Alcohólicos Anónimos Hispano
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Alcohólicos Anónimos 🇪🇸
Somos una agrupación mundial de alcohólicos recuperados que se ayudan a mantener su sobriedad y comparten libremente.
No aceptamos contribuciones ajenas, no contamos con casas de reposo o albergues. No somos profesionales.
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Cuarta Tradición
‘Los hijos del caos’: El nacimiento de las Tradiciones de A.A.

“Los aprovechados se aprovechaban, los solitarios se lamentaban de su soledad, los comités disputaban, los nuevos clubs tenían dificultades inauditas, los oradores charlataneaban, los grupos se veían desgarrados por controversias, los miembros se convertían en profesionales y vendían el movimiento; a veces grupos enteros se emborrachaban, las relaciones públicas locales llegaron a ser un escándalo”. ( El lenguaje del corazón , p. 150)

Así eran las circunstancias, según Bill W., cofundador de A.A., en algunos de los grupos de la incipiente Comunidad en la época pionera de A.A. Con poca experiencia o ninguna en la nueva y exigente aventura de la sobriedad, los grupos de A.A. estaban volando a ciegas.
El programa de recuperación de A.A., principalmente según quedaba expresado en los Doce Pasos expuestos en el Libro Grande, se iba propagando como el fuego — de un alcohólico a otro, por todo el país e incluso en los países de ultramar. Con reportajes favorecedores en los diversos medios de comunicación y el creciente apoyo de la medicina y la religión, A.A. llegó a ser cada vez más conocida. La gente estaba logrando su sobriedad y las buenas nuevas se iban difundiendo rápidamente.
No obstante, los recién nacidos grupos de A.A. a menudo tenían muy poco en que apoyarse y orientarse aparte del deseo profundo de los miembros individuales de mantenerse sobrios. Todo tenía que definirse día a día y a base de experiencia personal e individual por medio de un sistema de tanteos y de aprender de los errores para así descubrir lo que funcionaba y no funcionaba. Las reglas fueron sentadas y rotas; se establecieron normas para luego descartarlas, e inevitablemente estallaron disputas, a veces enconadas, referentes a las relaciones entre los miembros de A.A., unos con otros, y con el mundo de afuera.
Había muchísimos problemas con que enfrentarnos en las primeras décadas de A.A. y a medida que la cantidad de miembros seguía aumentando anualmente, los desafíos supuestos por vivir y trabajar juntos, no sólo como individuos sino también como grupos, se iban amontonando. Los éxitos y la mayor visibilidad venían acompañados de sospechas, celos y resentimiento. Había conflictos relacionados con todo asunto imaginable: el uso del dinero, la operación de los clubs, el uso inapropiado del nombre de A.A., el liderazgo y los romances.
Las costumbres de las reuniones varían de grupo en grupo; algunas reuniones estaban compuestas principalmente de borrachos de bajo fondo; otras de borrachos de alto fondo; algunas dejaban volver al grupo a los que tenían recaídas; otros creían que deberían ser excomulgados.
Como Bill contó en A.A. llega a su mayoría de edad (p. 203): “Nos parecía como si cada participante en cada desacuerdo de los grupos de todo el país nos escribiera durante este confuso y apasionado período”. Los problemas planteados por esos miembros de A.A. amenazaban con abrumar a la Comunidad naciente y en una carta de 1950 dirigida a un miembro de A.A. de Michigan, Bill dijo: “Cuando llegaban a mi despacho las cartas en que se describían los dolores de crecimiento de los primeros grupos... pasaba la noche tumbado en la cama sin poder conciliar el sueño. Me parecía que las fuerzas de la desintegración iban a desgarrar a nuestros grupos pioneros....”
A.A. no fue la primera comunidad que se hubiera encontrado zozobrando en los escollos del conflicto y del éxito peligroso. La Sociedad Washingtoniana, un movimiento dedicado un siglo antes al rescate de los borrachos casi había descubierto la solución al problema del alcoholismo. Al comienzo, la sociedad, que se originó en Baltimore, estaba compuesta solamente de alcohólicos que se esforzaban por ayudarse, unos a otros. Tuvieron un éxito considerable y el movimiento prosperó. Había más de 500,000 miembros.
