Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EL PRIMER PASO
Todos los días pensaba… tengo que volver a dibujar. La verdad es que este año lo he dejado un poco aparcado y me costaba retomarlo. ¿Y si no me sale? ¿Y si ya no sé? Ayer por fin me senté, y lo noté: sentía la torpeza en la mano de no practicar. Las líneas eran inseguras, el trazo sinuoso… pero también —y de forma más fuerte— experimenté el gozo de hacer algo que tanto me ayuda a expresar.
Cuando dejamos algo, sea lo que sea, nos ocurre lo mismo: “tendría que volver a…” pero enseguida nos respondemos: “cuando esté mejor, cuando tenga más tiempo, cuando me sienta con fuerzas… mejor otro día”. Y ese momento nunca llega, a no ser que demos el primer paso, aunque no sea un paso perfecto.
Con Jesús ocurre algo parecido. A veces cuesta salir del ritmo para estar un rato con Él, o cuadrar la agenda para volver o empezar a estar con Él, ir ese grupo del que sabes o te han hablado, volver a hablar con ese sacerdote o con esa persona que tantas veces te ha llevado a Él. Es el momento.
Jesús sigue ahí. El deseo de ir a Él que sientes en el corazón, te lo regala para colmar lo que tanto anhelas. No esperes estar “mejor” para ir a quien es tu descanso. Él no necesita tu perfección, sólo que des el primer paso.
Su Amor es más grande que toda referencia humana que puedas tener. Sus brazos están abiertos y te dice: “ven a mí, que yo te aliviaré”. Lo perfecto es suyo. Lo nuestro es la pobreza, el trazo torpe… y con ello quiere abrazarte y darte lo que necesitas en este momento: Paz, una comunidad para compartir, consuelo…
Hoy el reto del amor es que des el primer paso. Empieza o retoma aquello que tu corazón tanto anhela.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKBkjDGCJBe/?igsh=N3g3b29sMXp3YnZi
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
EL PRIMER PASO
Todos los días pensaba… tengo que volver a dibujar. La verdad es que este año lo he dejado un poco aparcado y me costaba retomarlo. ¿Y si no me sale? ¿Y si ya no sé? Ayer por fin me senté, y lo noté: sentía la torpeza en la mano de no practicar. Las líneas eran inseguras, el trazo sinuoso… pero también —y de forma más fuerte— experimenté el gozo de hacer algo que tanto me ayuda a expresar.
Cuando dejamos algo, sea lo que sea, nos ocurre lo mismo: “tendría que volver a…” pero enseguida nos respondemos: “cuando esté mejor, cuando tenga más tiempo, cuando me sienta con fuerzas… mejor otro día”. Y ese momento nunca llega, a no ser que demos el primer paso, aunque no sea un paso perfecto.
Con Jesús ocurre algo parecido. A veces cuesta salir del ritmo para estar un rato con Él, o cuadrar la agenda para volver o empezar a estar con Él, ir ese grupo del que sabes o te han hablado, volver a hablar con ese sacerdote o con esa persona que tantas veces te ha llevado a Él. Es el momento.
Jesús sigue ahí. El deseo de ir a Él que sientes en el corazón, te lo regala para colmar lo que tanto anhelas. No esperes estar “mejor” para ir a quien es tu descanso. Él no necesita tu perfección, sólo que des el primer paso.
Su Amor es más grande que toda referencia humana que puedas tener. Sus brazos están abiertos y te dice: “ven a mí, que yo te aliviaré”. Lo perfecto es suyo. Lo nuestro es la pobreza, el trazo torpe… y con ello quiere abrazarte y darte lo que necesitas en este momento: Paz, una comunidad para compartir, consuelo…
Hoy el reto del amor es que des el primer paso. Empieza o retoma aquello que tu corazón tanto anhela.
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¡Feliz día!
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
HERRAMIENTAS EN USO
Tenía que “engarzar” varios papelitos en unas cintas de rafia. Luego se hace un lazo, ¡y queda una presentación estupenda!
Pero, ¿cómo atravesar un papel tan pequeño sin romperlo?
-Necesitas una aguja de lana -me indicó sor Puri, la costurera, mientras rebuscaba en su acerico.
¡¡Mano de santo!! Uno, otro, otro…
-Sor Puri… -le dije taciturna al cabo de un rato- no voy a poder devolverte la aguja… ¡¡se me ha partido!! Lo siento…
-¡Vaya tontería! -me respondió nuestra mayor con su habitual gracejo- No te disgustes, ¡tengo más! ¿Quieres otra?
La reacción de sor Puri no solo me alivió, ¡también me impresionó! A pesar de que le había roto una aguja, ¡estaba dispuesta a darme más! Da por sentado que, cuando trabajas, ¡puedes meter la pata!
¿Y acaso el Señor no hace exactamente lo mismo? Nuestra misión es mucho más delicada que la de engarzar papelitos: ¡estamos llamados a mostrar Su rostro ante los demás, llevar Su amor al mundo!
Para ello, el Resucitado nos ha equipado con unos dones y cualidades. Sabe que podemos meter la pata, ¡pero sigue confiando, sigue dispuesto a contar con nosotros y vuelve a llenarnos de Su amor!
Así les sucedió a los apóstoles: a pesar de ser hábiles pescadores, en toda la noche no cogieron nada. Su herramienta, esa red que tanto les había regalado otras veces, estaba vacía.
Pero salir a pescar fue lo que les hizo encontrarse con el Resucitado. Solo porque estaban en el agua, pudieron escuchar: “Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis” (Jn 21, 6).
Nuestra labor es usar las herramientas que Él nos ha dado, aunque a veces nos encontremos redes vacías o agujas rotas. El amor del Señor nos anima a no quedarnos en la orilla, nos anima a usar los dones que Él nos ha dado sin miedo… sabiendo que su amor repone nuestras agujas rotas, y llena nuestras redes.
Hoy el reto del amor es dar gracias al Señor por tus dones… ¡y hoy no tengas miedo de usarlos para hacer sonreír a alguien!
VIVE DE CRISTO
Posdata: Hemos hecho una nueva edición —la cuarta— del libro María, amiga. Si te quedaste sin él, ¡ya puedes pedirlo! En sus páginas descubrirás el valor profundo de la amistad, contado de la mano de María. Para solicitarlo, solo tienes que rellenar este formulario. 👇👇👇👇
https://forms.gle/n55rehEQdHc26Ka88
https://www.instagram.com/p/DKEM0ifiO20/?igsh=bGh1ajdscWh6cXM0
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¡Feliz día!
HERRAMIENTAS EN USO
Tenía que “engarzar” varios papelitos en unas cintas de rafia. Luego se hace un lazo, ¡y queda una presentación estupenda!
Pero, ¿cómo atravesar un papel tan pequeño sin romperlo?
-Necesitas una aguja de lana -me indicó sor Puri, la costurera, mientras rebuscaba en su acerico.
¡¡Mano de santo!! Uno, otro, otro…
-Sor Puri… -le dije taciturna al cabo de un rato- no voy a poder devolverte la aguja… ¡¡se me ha partido!! Lo siento…
-¡Vaya tontería! -me respondió nuestra mayor con su habitual gracejo- No te disgustes, ¡tengo más! ¿Quieres otra?
La reacción de sor Puri no solo me alivió, ¡también me impresionó! A pesar de que le había roto una aguja, ¡estaba dispuesta a darme más! Da por sentado que, cuando trabajas, ¡puedes meter la pata!
¿Y acaso el Señor no hace exactamente lo mismo? Nuestra misión es mucho más delicada que la de engarzar papelitos: ¡estamos llamados a mostrar Su rostro ante los demás, llevar Su amor al mundo!
Para ello, el Resucitado nos ha equipado con unos dones y cualidades. Sabe que podemos meter la pata, ¡pero sigue confiando, sigue dispuesto a contar con nosotros y vuelve a llenarnos de Su amor!
Así les sucedió a los apóstoles: a pesar de ser hábiles pescadores, en toda la noche no cogieron nada. Su herramienta, esa red que tanto les había regalado otras veces, estaba vacía.
Pero salir a pescar fue lo que les hizo encontrarse con el Resucitado. Solo porque estaban en el agua, pudieron escuchar: “Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis” (Jn 21, 6).
Nuestra labor es usar las herramientas que Él nos ha dado, aunque a veces nos encontremos redes vacías o agujas rotas. El amor del Señor nos anima a no quedarnos en la orilla, nos anima a usar los dones que Él nos ha dado sin miedo… sabiendo que su amor repone nuestras agujas rotas, y llena nuestras redes.
Hoy el reto del amor es dar gracias al Señor por tus dones… ¡y hoy no tengas miedo de usarlos para hacer sonreír a alguien!
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¡Feliz día!
Google Docs
Nuevo libro: María, amiga
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LO ESENCIAL
Ayer hablaba con una amiga que se preparaba para hacer un viaje. Me comentaba que estaba haciendo la maleta y que no le entraba todo lo que quería poner. Yo me empecé a reír y le pregunté: ¿quieres que te ayude? Y me dice: claro.
