscience Australia.
Si bien no se han registrado heridos ni daños estructurales de consideración —más allá de una tubería rota en Rutherford—, el hecho de que el temblor haya ocurrido en una zona que figura entre las candidatas para albergar una planta nuclear ha elevado el tono de la preocupación.
“La magnitud es significativa para nuestros estándares”, reconoció Phil Cummins, sismólogo senior de Geoscience Australia. “No se trata de un evento menor”. El especialista recordó antecedentes como los terremotos de Ellalong (1994) y Newcastle (1989), que también sacudieron esta región con fuerza comparable.
Sacudidas y alarma vecinal
Vecinos del área relataron escenas de susto. Carma Matthews y Barry McDonald, alojados en una caravana en Broke, contaron cómo la estructura “se sacudió completamente”. En Tea Gardens, a 120 kilómetros de distancia, la residente Jenny Bennett describió cómo su cama se movió y las puertas del armario vibraron, acompañadas por un fuerte estruendo.
Zona sísmica activa y minería
El evento es parte de un patrón más amplio: se han registrado al menos 11 sismos de magnitud superior a 3 en el Valle Hunter en los últimos 12 meses. La cercanía del epicentro con la mina de carbón Mount Thorley Warkworth despertó especulaciones sobre si la actividad minera pudiera estar relacionada, aunque la geóloga sísmica Dee Ninis, de la Universidad de Monash, descartó esa posibilidad para este caso concreto por la profundidad del temblor.
En el radar nuclear
El hecho de que la región figure entre las siete contempladas por la oposición federal para instalar una central nuclear pone un foco adicional sobre la actividad sísmica local. Barnaby Joyce, representante por Nueva Inglaterra —vecina al distrito de Hunter—, defendió la viabilidad del proyecto asegurando que las plantas nucleares se diseñan para soportar sismos mucho mayores.
“No se cayó Bayswater, que está justo ahí”, dijo, en referencia a una central térmica cercana que sigue operativa tras el movimiento.
Sin embargo, la reiteración de eventos sísmicos en el área no deja de sembrar inquietudes. En un país donde los grandes temblores son poco frecuentes, la acumulación de episodios en una zona estratégicamente evaluada para infraestructura nuclear despierta un debate que apenas comienza.
Con información de Independent
Sacudidas y alarma vecinal
Vecinos del área relataron escenas de susto. Carma Matthews y Barry McDonald, alojados en una caravana en Broke, contaron cómo la estructura “se sacudió completamente”. En Tea Gardens, a 120 kilómetros de distancia, la residente Jenny Bennett describió cómo su cama se movió y las puertas del armario vibraron, acompañadas por un fuerte estruendo.
Zona sísmica activa y minería
El evento es parte de un patrón más amplio: se han registrado al menos 11 sismos de magnitud superior a 3 en el Valle Hunter en los últimos 12 meses. La cercanía del epicentro con la mina de carbón Mount Thorley Warkworth despertó especulaciones sobre si la actividad minera pudiera estar relacionada, aunque la geóloga sísmica Dee Ninis, de la Universidad de Monash, descartó esa posibilidad para este caso concreto por la profundidad del temblor.
En el radar nuclear
El hecho de que la región figure entre las siete contempladas por la oposición federal para instalar una central nuclear pone un foco adicional sobre la actividad sísmica local. Barnaby Joyce, representante por Nueva Inglaterra —vecina al distrito de Hunter—, defendió la viabilidad del proyecto asegurando que las plantas nucleares se diseñan para soportar sismos mucho mayores.
“No se cayó Bayswater, que está justo ahí”, dijo, en referencia a una central térmica cercana que sigue operativa tras el movimiento.
Sin embargo, la reiteración de eventos sísmicos en el área no deja de sembrar inquietudes. En un país donde los grandes temblores son poco frecuentes, la acumulación de episodios en una zona estratégicamente evaluada para infraestructura nuclear despierta un debate que apenas comienza.
Con información de Independent
Estambul se estremece: fuerte sismo sacude el Mar de Mármara y deja decenas de heridos por el pánico
Una sacudida telúrica de magnitud 6,2 alteró la calma del mediodía en Estambul este miércoles, cuando un terremoto con epicentro bajo las aguas del Mar de Mármara generó momentos de confusión, angustia y un oleaje de temor que se extendió por varias provincias del noroeste turco.
El fenómeno sísmico, que tuvo lugar a las 12:49 p. m., se originó a unos 40 kilómetros al suroeste de la metrópolis, con una profundidad estimada de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). A pesar de su potencia, no se reportaron daños estructurales graves, aunque el impacto psicológico fue inmediato: al menos 151 personas resultaron lesionadas en medio del caos, muchas al lanzarse desde ventanas y balcones, según confirmó la oficina del gobernador de Estambul.