Pero los Washingtonianos dejaron que los políticos y reformadores, alcohólicos y no-alcohólicos, hicieran uso de la sociedad para sus propios fines y, a pesar de sus intenciones expresadas de no meterse en la política, la religión y el comercio, muchos miembros tomaron posturas opuestas ante el público en cuestiones de reforma del alcoholismo y otros asuntos del día. En un plazo de ocho o nueve años, los Washingtonianos, según un reportaje, habían perdido su atractivo. En el banquete anual de A.A. en la ciudad de Nueva York, el 7 de noviembre de 1945, Bill W. dijo: “En resumidas palabras, los Washingtonianos se pusieron a resolver los problemas del mundo antes de aprender a solucionar los suyos. No tenían capacidad alguna para ocuparse de sus asuntos”.
El Grupo Oxford, una organización religiosa de la cual brotaron las semillas de A.A. y que fue el origen de algunos de los principios y preceptos espirituales básicos de la Comunidad, también ofrece un ejemplo de lo que no se debe hacer. En A.A. llega a su mayoría de edad (p. 39), Bill escribió: “Los A.A. pioneros sacaron sus ideas de autoexamen, reconocimiento de los defectos de carácter, reparaciones para daños causados y trabajo con otros, directa y únicamente de los Grupos Oxford y directamente de Sam Shoemaker, su líder en los Estados Unidos”. No obstante, aunque los Grupos Oxford se preocupaban profundamente por la suerte de los alcohólicos, algunas costumbres de ese Grupo le hacían sentirse incómodo a Bill. Aunque el Grupo Oxford parece haber dado su primer impulso a muchos de los principios espirituales de A.A., las diferencias acabaron causando una separación entre los dos movimientos. Como Bill una vez dijo: “El Grupo Oxford quería salvar al mundo y yo solo quería salvar a los borrachos”.
Aprovechándose del ejemplo de los grupos precursores y de la cada vez más amplia experiencia sacada de sus propias luchas internas durante su primera década, A.A. se iba acercando día a día a un conjunto de principios prácticos que pudieran orientar y proteger la vida de grupo de A.A.
En 1946 en el Grapevine de A.A. los fundadores y miembros pioneros codificaron dichos principios y los publicaron con el título de “Doce puntos para asegurar nuestro futuro”. En la Convención Internacional de A.A. de Cleveland, Ohio, en 1950, la Comunidad en su totalidad los aceptó y aprobó. Más tarde, en abril de 1950, apareció el libro Doce Pasos y Doce Tradiciones , obra que ofrece a la Comunidad una guía para la recuperación personal y para la supervivencia colectiva.
“Hijos del caos,” escribió Bill en el ensayo sobre la Cuarta Tradición, “de manera desafiadora hemos jugado con fuego repetidas veces, pero hemos salido ilesos y, según nos parece a nosotros, más sabios que antes. Esas mismas desviaciones constituyeron un vasto proceso de pruebas y tanteos, el cual, por la gracia de Dios, nos ha traído a donde nos encontramos hoy”.
Según Bill, la acogida que tenían las Tradiciones en los años 40 no fue de las más calurosas. “Únicamente los grupos con graves dificultades se las tomaron en serio. En algunas partes hubo una reacción violenta, especialmente en aquellos grupos que tenían largas listas de reglas y reglamentos ‘protectores’. Había mucha apatía e indiferencia”.
Pero con el paso del tiempo todo eso cambió y unos pocos años más tarde, en la Convención de Cleveland de 1950, varios miles de miembros de A.A. declararon que las Tradiciones de A.A. constituyeron “la plataforma sobre la cual nuestra Comunidad podría funcionar mejor y mantener- se unida para siempre. Se dieron cuenta de que nuestras Tradiciones resultarían tan necesarias para nuestra Sociedad como lo eran los Doce Pasos para la vida de cada miembro.
Según la opinión de la Convención de Cleveland, las Tradiciones eran la clave de la unidad, del funcionamiento e incluso de la supervivencia de todos nosotros”.
Haciendo eco de estas palabras, J.B., un miembro de Modesto, California, escribió en el Grapevine de abril de 1984: “Las Doce Tradiciones no son una mera colección de guías establecidas por ‘ellos’ y transmitidas a nosotros con la directiva incondicional: ‘Eso es lo que tienen que hacer, punto...’
Las Tradiciones son el fruto de la experiencia de los errores que casi dejaron desgarrada a nuestra Comunidad, y las aceptamos de buen gusto.
“Al hablar de las Tradiciones, hablamos de la vida y la muerte. No puedo vivir sin A.A. Pero tú y yo somos A.A. A pesar de nosotros mismos, tenemos que ser responsables de nosotros mismos. A pesar de mí mismo, tengo que ser responsable, y la responsabilidad es de lo que tratan las Tradiciones.”