Le pregunté: ¿qué es lo que no puedes dejar fuera de la maleta seguro? Y me empezó a decir cosas. Para ella todo era importante, pero sobre todo usaba una expresión que me hizo pensar mucho: “no sé qué va a pasar y… por si acaso…”.
Por si acaso hace calor, me llevo camisa; por si acaso hace frío, jersey; si me pongo mala, esta medicina; si hay mosquitos, el spray… Al final, solo eran esenciales tres cosas, lo demás era “por si acaso”.
Me di cuenta de que el “por si acaso” no le dejaba aligerar la maleta. En la oración le decía al Señor: cuántas veces en la relación con Él decimos: “esto por si acaso”.
Es verdad que creemos en el poder del Señor, que todo lo puede, pero por si acaso yo ayudo. Claro que confiamos en Su amor, pero por si acaso… Y así no dejamos que nuestra vida de fe sea fuerte, porque atamos las manos al Señor. Creemos y confiamos, pero no al cien por cien.
Tenemos que dejar que el Señor sea Señor de toda nuestra vida, confiar por completo, creer incondicionalmente y amar por encima de todo.
Porque la vida cristiana no es para vivirla a medias, ya que Jesús te ama y se entrega a ti por completo para que le acojas en tu vida y seas feliz. Porque la felicidad está en el 100 %. Y este es Cristo: el que lo da todo por ti y quiere que tú lo acojas todo por Él.
Hoy el reto del amor es quitar el “por si acaso” y sustituirlo por el “todo”.
Y nuestro TODO es Cristo.
VIVE DE CRISTO
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LO ESENCIAL
Ayer hablaba con una amiga que se preparaba para hacer un viaje. Me comentaba que estaba haciendo la maleta y que no le entraba todo lo que quería poner. Yo me empecé a reír y le pregunté: ¿quieres que te ayude? Y me dice: claro.
Le pregunté: ¿qué es lo que no puedes dejar fuera de la maleta seguro? Y me empezó a decir cosas. Para ella todo era importante, pero sobre todo usaba una expresión que me hizo pensar mucho: “no sé qué va a pasar y… por si acaso…”.
Por si acaso hace calor, me llevo camisa; por si acaso hace frío, jersey; si me pongo mala, esta medicina; si hay mosquitos, el spray… Al final, solo eran esenciales tres cosas, lo demás era “por si acaso”.
Me di cuenta de que el “por si acaso” no le dejaba aligerar la maleta. En la oración le decía al Señor: cuántas veces en la relación con Él decimos: “esto por si acaso”.
Es verdad que creemos en el poder del Señor, que todo lo puede, pero por si acaso yo ayudo. Claro que confiamos en Su amor, pero por si acaso… Y así no dejamos que nuestra vida de fe sea fuerte, porque atamos las manos al Señor. Creemos y confiamos, pero no al cien por cien.
Tenemos que dejar que el Señor sea Señor de toda nuestra vida, confiar por completo, creer incondicionalmente y amar por encima de todo.
Porque la vida cristiana no es para vivirla a medias, ya que Jesús te ama y se entrega a ti por completo para que le acojas en tu vida y seas feliz. Porque la felicidad está en el 100 %. Y este es Cristo: el que lo da todo por ti y quiere que tú lo acojas todo por Él.
Hoy el reto del amor es quitar el “por si acaso” y sustituirlo por el “todo”.
Y nuestro TODO es Cristo.
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Nuevo libro: María, amiga
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
LOS DOS LADOS DE LA CRUZ
El pasado Jueves Santo, después de lavarnos los pies, nuestra Priora nos regaló a cada una una cruz muy especial que ella misma había diseñado.
Se trata de una cruz de doble cara: por un lado, aparece una impresionante imagen del Crucificado, y por el otro, es Él mismo, pero ya Resucitado.
Y nos invitó a llevarla a la oración, para que, cada día, la pusiéramos por el lado apropiado, según nos fuera el día. Qué bonita forma de hacernos conscientes de que no todos los días son Cruz, ni tampoco todos Resurrección.
¡A todas nos encantó! Y desde aquel día, la llevo en mi bolsillo. Ciertamente, ella tenía razón, y qué experiencia tan bonita es ver que cada día es diferente, pero todos tienen algo en común: ¡en todos está Cristo!
Estos días he vivido el fallecimiento de mi abuela Ana. Su vida ha sido un regalo para toda nuestra gran familia, y por ella le damos muchísimas gracias a Dios. Sabemos bien que todo lo que nos ha cuidado en la tierra, lo seguirá haciendo desde el cielo.
Así que, en estos días, en mi oración, cogía la cruz entre las manos, y no sabía de qué lado ponerla. Y me daba cuenta de que también hay días en los que experimentamos los dos lados de la Cruz a la vez. Era inevitable derramar esas lágrimas que expresan lo mucho que nos hemos querido, o sentir el dolor de decir “hasta el cielo” a alguien tan querido; pero, a la vez, la alegría nos resultaba desbordante al ver qué bueno ha sido el Señor con nosotros: por cómo ha sido todo, por verla perseverar en la fe hasta el final. ¡Qué regalo tener la certeza de que el Resucitado también nos resucita a nosotros!
¡Qué bueno es el Señor! Él no nos promete una vida fácil, donde todo sea cómodo ni el sendero llano. Nuestra experiencia vital es, más bien, un camino montañoso, donde vamos subiendo hasta la cima. Pero el regalo y la alegría es que Él siempre permanece con nosotros. Y con Él, ¡todo es posible!
Hoy, el reto del amor es llegar a tu oración y ver por qué lado de la Cruz está tu día: por el lado del Crucificado, por el del Resucitado, o quizá por los dos a la vez. Ahí, en la oración, podrás experimentar que es una bendición el día que estás viviendo, porque ahí el Señor te está esperando.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKJS6_kiXCd/?igsh=MXVpOGxrYmJ3OGdqcg==
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LOS DOS LADOS DE LA CRUZ
El pasado Jueves Santo, después de lavarnos los pies, nuestra Priora nos regaló a cada una una cruz muy especial que ella misma había diseñado.
Se trata de una cruz de doble cara: por un lado, aparece una impresionante imagen del Crucificado, y por el otro, es Él mismo, pero ya Resucitado.
Y nos invitó a llevarla a la oración, para que, cada día, la pusiéramos por el lado apropiado, según nos fuera el día. Qué bonita forma de hacernos conscientes de que no todos los días son Cruz, ni tampoco todos Resurrección.
¡A todas nos encantó! Y desde aquel día, la llevo en mi bolsillo. Ciertamente, ella tenía razón, y qué experiencia tan bonita es ver que cada día es diferente, pero todos tienen algo en común: ¡en todos está Cristo!
Estos días he vivido el fallecimiento de mi abuela Ana. Su vida ha sido un regalo para toda nuestra gran familia, y por ella le damos muchísimas gracias a Dios. Sabemos bien que todo lo que nos ha cuidado en la tierra, lo seguirá haciendo desde el cielo.
Así que, en estos días, en mi oración, cogía la cruz entre las manos, y no sabía de qué lado ponerla. Y me daba cuenta de que también hay días en los que experimentamos los dos lados de la Cruz a la vez. Era inevitable derramar esas lágrimas que expresan lo mucho que nos hemos querido, o sentir el dolor de decir “hasta el cielo” a alguien tan querido; pero, a la vez, la alegría nos resultaba desbordante al ver qué bueno ha sido el Señor con nosotros: por cómo ha sido todo, por verla perseverar en la fe hasta el final. ¡Qué regalo tener la certeza de que el Resucitado también nos resucita a nosotros!
¡Qué bueno es el Señor! Él no nos promete una vida fácil, donde todo sea cómodo ni el sendero llano. Nuestra experiencia vital es, más bien, un camino montañoso, donde vamos subiendo hasta la cima. Pero el regalo y la alegría es que Él siempre permanece con nosotros. Y con Él, ¡todo es posible!
Hoy, el reto del amor es llegar a tu oración y ver por qué lado de la Cruz está tu día: por el lado del Crucificado, por el del Resucitado, o quizá por los dos a la vez. Ahí, en la oración, podrás experimentar que es una bendición el día que estás viviendo, porque ahí el Señor te está esperando.
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¡Feliz día!
www.dominicaslerma.es
Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UN CARAMELO...
En el coro, durante la liturgia, estamos sentadas en la sillería unas frente a otras. Una Hermana estaba leyendo en alto, y a otra no se le ocurrió otra cosa que abrir un caramelo justo a su lado, con el sonido que esto supone: “crish, crish…”
Como coincidía que estaba frente a mí, me hizo poner la mirada en ella. Terminó de pelar el caramelo y, delicadamente, lo colocó en el reposabrazos de la sillería de la que estaba leyendo, ya que percibió que no tenía bien la garganta.
