Para cuando entendió que jugaban a una especie de ruleta rusa, ya la tenía metida en la cabeza.
A la bala no, a su contrincante.
A la bala no, a su contrincante.
Nunca creí en la suerte hasta que me vi reflejado en tus ojos.
Desde entonces me pongo siempre la misma sonrisa.
#versosvalentino
Desde entonces me pongo siempre la misma sonrisa.
#versosvalentino
También se puede ser feliz bailando sin poner atención a la música y viendo las almas flotando por el aire. Experiencia recomendada para disfrutar y no pedir perdón.
Hay personas que se convierten en nuestro lugar seguro...
personas que son esa pequeña casa
–hecha justo a nuestra medida–
Son el jardín, la biblioteca y los libros de poesía.
Hoy mi persona hogar está triste,
por eso quise dedicarle cositas que se quedan pequeña para todo lo que me hace sentir.
p.d: voy a abrazarte tanto y tan bonito,
que tus tristezas van a dejar de doler.
personas que son esa pequeña casa
–hecha justo a nuestra medida–
Son el jardín, la biblioteca y los libros de poesía.
Hoy mi persona hogar está triste,
por eso quise dedicarle cositas que se quedan pequeña para todo lo que me hace sentir.
p.d: voy a abrazarte tanto y tan bonito,
que tus tristezas van a dejar de doler.
Había una vez un hombre que llevaba mucho tiempo muerto.
Un día, una mano que jamás lo había tocado lo tocó y, en aquel mismo instante, algo extraño comenzó a sucederle.
Escuchó un ruido seco en su pecho.
Y, luego, otro.
Y otro. Y otro.
Y otro. Y otro.
Y otro. Y otro.
Y otro. Y otro.
Fin.
p.d: La historia del hombre muerto no puede seguir contándose porque su corazón comenzó a latir. Y entonces dejó de estarlo.
Un día, una mano que jamás lo había tocado lo tocó y, en aquel mismo instante, algo extraño comenzó a sucederle.
Escuchó un ruido seco en su pecho.
Y, luego, otro.
Y otro. Y otro.
Y otro. Y otro.
Y otro. Y otro.
Y otro. Y otro.
Fin.
p.d: La historia del hombre muerto no puede seguir contándose porque su corazón comenzó a latir. Y entonces dejó de estarlo.
En Guerra
Sebastian Yatra
pues todos cargamos con un nudo en la garganta...
A veces, uno se acostumbra tanto a la oscuridad que hace de ella su zona de confort y, por miedo a lo que es real, prefiere vivir sin luz. Creo que ese es exactamente el triunfo de la oscuridad, hacerte creer parte de ella.
Que le hayan hecho a uno pensar que está hecho para la oscuridad, que merece la oscuridad, que él mismo es la oscuridad, no implica que la luz sea peligrosa o dañina.
La luz no va a matarte. No va a quemarte.
Solo va a hacer que te veas a ti mismo.
Eso es justo lo que pretenden quienes te apagan, que no te veas. Que no sepas quién eres. Por eso te quieren a oscuras.
Que le hayan hecho a uno pensar que está hecho para la oscuridad, que merece la oscuridad, que él mismo es la oscuridad, no implica que la luz sea peligrosa o dañina.
La luz no va a matarte. No va a quemarte.
Solo va a hacer que te veas a ti mismo.
Eso es justo lo que pretenden quienes te apagan, que no te veas. Que no sepas quién eres. Por eso te quieren a oscuras.
De eso se trata seguir viviendo.
De pensar que «tal vez» cuando es «no».
De atreverse a lograr algo cuando todo falla.
De ir hacia donde no es.
De creer cuando no crees.
De ser tu propio desafío, al fin y al cabo.
De pensar que «tal vez» cuando es «no».
De atreverse a lograr algo cuando todo falla.
De ir hacia donde no es.
De creer cuando no crees.
De ser tu propio desafío, al fin y al cabo.
Y aquel día, cuando era aún muy pequeña, entendí que aquello que el miedo no te dejaba hacer era, exactamente, lo único que habíamos venido a hacer.