Reimpreso de Box 4-5-9 (Edición Primavera 2011) con permiso de A.A. World Services, Inc.
Reflexiones Diarias

21 de ABRIL

CULTIVAR LA FE

“No creo que podamos hacer algo muy bien en este mundo a menos que lo practiquemos… Debemos practicar adquirir el espíritu de servicio y debemos adquirir alguna fe, lo que no se hace fácilmente, en particular si la persona ha sido muy materialista, siguiendo la moda de la sociedad de hoy. Pero creo que la fe puede ser adquirida, tiene que ser cultivada; eso no fue fácil para mí y asumo que es difícil para cualquier otro…”

— EL DR. BOB Y LOS BUENOS VETERANOS, p. 322-323


El temor es frecuentemente la fuerza que me impide adquirir y cultivar el poder de la fe. El temor bloquea mi apreciación de la belleza, de la tolerancia, del perdón, del servicio y de la serenidad.

Del libro Reflexiones diarias

Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
21 de Abril

*Pensamiento del Día*

Después de llevar algún tiempo en A.A., descubrimos que, si vamos a seguir conservándonos sobrios, tenemos que ser personas humildes. Las personas que vemos en A.A. que realmente han logrado la meta, son todas ellas humildes. Cuando dejo de pensar que a no ser por la gracia de Dios podría estar borracho ahora mismo, no puedo evitar el sentirme humilde. La gratitud a Dios por su gracia me torna humilde. Cuando pienso en la clase de persona que era no hace mucho, cuando pienso en el ser que dejé detrás de mí, no hallo nada de qué estar orgulloso. – “¿Soy agradecido y humilde?”.

*Meditación del Día*

Tengo que surgir de la muerte del pecado y del egoísmo, y emprender una vida nueva de integridad. Todos los antiguos pecados y tentaciones tienen que ser enterrados, y de las cenizas tiene que surgir una nueva existencia. El ayer ha desaparecido. Todos mis pecados han sido perdonados, so hoy estoy tratando honradamente de cumplir con la voluntad de Dios. El hoy está aquí, y es ahora el tie3mpo de la resurrección y de la renovación. Tengo que empezar ahora, hoy, a levantar una nueva vida de fe y confianza plenas en Dios, y con la determinación de hacer su voluntad en todas las cosas.

*Oración del Día*

Ruego poder cumplir con mi parte para hacer del mundo un mejor lugar para vivir. Pido poder hacer lo que pueda para traer la bondad un poco más cerca de la tierra.

_(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)_

🌷
Cita Diaria con La Viña Abril 21

“Como individuo, soy tan pequeño que, prácticamente, no tengo razón de ser en el universo; es casi como si no existiera. Pero sí existo. Si bien soy pequeño, no estoy totalmente desprovisto de significado”.