Al terminar de leer, hizo una señal a la Hermana que leía, y ella, con un gesto de alivio y agradecimiento, cogió el caramelo.
El ruido ya no era molesto; se había transformado totalmente dentro de mí en algo maravilloso.
Jesús actúa así con nosotros. A veces pensamos que está tan tranquilo “abriendo su caramelo” mientras nosotros intentamos leer —a veces con dificultades— todo lo que nos ocurre.
Pero resulta que Jesús te mira. Sí, te mira a ti. Te ve en lo que intentas leer de tu vida; te ve en las dificultades, te ve en lo que se te atasca… y, con delicadeza, se te acerca de muchas maneras para aliviarte, para que encuentres en Él todo lo que necesitas.
¡Jesús es Bueno, Dios es Bueno! Esta consideración tiene que ser certeza para cada uno de nosotros. En Él está toda la bondad que puedas imaginar, y la quiere volcar en ti.
Igual que en el Evangelio, Jesús hoy es presencia real y transformadora que te mira y te cuida; solo tienes que dejarle que te dé el “caramelo” que necesitas para saberte amado y, desde ese Amor, ir tú también a los demás.
“Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de que lo pidáis.” Mt, 6,8
Pide a Jesús que te muestre una necesidad en tu entorno: llevar un café, acompañar a alguien al médico, esperar… Mira con amor, y desde Él, sé alivio para quienes te rodean.
Hoy, el reto del amor es que des un " caramelo” a alguien.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKL3_gSig4u/?igsh=ZmV1amlna2h5eng=
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UN CARAMELO...
En el coro, durante la liturgia, estamos sentadas en la sillería unas frente a otras. Una Hermana estaba leyendo en alto, y a otra no se le ocurrió otra cosa que abrir un caramelo justo a su lado, con el sonido que esto supone: “crish, crish…”
Como coincidía que estaba frente a mí, me hizo poner la mirada en ella. Terminó de pelar el caramelo y, delicadamente, lo colocó en el reposabrazos de la sillería de la que estaba leyendo, ya que percibió que no tenía bien la garganta.
Al terminar de leer, hizo una señal a la Hermana que leía, y ella, con un gesto de alivio y agradecimiento, cogió el caramelo.
El ruido ya no era molesto; se había transformado totalmente dentro de mí en algo maravilloso.
Jesús actúa así con nosotros. A veces pensamos que está tan tranquilo “abriendo su caramelo” mientras nosotros intentamos leer —a veces con dificultades— todo lo que nos ocurre.
Pero resulta que Jesús te mira. Sí, te mira a ti. Te ve en lo que intentas leer de tu vida; te ve en las dificultades, te ve en lo que se te atasca… y, con delicadeza, se te acerca de muchas maneras para aliviarte, para que encuentres en Él todo lo que necesitas.
¡Jesús es Bueno, Dios es Bueno! Esta consideración tiene que ser certeza para cada uno de nosotros. En Él está toda la bondad que puedas imaginar, y la quiere volcar en ti.
Igual que en el Evangelio, Jesús hoy es presencia real y transformadora que te mira y te cuida; solo tienes que dejarle que te dé el “caramelo” que necesitas para saberte amado y, desde ese Amor, ir tú también a los demás.
“Vuestro Padre sabe lo que necesitáis antes de que lo pidáis.” Mt, 6,8
Pide a Jesús que te muestre una necesidad en tu entorno: llevar un café, acompañar a alguien al médico, esperar… Mira con amor, y desde Él, sé alivio para quienes te rodean.
Hoy, el reto del amor es que des un " caramelo” a alguien.
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Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Buenos días, hoy Matilde nos lleva al Señor. Qué pases un feliz día.
“NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDES HACER HOY”
¿Y qué es lo que dejo para mañana, lo que tengo que hacer hoy?...
Pues, hoy meditaba en algo que nos pasa con mucha frecuencia: a lo largo del día, me suceden muchas cosas que me hablan de Dios.
Unas veces, es una palabra amable y llena de delicadeza; otra, es el verme libre, sin saber cómo, de un peligro en el que habría caído; cuando no, el recibir una reprensión o un aviso que, me ha hecho ver que Alguien velaba por mí para no entristecer al Espíritu Santo, mi Consolador y fiel amigo que nunca me deja solo; otras veces, al escuchar la Palabra de Dios, como si me golpeara el corazón y me pidiera, con gran delicadeza,pero insistentemente que la retenga que no la deje pasar sobre mi vida porque lleva en sí mucho fruto y gozo en el Espíritu Santo...
Y con mucha frecuencia, se me ofrece a los ojos y a los oídos, la vista y los sonidos de la bella Creación que me rodea y que Dios ha creado para mí con amor y desea arrancarme en ella, una acción de gracias y una alabanza…
Todo esto, una u otra vez, nos sucede a todos. Me doy cuenta del paso de la gracia y, no lo guardo en un breve escrito informal, para fijarlo en mi vida. Este “recordatorio”, me haría darme cuenta de que vivo en la presencia de Dios más frecuentemente de lo que yo imagino.
Sería, al volver sobre ello, una vez escrito, un motivo muy bello y real de dar gracias a Dios porque Él es mi Pastor y con Él a mi derecha, no puedo vacilar ni alejarme de su Amor que, vela sobre mí como una “sombra amiga”.
Hoy, el reto del amor es invitarte, amigo retero, a escribir cada paso que Dios ha hecho en tu vida, en lo cotidiano, en lo vulgar y también en lo importante. Este ejercicio sencillo, me acercará a Dios con más frecuencia y, le daré gracias: “¡No dejes para mañana lo que no harás, si no lo haces hoy!”
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
“NO DEJES PARA MAÑANA LO QUE PUEDES HACER HOY”
¿Y qué es lo que dejo para mañana, lo que tengo que hacer hoy?...
Pues, hoy meditaba en algo que nos pasa con mucha frecuencia: a lo largo del día, me suceden muchas cosas que me hablan de Dios.
Unas veces, es una palabra amable y llena de delicadeza; otra, es el verme libre, sin saber cómo, de un peligro en el que habría caído; cuando no, el recibir una reprensión o un aviso que, me ha hecho ver que Alguien velaba por mí para no entristecer al Espíritu Santo, mi Consolador y fiel amigo que nunca me deja solo; otras veces, al escuchar la Palabra de Dios, como si me golpeara el corazón y me pidiera, con gran delicadeza,pero insistentemente que la retenga que no la deje pasar sobre mi vida porque lleva en sí mucho fruto y gozo en el Espíritu Santo...
Y con mucha frecuencia, se me ofrece a los ojos y a los oídos, la vista y los sonidos de la bella Creación que me rodea y que Dios ha creado para mí con amor y desea arrancarme en ella, una acción de gracias y una alabanza…
Todo esto, una u otra vez, nos sucede a todos. Me doy cuenta del paso de la gracia y, no lo guardo en un breve escrito informal, para fijarlo en mi vida. Este “recordatorio”, me haría darme cuenta de que vivo en la presencia de Dios más frecuentemente de lo que yo imagino.
Sería, al volver sobre ello, una vez escrito, un motivo muy bello y real de dar gracias a Dios porque Él es mi Pastor y con Él a mi derecha, no puedo vacilar ni alejarme de su Amor que, vela sobre mí como una “sombra amiga”.
Hoy, el reto del amor es invitarte, amigo retero, a escribir cada paso que Dios ha hecho en tu vida, en lo cotidiano, en lo vulgar y también en lo importante. Este ejercicio sencillo, me acercará a Dios con más frecuencia y, le daré gracias: “¡No dejes para mañana lo que no harás, si no lo haces hoy!”
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UN SOLO CORAZÓN
Estos días hemos estado reunidas 21 comunidades, representadas por las respectivas Madres Prioras y una delegada de cada monasterio, presididas por una presidenta federal de nuestra Orden y un dominico asistente canónico, en Asamblea Federal.
En total éramos 42 hermanas de distintas procedencias, países y culturas. Pero ha sido impresionante ver cómo lo que nos unía era un mismo espíritu. Miraba a las hermanas y veía en ellas un gran deseo de seguir a Cristo en las huellas de nuestro fundador, santo Domingo.
Es verdad que en estas reuniones no faltan las preocupaciones, y hemos podido dialogar mucho para buscar nuevas soluciones. Sin embargo, las preocupaciones se veían como oportunidades para aprender.
En ningún momento oí decir: “esto no tiene solución”; todo tenía una salida.
En los momentos de descanso, me acercaba a la capilla a estar un poco con el Señor, y siempre me encontraba con hermanas que, sin duda, hacían lo mismo: presentarle al Señor lo que estábamos tratando.
Allí, con Él, le pedíamos luz para discernir cuál era Su voluntad y lo mejor para todas.
A Jesús lo vemos en el Evangelio cómo se reúne con Sus discípulos para instruirlos.