La ciudad, considerada una de las más vulnerables de Europa ante un eventual gran terremoto, respondió con un reflejo casi automático: miles de residentes abandonaron edificios a toda prisa, refugiándose en plazas, patios escolares y espacios abiertos, mientras las autoridades pedían mantenerse alejados de estructuras potencialmente inestables.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, precisó que el movimiento duró 13 segundos y estuvo seguido por más de medio centenar de réplicas, entre ellas una de magnitud 5,9. Además de Estambul, la sacudida fue perceptible en Tekirdağ, Yalova, Bursa, Balıkesir e incluso en Esmirna, a más de 500 kilómetros de distancia.
Coincidentemente, la jornada era festiva en Turquía por el Día de la Soberanía Nacional y del Niño, y muchas escuelas estaban cerradas. El presidente Recep Tayyip Erdoğan, al participar en una ceremonia por la fecha, expresó: “Gracias a Dios, no parece haber ningún problema por ahora. Que Dios proteja a nuestro país de toda calamidad”.
En medio del desconcierto, algunas familias optaron por instalar carpas en parques, temiendo nuevos movimientos. Las autoridades locales aseguraron que los servicios esenciales —agua, electricidad, gas— no presentaron interrupciones significativas, y descartaron hasta las 15:30 p. m. cualquier pérdida de vidas humanas.
Una sacudida telúrica de magnitud 6,2 alteró la calma del mediodía en Estambul este miércoles, cuando un terremoto con epicentro bajo las aguas del Mar de Mármara generó momentos de confusión, angustia y un oleaje de temor que se extendió por varias provincias del noroeste turco.
El fenómeno sísmico, que tuvo lugar a las 12:49 p. m., se originó a unos 40 kilómetros al suroeste de la metrópolis, con una profundidad estimada de 10 kilómetros, según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). A pesar de su potencia, no se reportaron daños estructurales graves, aunque el impacto psicológico fue inmediato: al menos 151 personas resultaron lesionadas en medio del caos, muchas al lanzarse desde ventanas y balcones, según confirmó la oficina del gobernador de Estambul.
La ciudad, considerada una de las más vulnerables de Europa ante un eventual gran terremoto, respondió con un reflejo casi automático: miles de residentes abandonaron edificios a toda prisa, refugiándose en plazas, patios escolares y espacios abiertos, mientras las autoridades pedían mantenerse alejados de estructuras potencialmente inestables.
El ministro del Interior, Ali Yerlikaya, precisó que el movimiento duró 13 segundos y estuvo seguido por más de medio centenar de réplicas, entre ellas una de magnitud 5,9. Además de Estambul, la sacudida fue perceptible en Tekirdağ, Yalova, Bursa, Balıkesir e incluso en Esmirna, a más de 500 kilómetros de distancia.
Coincidentemente, la jornada era festiva en Turquía por el Día de la Soberanía Nacional y del Niño, y muchas escuelas estaban cerradas. El presidente Recep Tayyip Erdoğan, al participar en una ceremonia por la fecha, expresó: “Gracias a Dios, no parece haber ningún problema por ahora. Que Dios proteja a nuestro país de toda calamidad”.
En medio del desconcierto, algunas familias optaron por instalar carpas en parques, temiendo nuevos movimientos. Las autoridades locales aseguraron que los servicios esenciales —agua, electricidad, gas— no presentaron interrupciones significativas, y descartaron hasta las 15:30 p. m. cualquier pérdida de vidas humanas.
El Instituto de Investigación de Terremotos Kandilli confirmó variaciones en el nivel del mar posteriores al sismo —un fenómeno conocido como “tsunami instrumental”— con fluctuaciones de entre 2 y 6 centímetros en varias estaciones de monitoreo, aunque no hubo oleaje peligroso. Se emitieron alertas tempranas a centros regionales, como medida preventiva.
En cuanto a la falla geológica responsable, los expertos recordaron que Estambul se encuentra sobre la zona de falla de Anatolia del Norte, una estructura sísmica activa con historial de movimientos devastadores a lo largo de los siglos. Los informes instaron nuevamente a la población a prepararse individualmente para mejorar la resiliencia ante futuros eventos.
La memoria colectiva aún guarda fresco el desastre de febrero de 2023, cuando un terremoto de magnitud 7,8 y su réplica posterior cobraron más de 53.000 vidas en el sur de Turquía y otras 6.000 en Siria. Este nuevo temblor, aunque de menor escala, reaviva temores profundamente arraigados en una nación acostumbrada a convivir con el temblor bajo sus pies.
Con información de Ahaber
En cuanto a la falla geológica responsable, los expertos recordaron que Estambul se encuentra sobre la zona de falla de Anatolia del Norte, una estructura sísmica activa con historial de movimientos devastadores a lo largo de los siglos. Los informes instaron nuevamente a la población a prepararse individualmente para mejorar la resiliencia ante futuros eventos.
La memoria colectiva aún guarda fresco el desastre de febrero de 2023, cuando un terremoto de magnitud 7,8 y su réplica posterior cobraron más de 53.000 vidas en el sur de Turquía y otras 6.000 en Siria. Este nuevo temblor, aunque de menor escala, reaviva temores profundamente arraigados en una nación acostumbrada a convivir con el temblor bajo sus pies.
Con información de Ahaber