“Lo verdadero”. NUEVA YORK, NUEVA YORK, FEBRERO DE 2001. De Voices of Long-Term Sobriety
Una carta de Bill W. a los miembros de la Conferencia

La carta abierta a los miembros de la primera Reunión de Servicios Generales de A.A. fue escrita por Bill W.
Está fechada el 19 de abril de 1951, unos cinco meses escasos después del fallecimiento de su Intimo amigo y co-fundador de A.A., el Dr. Bob. El primer párrafo refleja la preocupación de Bill por el "relevo de la guardia", y por salvaguardar el futuro de la Comunidad.

"En los años pasados, por el consenso común de A.A.", escribe, "el Dr. Bob y yo hemos desempeñado ciertas pesadas responsabilidades de servicio. El y yo hemos tratado constantemente de guiar y apoyar la Fundación Alcohólica (en 1954 el nombre fue cambiado al de la Junta de Servicios Generales de A.A.) y sus Servicios Mundiales aquí en Nueva York; nos hemos empeñado en representar fielmente la opinión de A.A. con respecto a los asuntos que seriamente afectan a nuestra Comunidad en su totalidad; siempre nos han considerado a nosotros como los guardianes principales de la Tradición de A.A.

"Ha llegado ahora el momento en que estas serias responsabilidades van a ser transferidas a ustedes, los miembros de la Conferencia de Servicios Generales de A.A. Actuando por los A.A. de todo el mundo, ustedes están a punto de aceptar el Tercer Legado de A.A., el Legado de Servicio."

Entonces, Bill señaló ciertos objetivos inmediatos para la Conferencia, la cual se había acordado celebrar anualmente por un período de prueba de cinco años.
Una sugerencia que hizo daría el tono para las Conferencias futuras: "elaborar una agenda para reuniones de discusión informales," incluyendo informes presentados por los delegados "sobre sus problemas locales o las desviaciones de las Tradiciones de A.A." Bill sugirió además 18 temas específicos para la discusión, los cuales revelan su extraordinaria visión. Entre ellos figuraban los siguientes: Cuál es la política de relaciones públicas de la sede de A.A. en cuanto a la prensa, la radio, y las películas? ¿Cuál es nuestra obligación hacia A.A. en los países extranjeros? ¿Por qué tener custodios no alcohólicos? ,Debe la literatura de A.A. ser "aprobada por la Conferencia"? ¿Cómo deben presentar informes los delegados ante sus respectivos comités?
¿Cuál es la naturaleza de la relación que A.A. tiene con la medicina, la religión, la investigación científica y la educación?

"Por supuesto", observó Bill, "esta lista se podría alargar mucho más. Sin duda alguna, estas y otras muchas preguntas típicas que se les ocurran, deben ser discutidas en sesiones informales, las cuales me agradaría presidir mientras alguien quiera seguir hablando."

¿No les gustaría haber podido estar allí, charlando con él hasta horas avanzadas del día? Hay todavía algunos veteranos que lo hicieron. Las palabras con que Bill cerró su carta se referían tanto a los delegados de la Conferencia de 1988 como a los de aquel entonces:
"Esperando que lo anteriormente dicho sea de algún valor sugestivo para tres días de trabajo provechoso y deseándoles una feliz Conferencia, soy de ustedes



Seguro servidor,"

RUBRICA: BILL

Reimpreso de Box 4-5-9 (Edición abril-mayo 1988) con permiso de A.A. World Services, Inc.
Reflexiones Diarias

22 de ABRIL

TIERRA NUEVA… RAÍCES NUEVAS

… momentos de percepción pueden irse acumulando para construir toda una vida de serenidad espiritual. Las raíces de la realidad que reemplazan la maleza neurótica, nos agarrarán firmemente a pesar del fuerte viento de las fuerzas adversas que nos destruirían o que podríamos utilizar para destruirnos a nosotros mismos.