Ellos le preguntan, dialogan con Él cuando no entienden algo.
Y Jesús los mira con cariño y, una y otra vez, los instruye.
Pero cuando termina, se retira a orar con Su Padre.
Tenía esos momentos de intimidad orante donde lo encontraba todo.
También vemos a los discípulos intentando dialogar entre ellos. Sin embargo, es Jesús quien consigue comunión y unidad entre ellos.
Esto es lo que hemos vivido estos días: Jesús es quien nos ha regalado esta comunión, esta unión para tener un solo corazón entre todas.
Porque sin Él en el centro, esto no es posible.
Hoy, el reto del amor es poner a Jesús en medio de esa relación que das por perdida o en esa conversación que hoy vas a tener y sabes que será difícil.
Deja que Jesús entre y sea Él quien os una.
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKRDCK3C4--/?igsh=MWs1czR4NnFiMjI0bw==
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UN SOLO CORAZÓN
Estos días hemos estado reunidas 21 comunidades, representadas por las respectivas Madres Prioras y una delegada de cada monasterio, presididas por una presidenta federal de nuestra Orden y un dominico asistente canónico, en Asamblea Federal.
En total éramos 42 hermanas de distintas procedencias, países y culturas. Pero ha sido impresionante ver cómo lo que nos unía era un mismo espíritu. Miraba a las hermanas y veía en ellas un gran deseo de seguir a Cristo en las huellas de nuestro fundador, santo Domingo.
Es verdad que en estas reuniones no faltan las preocupaciones, y hemos podido dialogar mucho para buscar nuevas soluciones. Sin embargo, las preocupaciones se veían como oportunidades para aprender.
En ningún momento oí decir: “esto no tiene solución”; todo tenía una salida.
En los momentos de descanso, me acercaba a la capilla a estar un poco con el Señor, y siempre me encontraba con hermanas que, sin duda, hacían lo mismo: presentarle al Señor lo que estábamos tratando.
Allí, con Él, le pedíamos luz para discernir cuál era Su voluntad y lo mejor para todas.
A Jesús lo vemos en el Evangelio cómo se reúne con Sus discípulos para instruirlos.
Ellos le preguntan, dialogan con Él cuando no entienden algo.
Y Jesús los mira con cariño y, una y otra vez, los instruye.
Pero cuando termina, se retira a orar con Su Padre.
Tenía esos momentos de intimidad orante donde lo encontraba todo.
También vemos a los discípulos intentando dialogar entre ellos. Sin embargo, es Jesús quien consigue comunión y unidad entre ellos.
Esto es lo que hemos vivido estos días: Jesús es quien nos ha regalado esta comunión, esta unión para tener un solo corazón entre todas.
Porque sin Él en el centro, esto no es posible.
Hoy, el reto del amor es poner a Jesús en medio de esa relación que das por perdida o en esa conversación que hoy vas a tener y sabes que será difícil.
Deja que Jesús entre y sea Él quien os una.
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
MIGUITAS
Acabo de poner dos preciosas pajareras en unos árboles del jardín. Son como unas casitas, pero totalmente abiertas, en las que pongo comida y agua para los pajaritos.
Encontrar la ubicación exacta me llevó lo mío. No quería colgarlas en un árbol sin más; ¡mi objetivo es poder observarlas desde una de las ventanas del Noviciado! Así podré disfrutar de los gorriones y petirrojos sin que me vean y sin asustarlos…
Bueno, ese es el plan… a largo plazo. ¡Porque por ahora la comida desaparece sin que pueda ver ni un solo pájaro! Creo que todavía van con miedo, procurando no ser vistos, ¡hay que darles tiempo!
Pero, aunque no los veo, cada mañana vuelvo a dejar unas migas de pan, confiando en que un día seremos amigos.
De pronto me he dado cuenta de que así actúa el Señor con nosotros: ¡es Él quien da el primer paso! Es Él quien cada día nos deja “miguitas” de amor, dándonos tiempo, con la serenidad del cariño, para que crezcamos en confianza, para que cada día nos acerquemos un porquito más a Él… ¡y nos dejemos ver!
Así lo ha hecho desde el principio de nuestra historia. Su amor por nosotros comenzó mucho antes de que naciésemos, mucho antes de que pudiéramos hacer nada por agradecer o responder a su amor. ¡Nos ama porque nos ama!
En palabras de san Juan: “Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19).
Su amor no depende de nuestra respuesta. Su amor es inmenso, ¡incondicional! Cada mañana, vuelve a salir a nuestro encuentro, nos espera, nos busca. Porque, cada día, vuelve a amarte primero.
“Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?” (Mt 6, 26).
Hoy el reto del amor es que contemples a los pájaros, que escuches sus cantos… ¡deja que estos alados amigos sean hoy para ti recuerdo del amor de Cristo!
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKTmeIZiftP/?igsh=YzZ0NXg4aWIwcGdz
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
MIGUITAS
Acabo de poner dos preciosas pajareras en unos árboles del jardín. Son como unas casitas, pero totalmente abiertas, en las que pongo comida y agua para los pajaritos.
Encontrar la ubicación exacta me llevó lo mío. No quería colgarlas en un árbol sin más; ¡mi objetivo es poder observarlas desde una de las ventanas del Noviciado! Así podré disfrutar de los gorriones y petirrojos sin que me vean y sin asustarlos…
Bueno, ese es el plan… a largo plazo. ¡Porque por ahora la comida desaparece sin que pueda ver ni un solo pájaro! Creo que todavía van con miedo, procurando no ser vistos, ¡hay que darles tiempo!
Pero, aunque no los veo, cada mañana vuelvo a dejar unas migas de pan, confiando en que un día seremos amigos.
De pronto me he dado cuenta de que así actúa el Señor con nosotros: ¡es Él quien da el primer paso! Es Él quien cada día nos deja “miguitas” de amor, dándonos tiempo, con la serenidad del cariño, para que crezcamos en confianza, para que cada día nos acerquemos un porquito más a Él… ¡y nos dejemos ver!
Así lo ha hecho desde el principio de nuestra historia. Su amor por nosotros comenzó mucho antes de que naciésemos, mucho antes de que pudiéramos hacer nada por agradecer o responder a su amor. ¡Nos ama porque nos ama!
En palabras de san Juan: “Él nos amó primero” (1 Jn 4, 19).
Su amor no depende de nuestra respuesta. Su amor es inmenso, ¡incondicional! Cada mañana, vuelve a salir a nuestro encuentro, nos espera, nos busca. Porque, cada día, vuelve a amarte primero.
“Mirad los pájaros del cielo: no siembran ni siegan, ni almacenan y, sin embargo, vuestro Padre celestial los alimenta. ¿No valéis vosotros más que ellos?” (Mt 6, 26).
Hoy el reto del amor es que contemples a los pájaros, que escuches sus cantos… ¡deja que estos alados amigos sean hoy para ti recuerdo del amor de Cristo!
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¡Feliz día!
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UN ESPECTÁCULO CELESTE
¡Anoche se desató una tormenta eléctrica impresionante! Me encanta sentarme bajo mi ventana y contemplar ese espectáculo maravilloso. Al ver los rayos de un lado a otro del cielo, la intensa lluvia, las nubes… me daba cuenta de que todos los fenómenos del cielo nos resultan inmensos, aunque sepamos que son fenómenos naturales y que tienen una explicación científica.
Es una inmensidad que nos supera y que nos hace descubrir nuestra pequeñez, nuestro poder tan limitado. El cielo habla de grandiosidad, de majestuosidad… Así que me acosté pensando precisamente en esto.
Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor, y precisamente aquel espectáculo celeste me recordó algo que había leído del papa Benedicto XVI sobre esta fiesta. Él explicaba que es importante mirar esta solemnidad a la luz del Antiguo Testamento, de donde sabemos que el término “elevación” hace referencia a la toma de posesión de los reyes. Explica que el sentido de esta Solemnidad no es que Jesús subiera de la tierra al cielo, porque el cielo no es un espacio más allá de las nubes y de las estrellas. Su Ascensión significa, en parte, que se eleva para tomar posesión de su Reino.
Por eso es una fiesta para todos los cristianos: porque el Reino de Cristo ha comenzado.
“Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18). Sabemos bien que su Reino no es de este mundo; está muy por encima de este mundo, aunque estamos llamados a vivir de él ya aquí.
Su Reino ha comenzado, sí, pero el que yo comience a vivirlo ya aquí tan solo depende de mí, de que en mi vida le deje ser Rey, deje a Dios ser Dios. Y es que todo su poder y omnipotencia se detienen ante nuestra libertad.
Hoy el reto del amor es mirar al cielo y hacer una opción personal.
¿Quién quieres que sea tu Rey? ¿Bajo qué bandera estás?
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKWOm-hi_TL/?igsh=MTFwaDNvdGRvaTczag==
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¡Feliz día!
UN ESPECTÁCULO CELESTE
¡Anoche se desató una tormenta eléctrica impresionante! Me encanta sentarme bajo mi ventana y contemplar ese espectáculo maravilloso. Al ver los rayos de un lado a otro del cielo, la intensa lluvia, las nubes… me daba cuenta de que todos los fenómenos del cielo nos resultan inmensos, aunque sepamos que son fenómenos naturales y que tienen una explicación científica.
Es una inmensidad que nos supera y que nos hace descubrir nuestra pequeñez, nuestro poder tan limitado. El cielo habla de grandiosidad, de majestuosidad… Así que me acosté pensando precisamente en esto.
Hoy la Iglesia celebra la Solemnidad de la Ascensión del Señor, y precisamente aquel espectáculo celeste me recordó algo que había leído del papa Benedicto XVI sobre esta fiesta. Él explicaba que es importante mirar esta solemnidad a la luz del Antiguo Testamento, de donde sabemos que el término “elevación” hace referencia a la toma de posesión de los reyes. Explica que el sentido de esta Solemnidad no es que Jesús subiera de la tierra al cielo, porque el cielo no es un espacio más allá de las nubes y de las estrellas. Su Ascensión significa, en parte, que se eleva para tomar posesión de su Reino.
Por eso es una fiesta para todos los cristianos: porque el Reino de Cristo ha comenzado.
“Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la tierra” (Mt 28,18). Sabemos bien que su Reino no es de este mundo; está muy por encima de este mundo, aunque estamos llamados a vivir de él ya aquí.
Su Reino ha comenzado, sí, pero el que yo comience a vivirlo ya aquí tan solo depende de mí, de que en mi vida le deje ser Rey, deje a Dios ser Dios. Y es que todo su poder y omnipotencia se detienen ante nuestra libertad.
Hoy el reto del amor es mirar al cielo y hacer una opción personal.
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¡Feliz día!
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Joane nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
UNO CON EL OTRO
Una Hermana me pidió que le llevase el bastón hasta su celda. Empecé a andar despacio, utilizándolo para hacerle sonreír.
Seguí con ello más de lo que pretendía. Caminaba al ritmo que podría caminar si realmente lo necesitase. Su celda no está lejos de donde estábamos, pero se me empezó a hacer eterno el camino. Mi cabeza quería correr y con el bastón no se puede.
Se lo compartí a ella:
— se hace todo muy largo y mi cabeza quiere correr.
—¡Eso es lo que me pasa a mí! —respondió ella.
Qué diferente es ver que alguien lleva “bastón” a sentir con la persona que lo lleva.
Jesús, ¡esa es su forma de Amarnos! Así es Su Corazón: no te mira desde lejos, coge tu “bastón”, tu debilidad, y camina con ella. No es un Dios que te ayude a caminar cogiéndote del brazo para que vayas más ligero; es un Dios que camina contigo, que se hace uno contigo.
Su Corazón conoce qué es el miedo, el rechazo, las dificultades… por eso puede acompañar cada rincón del nuestro.
El hecho de que el Corazón de Jesús sea Misericordia es profundo: un Amor que comprende, se inclina hacia nuestra fragilidad, y está constantemente implicado en nuestras vidas.
Y yo, que tantas veces experimento esto, que tengo referencia de Su Misericordia conmigo… con esta sencilla anécdota experimenté la importancia de hacernos uno con el otro; de Amar como somos amados.
Orar por la persona con la que estamos, pedir a Jesús que nos muestre cómo ama Él, que nos ayude a descubrir qué supone vivir desde la Misericordia. Hacernos cargo de las limitaciones de los demás, de sus dificultades, de lo que viven, y darles lo que realmente necesitan, poniéndonos en sus zapatos.
«Gozad con los que gozan, llorad con los que lloran»
Romanos 12,15
Hoy el reto del amor es que, antes de hablar, te hagas uno con esa persona que te va a hablar.
Que se sienta mirada, escuchada y amada, experimentando a través de ti Su Misericordia.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
UNO CON EL OTRO
Una Hermana me pidió que le llevase el bastón hasta su celda. Empecé a andar despacio, utilizándolo para hacerle sonreír.
Seguí con ello más de lo que pretendía. Caminaba al ritmo que podría caminar si realmente lo necesitase. Su celda no está lejos de donde estábamos, pero se me empezó a hacer eterno el camino. Mi cabeza quería correr y con el bastón no se puede.
Se lo compartí a ella:
— se hace todo muy largo y mi cabeza quiere correr.
—¡Eso es lo que me pasa a mí! —respondió ella.
Qué diferente es ver que alguien lleva “bastón” a sentir con la persona que lo lleva.
Jesús, ¡esa es su forma de Amarnos! Así es Su Corazón: no te mira desde lejos, coge tu “bastón”, tu debilidad, y camina con ella. No es un Dios que te ayude a caminar cogiéndote del brazo para que vayas más ligero; es un Dios que camina contigo, que se hace uno contigo.
Su Corazón conoce qué es el miedo, el rechazo, las dificultades… por eso puede acompañar cada rincón del nuestro.
El hecho de que el Corazón de Jesús sea Misericordia es profundo: un Amor que comprende, se inclina hacia nuestra fragilidad, y está constantemente implicado en nuestras vidas.
Y yo, que tantas veces experimento esto, que tengo referencia de Su Misericordia conmigo… con esta sencilla anécdota experimenté la importancia de hacernos uno con el otro; de Amar como somos amados.
Orar por la persona con la que estamos, pedir a Jesús que nos muestre cómo ama Él, que nos ayude a descubrir qué supone vivir desde la Misericordia. Hacernos cargo de las limitaciones de los demás, de sus dificultades, de lo que viven, y darles lo que realmente necesitan, poniéndonos en sus zapatos.
«Gozad con los que gozan, llorad con los que lloran»
Romanos 12,15
Hoy el reto del amor es que, antes de hablar, te hagas uno con esa persona que te va a hablar.
Que se sienta mirada, escuchada y amada, experimentando a través de ti Su Misericordia.
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Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
DÍA DE LLUVIA
Ayer fue un día de mucha lluvia, sobre todo por la tarde. Hubo un momento en que llovía con mucha fuerza. Al pasar por el claustro, me di cuenta de que el canalón no podía canalizar toda el agua que le llegaba y se desbordaba por arriba. Así, el agua salía por todos los sitios.
Me quedé un rato mirándolo y me di cuenta de que el agua ya no podía ser controlada. Me habría gustado que siguiera su curso por el canalón, pero su intensidad hacía que se desbordara.
En la oración le decía al Señor que así es su amor: siempre nos desborda. Queremos controlarle a Dios y se nos sale por todos los lados. Pero esto es algo muy bueno, porque el que no podamos controlar a Dios nos dice que es realmente Dios. Si pudiéramos controlarle, ya no sería Dios.
Ante esta falta de control por nuestra parte, el camino es la confianza. Porque nosotros no sabremos qué hacer ni cómo actuar, pero Él sí sabe cuál es el siguiente paso y nos lo dirá en el momento oportuno.
Es verdad que, cuando vemos que se nos desbordan las personas o los acontecimientos, lo que nos sale es querer controlarlo, pensando que así encontraremos la paz. Pero no es verdad. La paz la encontramos en el Señor, en confiar que Él está detrás de todo lo que vivimos.
Nosotros somos seres humanos y, por lo tanto, limitados. Pero para el Señor no hay límites. A Él nunca se le desborda nada. Todo está en su plan de salvación para cada uno de nosotros.
Porque la fe no es tenerlo todo claro, sino saber en quién confío cuando todo está oscuro.
Hoy el reto del amor es hacer un rato de oración y entregarle al Señor esa situación que te desborda, dejarla en sus manos, en su cruz, y poner tu confianza en Él.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
DÍA DE LLUVIA
Ayer fue un día de mucha lluvia, sobre todo por la tarde. Hubo un momento en que llovía con mucha fuerza. Al pasar por el claustro, me di cuenta de que el canalón no podía canalizar toda el agua que le llegaba y se desbordaba por arriba. Así, el agua salía por todos los sitios.
Me quedé un rato mirándolo y me di cuenta de que el agua ya no podía ser controlada. Me habría gustado que siguiera su curso por el canalón, pero su intensidad hacía que se desbordara.
En la oración le decía al Señor que así es su amor: siempre nos desborda. Queremos controlarle a Dios y se nos sale por todos los lados. Pero esto es algo muy bueno, porque el que no podamos controlar a Dios nos dice que es realmente Dios. Si pudiéramos controlarle, ya no sería Dios.
Ante esta falta de control por nuestra parte, el camino es la confianza. Porque nosotros no sabremos qué hacer ni cómo actuar, pero Él sí sabe cuál es el siguiente paso y nos lo dirá en el momento oportuno.
Es verdad que, cuando vemos que se nos desbordan las personas o los acontecimientos, lo que nos sale es querer controlarlo, pensando que así encontraremos la paz. Pero no es verdad. La paz la encontramos en el Señor, en confiar que Él está detrás de todo lo que vivimos.