— COMO LO VE BILL, p. 173



Yo llegué a A.A. todo verde — un tembloroso brote de semilla con sus pequeñas raíces al aire. Vine para sobrevivir pero fue un comienzo. Me estiré, me desarrollé y me retorcí, pero con la ayuda de otros, a su debido tiempo mi espíritu brotó de sus raíces. Fui liberado. Actué, me marchité, me retiré, oré, volví a actuar e iluminado repentinamente volví a entender. Creciendo de mis raíces, mis brazos espirituales alargados como brotes verdes y fuertes se extendieron hacia el cielo.

Aquí en la tierra, Dios sigue ofreciendo incondicionalmente el legado del amor supremo. Mi vida en A.A. me coloca “sobre una base diferente… (mis) raíces habían agarrado una nueva tierra”. ( Alcohólicos Anónimos, p. 12).

Del libro Reflexiones diarias

Copyright © 1991 by Alcoholics Anonymous World Services, Inc.
22 de Abril

*Pensamiento del Día*

La gente cree en A.A. cuando ve que funciona, una verdadera demostración es lo que la convence. Lo que leen en los libros, lo que oyen decir, no siempre les convence. Pero cuando ven un verdadero cambio a la honradez y la bondad en una persona, un cambio de un borracho a un sobrio, a un ciudadano útil, eso sí es algo en lo que pueden creer, porque pueden verlo. Ahí hay algo que realmente demuestra que A.A. funciona. – “¿He visto yo el cambio en las personas que llegan a A.A.?”.

*Meditación del Día*

El control divino y la obediencia incontestable a Dios son las únicas condiciones para una vida espiritual. El control divino significa la fe y la confianza absolutas en Dios; la creencia de que Dios es el Divino Principio del Universo, y que El es la Inteligencia y el Amor que controla el universo. La obediencia incontestable a Dios quiere decir vivir cada día en la forma que se crea que Dios quiere que se viva, buscando constantemente la dirección de Dios en toda situación, y estando dispuesto a hacer lo debido en todo momento.

*Oración del Día*

Ruego poder estar siempre bajo el control divino, y practicar siempre la obediencia incontestable a Dios. Pido poder estar siempre dispuesto a servirle.

_(Veinticuatro Horas al Día, Copyright ©1976, Hazelden Foundation, All Rights Reserved, Under Pan American Convention, con permiso de AAWS)_

🌷
Cita Diaria con La Viña Abril 22

“Descubrimos que cada uno de nosotros tenía que estar dispuesto a hacer sacrificios ... para nuestro bienestar común”.

“Por qué Alcohólicos Anónimos es anónimo”. BILL W., COFUNDADOR DE AA, ENERO DE 1955. De El lenguaje del corazón
Alejarse del primer trago....
Cómo alejarse del primer trago, un día a la vez

Casi todos los A.A. tienen su forma favorita de evitarlo, y los demás miembros que asisten a la reunión pueden hacer sugerencias para agregar a las siguientes:

1. El plan de 24 horas (o de una hora, si es necesario).

2. Nunca tener mucha hambre, ni estar muy enojado, solitario ni cansado.

3. Mantenerse cerca de su padrino y hablar con él o ella sobre los problemas personales.

4. Posponer el trago.

5. Asistir a muchas reuniones de A.A.

6. Llevar los bolsillos llenos de material de lectura sobre A.A. y una chocolatina o dulces

7. La oración—en la forma en que el principiante la prefiera.

8. Cambiar de rutina—especialmente a las horas en que se acostumbraba a beber—para romper los viejos hábitos.

9. Pasar el tiempo individualmente con otros miembros—ya sea en persona o por teléfono (especialmente en las horas en que acostumbrábamos a beber).

10. Pasar el tiempo en salas de reunión u oficinas centrales donde los A.A. se congregan fuera de las horas de reunión.

11. Comenzar a trabajar en los Doce Pasos, para contrarrestar tales amenazas a la sobriedad como son los resentimientos, la lástima de sí mismo, y la tendencia a vivir en el pasado o en el futuro.

12. Relacionarte con otros compañeros en las charlas de café.
Local del grupo