Nosotros somos seres humanos y, por lo tanto, limitados. Pero para el Señor no hay límites. A Él nunca se le desborda nada. Todo está en su plan de salvación para cada uno de nosotros.
Porque la fe no es tenerlo todo claro, sino saber en quién confío cuando todo está oscuro.
Hoy el reto del amor es hacer un rato de oración y entregarle al Señor esa situación que te desborda, dejarla en sus manos, en su cruz, y poner tu confianza en Él.
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¡Feliz día!
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EN CONSTRUCCIÓN
Siguen las obras en la calle junto a nuestra capilla. Lógicamente, ellos tienen que hacer su trabajo; por ello, sobrellevamos los intensos ruidos de maquinaria con paciencia.
Ayer fui a estar un rato con el Señor, y ahí, con el ruido de fondo, me puse a pensar que nosotras lo tenemos muy fácil para acercarnos al Sagrario en cualquier momento del día. Basta con pasar por el claustro y asomarnos a una de las tribunas que da a la iglesia, y ya lo tenemos. O entrar un instante por el corrillo (antigua capilla con un ventanal hacia la iglesia), y ahí está Él…
Sin embargo, sabemos bien que afuera no es tan fácil. Y cuántas veces sucede que, cuando sales de casa para ir un rato con el Señor, hay una “obra ruidosa” al lado… A veces parece que surgen mil impedimentos.
Pero, pensándolo bien, no importa si lo tenemos tan accesible o si tenemos que salir a buscarlo, porque hay “ruidos” tan humanos que se oyen hasta en el más profundo silencio.
Y es que, en definitiva, todos nuestros ruidos —exteriores o interiores— nos ayudan a ser conscientes de la necesidad que tenemos de parar con Él. Ante estas circunstancias tan normales, el “patas” se quiere valer de ello para que desistamos en nuestro empeño de buscar cada día al Señor. Por ello, lo nuestro es perseverar en esa búsqueda del Señor: de Su respuesta a nuestras preguntas, de encontrarnos cada día con Él, de buscar un lugar menos ruidoso o de abrir nuestro corazón a alguien de confianza para que nos señale al Señor.
Nuestra oración siempre va a estar “en obras”, porque estamos en construcción, pero ese es el síntoma de que algo nuevo está haciendo Él con nosotros. ¡No tengas miedo, confía en Él!
Hoy el reto del amor es perseverar en la oración. ¿Has encontrado ya tu lugar de oración? Qué bueno es tener un espacio concreto y un momento buscado. Todo para dejar que el Señor vaya trabajando en nosotros. ¡La obra que Él ha comenzado, Él mismo la llevará a término!
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
EN CONSTRUCCIÓN
Siguen las obras en la calle junto a nuestra capilla. Lógicamente, ellos tienen que hacer su trabajo; por ello, sobrellevamos los intensos ruidos de maquinaria con paciencia.
Ayer fui a estar un rato con el Señor, y ahí, con el ruido de fondo, me puse a pensar que nosotras lo tenemos muy fácil para acercarnos al Sagrario en cualquier momento del día. Basta con pasar por el claustro y asomarnos a una de las tribunas que da a la iglesia, y ya lo tenemos. O entrar un instante por el corrillo (antigua capilla con un ventanal hacia la iglesia), y ahí está Él…
Sin embargo, sabemos bien que afuera no es tan fácil. Y cuántas veces sucede que, cuando sales de casa para ir un rato con el Señor, hay una “obra ruidosa” al lado… A veces parece que surgen mil impedimentos.
Pero, pensándolo bien, no importa si lo tenemos tan accesible o si tenemos que salir a buscarlo, porque hay “ruidos” tan humanos que se oyen hasta en el más profundo silencio.
Y es que, en definitiva, todos nuestros ruidos —exteriores o interiores— nos ayudan a ser conscientes de la necesidad que tenemos de parar con Él. Ante estas circunstancias tan normales, el “patas” se quiere valer de ello para que desistamos en nuestro empeño de buscar cada día al Señor. Por ello, lo nuestro es perseverar en esa búsqueda del Señor: de Su respuesta a nuestras preguntas, de encontrarnos cada día con Él, de buscar un lugar menos ruidoso o de abrir nuestro corazón a alguien de confianza para que nos señale al Señor.
Nuestra oración siempre va a estar “en obras”, porque estamos en construcción, pero ese es el síntoma de que algo nuevo está haciendo Él con nosotros. ¡No tengas miedo, confía en Él!
Hoy el reto del amor es perseverar en la oración. ¿Has encontrado ya tu lugar de oración? Qué bueno es tener un espacio concreto y un momento buscado. Todo para dejar que el Señor vaya trabajando en nosotros. ¡La obra que Él ha comenzado, Él mismo la llevará a término!
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Sión nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
MAESTRO CHOCOLATERO
Había hecho unas pastas de té, solo me faltaba cubrirlas de chocolate. Generalmente derrito el chocolate al baño maría, pero, al ser tan poquita cantidad, se me ocurrió que sería mejor hacerlo en el microondas.
Tras unas pocas vueltas no se había derretido nada, así que puse más potencia y repetí la operación.
Al sacarlo vi que todo el chocolate se había fundido, salvo por unos cuantos grumos. Nunca me habían salido grumos en el chocolate, pero calculé que sólo había que calentarlo un poco más…
¡¡Dramático error!!
Al sacar el vaso, ¡me encontré el chocolate totalmente granulado, casi convertido en “bizcocho”! Resulta que el chocolate, cuando está a mucha temperatura, se “quema”… y se estropea por completo…
De pronto caí en la cuenta de que mi error había sido subir la potencia del microondas, ¡querer correr! ¡¡Y cuántas veces las prisas nos hacen estropear el “chocolate” que tenemos entre manos!!
Y así he podido darme cuenta de lo bonito y tierno que es el amor del Señor: ¡Cristo nunca nos mete prisa! Él se acomoda a nuestro ritmo, sabe esperarnos, caminar a nuestro paso… ¡nos da tiempo para que hagamos nuestros procesos!
El Resucitado no se hizo ningún problema en dedicar la tarde de su gran victoria a caminar junto a esos dos discípulos “desertores” que huían a Emaús. ¡Caminaron juntos hasta el anochecer! Cristo no tuvo prisa con ellos, no se asustó de sus dudas, ¡les explicó las Escrituras!
Y así, muy lentamente, con mucha suavidad y cariño, aquellos discípulos sintieron que les ardía el corazón.
¡¡Qué aspecto más bonito del amor del Señor, este saber esperar, no meter prisa, dedicar tiempo!! Ciertamente, “el amor es paciente” (1 Cor 13, 4).
Hoy el reto del amor es disfrutar del amor paciente de Cristo hacia ti… ¡Haz de esa paciencia y serenidad un regalo para los demás!
VIVE DE CRISTO
https://www.instagram.com/p/DKgdUumN2Sm/?igsh=MXBsYTIwbzYyN25pZg==
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MAESTRO CHOCOLATERO
Había hecho unas pastas de té, solo me faltaba cubrirlas de chocolate. Generalmente derrito el chocolate al baño maría, pero, al ser tan poquita cantidad, se me ocurrió que sería mejor hacerlo en el microondas.
Tras unas pocas vueltas no se había derretido nada, así que puse más potencia y repetí la operación.
Al sacarlo vi que todo el chocolate se había fundido, salvo por unos cuantos grumos. Nunca me habían salido grumos en el chocolate, pero calculé que sólo había que calentarlo un poco más…
¡¡Dramático error!!
Al sacar el vaso, ¡me encontré el chocolate totalmente granulado, casi convertido en “bizcocho”! Resulta que el chocolate, cuando está a mucha temperatura, se “quema”… y se estropea por completo…
De pronto caí en la cuenta de que mi error había sido subir la potencia del microondas, ¡querer correr! ¡¡Y cuántas veces las prisas nos hacen estropear el “chocolate” que tenemos entre manos!!
Y así he podido darme cuenta de lo bonito y tierno que es el amor del Señor: ¡Cristo nunca nos mete prisa! Él se acomoda a nuestro ritmo, sabe esperarnos, caminar a nuestro paso… ¡nos da tiempo para que hagamos nuestros procesos!
El Resucitado no se hizo ningún problema en dedicar la tarde de su gran victoria a caminar junto a esos dos discípulos “desertores” que huían a Emaús. ¡Caminaron juntos hasta el anochecer! Cristo no tuvo prisa con ellos, no se asustó de sus dudas, ¡les explicó las Escrituras!
Y así, muy lentamente, con mucha suavidad y cariño, aquellos discípulos sintieron que les ardía el corazón.
¡¡Qué aspecto más bonito del amor del Señor, este saber esperar, no meter prisa, dedicar tiempo!! Ciertamente, “el amor es paciente” (1 Cor 13, 4).
Hoy el reto del amor es disfrutar del amor paciente de Cristo hacia ti… ¡Haz de esa paciencia y serenidad un regalo para los demás!
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¡Feliz día!
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Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hoy te invitamos a rezar con nosotras desde el Monasterio de las Madres Dominicas de Lerma, a las 18:45h rezaremos el Santo Rosario y a las 19:00h Vísperas, en directo por Radio María.
Si quieres unirte, puedes conectarte desde este enlace:
🔗 https://www.youtube.com/live/i9FJUrbidHs?si=250Ov7OgwYbL9Eqa
¡Te esperamos en la oración! 🙏✨
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Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
EL REGALO
Ayer me avisaron de la llegada de un regalo. Mi sorpresa fue que, aunque en la portería había varios paquetes, el mío lo distinguí rápidamente. Era distinto, estaba envuelto con papel de regalo y, además, el papel era diseño especial de la tienda.
Me fue muy fácil identificarlo, pero lo que más me sorprendió fue la delicadeza con la que habían cuidado cada detalle: una pegatina, un papel religioso, una tarjeta de agradecimiento, todo bien doblado y ordenado.
En la oración, le daba gracias al Señor por tener tantos detalles conmigo a lo largo del día. Sé que muchos se me pasan y ni me entero, pero de otros muchos me doy cuenta al momento, y le doy gracias rápidamente. Cuando le agradezco algo al Señor, el alma se ensancha y los ojos se abren mucho más para seguir reconociéndole vivo y resucitado a lo largo de la jornada.
En el Evangelio, Jesús hace milagros espectaculares: convertir el agua en vino, resucitar a un muerto, curar a un poseído, a un paralítico… Pero también le gustaban los milagros que no hacían ruido: una mirada al pobre del borde del camino, una palabra de consuelo a la viuda… Con sus discípulos, una y otra vez, les explicaba el Reino de Dios.
En el Evangelio vemos a Jesús con detalles que marcan la diferencia, que convierten lo ordinario en extraordinario. Porque el amor hace grandes las cosas pequeñas. Y ahí, en el detalle que nadie ve, tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará. Porque a los ojos del Señor, nada queda oculto. Él está siempre con nosotros y nos da la fuerza para amar en todo momento.
Hoy el reto del amor es hacer dos cosas por amor al Señor. No busques recompensas humanas, solo mira a Cristo y ama. Verás que la felicidad te llenará el alma de alegría.
VIVE DE CRISTO
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EL REGALO
Ayer me avisaron de la llegada de un regalo. Mi sorpresa fue que, aunque en la portería había varios paquetes, el mío lo distinguí rápidamente. Era distinto, estaba envuelto con papel de regalo y, además, el papel era diseño especial de la tienda.
Me fue muy fácil identificarlo, pero lo que más me sorprendió fue la delicadeza con la que habían cuidado cada detalle: una pegatina, un papel religioso, una tarjeta de agradecimiento, todo bien doblado y ordenado.
En la oración, le daba gracias al Señor por tener tantos detalles conmigo a lo largo del día. Sé que muchos se me pasan y ni me entero, pero de otros muchos me doy cuenta al momento, y le doy gracias rápidamente. Cuando le agradezco algo al Señor, el alma se ensancha y los ojos se abren mucho más para seguir reconociéndole vivo y resucitado a lo largo de la jornada.
En el Evangelio, Jesús hace milagros espectaculares: convertir el agua en vino, resucitar a un muerto, curar a un poseído, a un paralítico… Pero también le gustaban los milagros que no hacían ruido: una mirada al pobre del borde del camino, una palabra de consuelo a la viuda… Con sus discípulos, una y otra vez, les explicaba el Reino de Dios.
En el Evangelio vemos a Jesús con detalles que marcan la diferencia, que convierten lo ordinario en extraordinario. Porque el amor hace grandes las cosas pequeñas. Y ahí, en el detalle que nadie ve, tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensará. Porque a los ojos del Señor, nada queda oculto. Él está siempre con nosotros y nos da la fuerza para amar en todo momento.
Hoy el reto del amor es hacer dos cosas por amor al Señor. No busques recompensas humanas, solo mira a Cristo y ama. Verás que la felicidad te llenará el alma de alegría.
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DAR LO RECIBIDO
El jueves vinieron los voluntarios de Radio María para retransmitir las Vísperas y el Rosario desde el Monasterio. Llegaron un rato antes y pude ver cómo montaban el cableado, la mesa de mezclas, micrófonos…
Me impresionaba verles: deben hacer mucho esto en distintos sitios y, sin embargo, ¡con qué cuidado lo preparaban! Hacían pruebas y nos daban indicaciones.
Cuando llegó el momento del directo, controlaban cada minuto. Teníamos que ajustarnos a un tiempo determinado, y los del control lo vivían con gran intensidad. ¡Qué caras de gozo al ver que, coordinándonos, habíamos terminado según lo previsto!
¿Personas que dedicaron una tarde, que buscaban que todo estuviese a punto…? Algunos habían salido de sus trabajos, viajado hasta aquí y dedicado la tarde a transmitir el Rosario y las Vísperas… ¿Por qué?
Después pude entender. Pudimos hablar un rato con ellos, y nos compartieron cómo habían llegado a hacer este voluntariado.
Detrás de cada uno: una experiencia con María o un encuentro con Jesús que les ha cambiado la vida. Esta era la clave de todo, el motor que les movía a hacer que la oración llegase a tantas personas que se sirven de este medio para hacer comunidad y rezar cada día.
Escucho esta radio en algunos momentos, pero nunca había reparado en los voluntarios que hacen un trabajo escondido por y para dar al Señor.
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16, 9-15), dijo Jesús a los discípulos después de que le vieron resucitado.
Si Cristo te ha regalado poder experimentarle vivo en tu vida, ve y anuncia a los que te rodean todo lo que has recibido.
El mundo tiene sed de Cristo, tiene sed de sentido y nosotros hemos recibido un gran don que no nos podemos quedar.
Es suficiente con una palabra, un gesto, llevar una cruz o signo religioso que les haga mirar a Cristo y saber que en ti hay algo diferente.
Hoy el reto del amor es que des testimonio de tu fe en el ambiente en el que te mueves.
VIVE DE CRISTO
Posdata: Te invito a escuchar el audio del capítulo María, amiga de Isabel, comentado por Sor Leticia. Descubrirás cómo María, al llegar a casa de su prima, trae consigo al Señor… y con Él, la alegría verdadera. ¡No te lo pierdas!
1 Parte
Spotify👇👇👇👇
https://open.spotify.com/episode/0AIIVk6E0iObj5TRdUAKYj?si=bsusuNp5TbuIz2kplIxBzA
YouTube 👇👇👇👇
https://youtu.be/6PgId4XBP6I
2 parte
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https://open.spotify.com/episode/5FE2bo3y3p9tk3HEFcvYW5?si=rdyi8PCDRGmCs8JHfHjZpg
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https://youtu.be/6_kmaQVg6hQ
http://dominicaslerma.es/
¡Feliz día!
DAR LO RECIBIDO
El jueves vinieron los voluntarios de Radio María para retransmitir las Vísperas y el Rosario desde el Monasterio. Llegaron un rato antes y pude ver cómo montaban el cableado, la mesa de mezclas, micrófonos…
Me impresionaba verles: deben hacer mucho esto en distintos sitios y, sin embargo, ¡con qué cuidado lo preparaban! Hacían pruebas y nos daban indicaciones.
Cuando llegó el momento del directo, controlaban cada minuto. Teníamos que ajustarnos a un tiempo determinado, y los del control lo vivían con gran intensidad. ¡Qué caras de gozo al ver que, coordinándonos, habíamos terminado según lo previsto!
¿Personas que dedicaron una tarde, que buscaban que todo estuviese a punto…? Algunos habían salido de sus trabajos, viajado hasta aquí y dedicado la tarde a transmitir el Rosario y las Vísperas… ¿Por qué?
Después pude entender. Pudimos hablar un rato con ellos, y nos compartieron cómo habían llegado a hacer este voluntariado.
Detrás de cada uno: una experiencia con María o un encuentro con Jesús que les ha cambiado la vida. Esta era la clave de todo, el motor que les movía a hacer que la oración llegase a tantas personas que se sirven de este medio para hacer comunidad y rezar cada día.
Escucho esta radio en algunos momentos, pero nunca había reparado en los voluntarios que hacen un trabajo escondido por y para dar al Señor.
«Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación» (Mc 16, 9-15), dijo Jesús a los discípulos después de que le vieron resucitado.
Si Cristo te ha regalado poder experimentarle vivo en tu vida, ve y anuncia a los que te rodean todo lo que has recibido.
El mundo tiene sed de Cristo, tiene sed de sentido y nosotros hemos recibido un gran don que no nos podemos quedar.
Es suficiente con una palabra, un gesto, llevar una cruz o signo religioso que les haga mirar a Cristo y saber que en ti hay algo diferente.
Hoy el reto del amor es que des testimonio de tu fe en el ambiente en el que te mueves.
VIVE DE CRISTO
Posdata: Te invito a escuchar el audio del capítulo María, amiga de Isabel, comentado por Sor Leticia. Descubrirás cómo María, al llegar a casa de su prima, trae consigo al Señor… y con Él, la alegría verdadera. ¡No te lo pierdas!
1 Parte
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Escuela de lectura - Sor Leticia OP, capítulo 3, primera parte - María, Amiga - Andrea Mardegan
Escuela de lectura Vive de Cristo · Episode
Hola, buenos días, hoy Leti nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PENTECOSTÉS
Estaba limpiando en el claustro y, en esta época, hay una pelusa blanca que es difícil de limpiar. Si me acerco, sale volando a otro sitio. Intento aplastarla y se expande… Total, después de limpiar, sigue prácticamente igual: las pelusas seguían corriendo. Al cabo de un rato me senté y le decía al Señor: “Qué difícil es atrapar estas pelusas…”
Hoy, en la Iglesia, celebramos Pentecostés: la venida del Espíritu Santo. Una de las maneras que la Iglesia lo define es como “un viento suave”, que no sabes de dónde viene ni a dónde va. Su misión es recordarnos y enseñarnos todo lo que Jesús hizo y dijo, para que seamos sus discípulos hasta los confines del mundo.
A veces nos cuesta reconocer que el Señor está vivo en nuestra vida, y es el Espíritu Santo quien te indica dónde está y cómo actúa. Porque sin Su Espíritu no podemos hacer nada. Jesús nos lo dijo: “Yo me voy, pero os enviaré al Espíritu Santo, que os lo enseñará todo.”
Este año, al diseñar los dones del Espíritu Santo, he puesto en cada uno una frase, intentando destacar algo específico:
• El don de Sabiduría: ver con los ojos de Dios. Vivir con su mirada.
• El don de Entendimiento: comprender lo que el corazón ya intuía.
• El don de Consejo: no caminar solo; el Espíritu te susurra por dónde ir.
• El don de Ciencia: conocer la creación y descubrir al Creador.
• El don de Piedad: el Amor del Señor no se razona, se abraza.
• El don de Fortaleza: cuando no puedes más… el Espíritu puede por ti.
• El don de Temor de Dios: no es miedo, es el Amor que te hace caer de rodillas.
Hoy, el reto del amor es tomarse un pequeño tiempo, agradecerle Su venida, y escuchar al Espíritu Santo para vivir hoy desde Su Amor.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
PENTECOSTÉS
Estaba limpiando en el claustro y, en esta época, hay una pelusa blanca que es difícil de limpiar. Si me acerco, sale volando a otro sitio. Intento aplastarla y se expande… Total, después de limpiar, sigue prácticamente igual: las pelusas seguían corriendo. Al cabo de un rato me senté y le decía al Señor: “Qué difícil es atrapar estas pelusas…”
Hoy, en la Iglesia, celebramos Pentecostés: la venida del Espíritu Santo. Una de las maneras que la Iglesia lo define es como “un viento suave”, que no sabes de dónde viene ni a dónde va. Su misión es recordarnos y enseñarnos todo lo que Jesús hizo y dijo, para que seamos sus discípulos hasta los confines del mundo.
A veces nos cuesta reconocer que el Señor está vivo en nuestra vida, y es el Espíritu Santo quien te indica dónde está y cómo actúa. Porque sin Su Espíritu no podemos hacer nada. Jesús nos lo dijo: “Yo me voy, pero os enviaré al Espíritu Santo, que os lo enseñará todo.”
Este año, al diseñar los dones del Espíritu Santo, he puesto en cada uno una frase, intentando destacar algo específico:
• El don de Sabiduría: ver con los ojos de Dios. Vivir con su mirada.
• El don de Entendimiento: comprender lo que el corazón ya intuía.
• El don de Consejo: no caminar solo; el Espíritu te susurra por dónde ir.
• El don de Ciencia: conocer la creación y descubrir al Creador.
• El don de Piedad: el Amor del Señor no se razona, se abraza.
• El don de Fortaleza: cuando no puedes más… el Espíritu puede por ti.
• El don de Temor de Dios: no es miedo, es el Amor que te hace caer de rodillas.
Hoy, el reto del amor es tomarse un pequeño tiempo, agradecerle Su venida, y escuchar al Espíritu Santo para vivir hoy desde Su Amor.
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¡Feliz día!
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Dominicas Lerma
Dominicas Lerma, Monasterio San Blas, Madres Dominicas Lerma. Vive de Cristo, Jornadas Monasticas, Magia que Evangeliza.
Hola, buenos días, hoy Israel nos lleva al Señor. Que pases un feliz día.
PRODIGIOS
Durante este fin de semana de Pentecostés, en una de las visitas que recibimos, una persona me dijo algo que me impresionó:
—Qué guapas estáis, ¡se os nota Dios!
Aquello de “se os nota Dios” me pareció el mayor piropo que se le puede decir a un cristiano.
Y, al instante, el Señor me regaló comprender que, precisamente, eso es Pentecostés: la venida del Espíritu Santo… ¡para que se nos note! Para que se note en nosotros que Él está vivo. Y es que, si ayer celebrábamos precisamente esta fiesta, hoy la Iglesia celebra a María, Madre de la Iglesia. Ella es la que permanece en oración en medio de nosotros, la que está detrás de nuestra oración, la que invoca con nosotros al Espíritu y nos prepara para acogerlo cada día de nuestra vida.
Todos los bautizados hemos recibido ya al Espíritu Santo en el Bautismo, y ha sido sellado en nosotros en la Confirmación. Su llama se reaviva en los sacramentos y en la oración… pero muchas veces vivimos un día tras otro como si no tuviéramos este Espíritu.
Este es el Espíritu de Dios, el que rompe fronteras, el que en aquel primer Pentecostés sacudió todo Jerusalén con un viento impetuoso, el que hizo salir de sus miedos a los discípulos reunidos con María, el que los inundó del Amor que ya nunca pudieron ocultar.
Pentecostés, para nosotros, es una renovación, un nuevo acontecimiento del Espíritu, para que “se agite en nosotros”, como dice la Palabra, y para que “se nos note Dios”; para que Él, por medio de nosotros, renueve la faz de la tierra.
Este es el regalo que hoy la Iglesia, junto con María, nos entrega. Y, con la oración que proclamó san Juan XXIII, le pedimos al Espíritu:
“Renueva en nuestros días los prodigios como de un nuevo Pentecostés.”
Hoy, el reto del amor es dejar que “se nos note Dios”. Él ya está contigo por el Espíritu Santo que has recibido; solo deja que su Huella te transforme, y tu vida traspasará su Amor a los demás.
VIVE DE CRISTO
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¡Feliz día!
PRODIGIOS
Durante este fin de semana de Pentecostés, en una de las visitas que recibimos, una persona me dijo algo que me impresionó:
—Qué guapas estáis, ¡se os nota Dios!
Aquello de “se os nota Dios” me pareció el mayor piropo que se le puede decir a un cristiano.
Y, al instante, el Señor me regaló comprender que, precisamente, eso es Pentecostés: la venida del Espíritu Santo… ¡para que se nos note! Para que se note en nosotros que Él está vivo. Y es que, si ayer celebrábamos precisamente esta fiesta, hoy la Iglesia celebra a María, Madre de la Iglesia. Ella es la que permanece en oración en medio de nosotros, la que está detrás de nuestra oración, la que invoca con nosotros al Espíritu y nos prepara para acogerlo cada día de nuestra vida.
Todos los bautizados hemos recibido ya al Espíritu Santo en el Bautismo, y ha sido sellado en nosotros en la Confirmación. Su llama se reaviva en los sacramentos y en la oración… pero muchas veces vivimos un día tras otro como si no tuviéramos este Espíritu.
Este es el Espíritu de Dios, el que rompe fronteras, el que en aquel primer Pentecostés sacudió todo Jerusalén con un viento impetuoso, el que hizo salir de sus miedos a los discípulos reunidos con María, el que los inundó del Amor que ya nunca pudieron ocultar.
Pentecostés, para nosotros, es una renovación, un nuevo acontecimiento del Espíritu, para que “se agite en nosotros”, como dice la Palabra, y para que “se nos note Dios”; para que Él, por medio de nosotros, renueve la faz de la tierra.
Este es el regalo que hoy la Iglesia, junto con María, nos entrega. Y, con la oración que proclamó san Juan XXIII, le pedimos al Espíritu:
“Renueva en nuestros días los prodigios como de un nuevo Pentecostés.”
Hoy, el reto del amor es dejar que “se nos note Dios”. Él ya está contigo por el Espíritu Santo que has recibido; solo deja que su Huella te transforme, y tu vida traspasará su Amor a los demás.
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