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En este contexto, si Trump reasumiera la presidencia, podría disminuir el apoyo a Ucrania, una prioridad crucial para Rusia. Sin embargo, Trump podría adoptar un enfoque aún más estricto hacia los musulmanes y palestinos, posiblemente superando la severidad de las políticas de Biden.
El realismo es imperativo y debemos prepararnos para un conflicto desafiante, grave y prolongado en el futuro cercano.
Es importante comprender que este no es un conflicto religioso sino mas bien una guerra materialista y atea de impostores contra todas las religiones tradicionales. Esto significa que podría haber llegado el momento de la batalla definitiva.
Biden aboga firmemente por la globalización; se opone a Rusia y apoya fervientemente la unipolaridad. La posición de Trump, sin embargo, es diferente. Encarna una perspectiva nacionalista clásica, que prioriza los intereses de Estados Unidos como nación sobre los planes apresurados de dominio global.
— Aleksandr Duguin
https://en.majalla.com/node/303746/politics/aleksandr-dugin-my-vision-new-world-order-and-gaza-war
@nuestraamerica #rusia #estadosunidos #trump
El realismo es imperativo y debemos prepararnos para un conflicto desafiante, grave y prolongado en el futuro cercano.
Es importante comprender que este no es un conflicto religioso sino mas bien una guerra materialista y atea de impostores contra todas las religiones tradicionales. Esto significa que podría haber llegado el momento de la batalla definitiva.
Biden aboga firmemente por la globalización; se opone a Rusia y apoya fervientemente la unipolaridad. La posición de Trump, sin embargo, es diferente. Encarna una perspectiva nacionalista clásica, que prioriza los intereses de Estados Unidos como nación sobre los planes apresurados de dominio global.
— Aleksandr Duguin
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Majalla
Aleksandr Dugin: My vision for the new world order and Gaza war
Russia's top political philosopher says new civilisations are rising and could be potential allies and partners in a genuine and equitable multipolar order.
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La importancia del movimiento independentista de Texas para el mundo multipolar
Por Aleksandr Duguin
Los acontecimientos en Texas son un síntoma muy importante. El hecho es que en EE.UU., la cuna del pragmatismo, ya no hay pragmatismo. Los globalistas y el régimen de Biden, caso extremo de dictadura globalista, han roto con esta tradición estadounidense. Tampoco hay ni verdadero realismo ni verdadero conservadurismo.
Para un pragmático, no importa lo que el sujeto piense sobre sí mismo, un objeto u otro sujeto; lo principal es que cuando chocan, "todo funciona". Los globalistas son diferentes: mucho más cercanos a los positivistas británicos y a los materialistas franceses. Con crueldad totalitaria, insistirán hasta el final en quién y qué ha sido prescrito para que lograr esto o aquello.
Para un globalista, el género debe cambiarse, legalizarse a nivel de ley y promoverse como un valor progresista universal. Cualquiera que no esté de acuerdo es un “fascista”, como Trump o Putin.
Los globalistas tienen una línea de frente: hay más inmigrantes ilegales y los deportarán y destruirán, pero quien construya un muro o simplemente exija agilizar este proceso es un “fascista”, como Trump, o un agente de Putin. Y presionarán hasta el final.
Quien no esté de acuerdo con el globalista no debe existir, según su lógica. Podemos estar seguros de que los progresistas del Partido Demócrata y los neoconservadores de ambos partidos ya no tienen nada que ver con las raíces ideológicas de EE. UU. y solo están a favor de los transgénero, los inmigrantes ilegales, las fronteras abiertas, la energía verde y la inteligencia artificial.
Esta es una profunda contradicción filosófica en el propio marco de referencia estadounidense. Estados Unidos hoy está gobernado por aquellos que son profundamente ajenos a su identidad. Y por tanto habrá una nueva guerra civil en Estados Unidos.
Editorial de Nuestra América. 🖇
www.x.com/nuestraamericaz
@nuestraamerica #estadosunidos
Por Aleksandr Duguin
Los acontecimientos en Texas son un síntoma muy importante. El hecho es que en EE.UU., la cuna del pragmatismo, ya no hay pragmatismo. Los globalistas y el régimen de Biden, caso extremo de dictadura globalista, han roto con esta tradición estadounidense. Tampoco hay ni verdadero realismo ni verdadero conservadurismo.
Para un pragmático, no importa lo que el sujeto piense sobre sí mismo, un objeto u otro sujeto; lo principal es que cuando chocan, "todo funciona". Los globalistas son diferentes: mucho más cercanos a los positivistas británicos y a los materialistas franceses. Con crueldad totalitaria, insistirán hasta el final en quién y qué ha sido prescrito para que lograr esto o aquello.
Para un globalista, el género debe cambiarse, legalizarse a nivel de ley y promoverse como un valor progresista universal. Cualquiera que no esté de acuerdo es un “fascista”, como Trump o Putin.
Los globalistas tienen una línea de frente: hay más inmigrantes ilegales y los deportarán y destruirán, pero quien construya un muro o simplemente exija agilizar este proceso es un “fascista”, como Trump, o un agente de Putin. Y presionarán hasta el final.
Quien no esté de acuerdo con el globalista no debe existir, según su lógica. Podemos estar seguros de que los progresistas del Partido Demócrata y los neoconservadores de ambos partidos ya no tienen nada que ver con las raíces ideológicas de EE. UU. y solo están a favor de los transgénero, los inmigrantes ilegales, las fronteras abiertas, la energía verde y la inteligencia artificial.
Esta es una profunda contradicción filosófica en el propio marco de referencia estadounidense. Estados Unidos hoy está gobernado por aquellos que son profundamente ajenos a su identidad. Y por tanto habrá una nueva guerra civil en Estados Unidos.
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La visita de Tucker Carlson fue una visita política y forma parte de un proyecto ideológico
Por Aleksandr Duguin
Recalquemos una vez más este hecho: Tucker Carlson no es solo un periodista inconformista, sino un paleo-conservador plenamente definido y coherente con una ideología, así como con un sistema de valores y una imagen del mundo sumamente clara y bien elaborada.
Y su viaje a Rusia no es una búsqueda de sensacionalismo mediático, sino que forma parte de un programa ideológico elaborado. Esta es una visita política. Con la visita de Tucker Carlson,
el ala conservadora de la sociedad estadounidense (al menos la mitad de la población) determina su actitud hacia Rusia y Putin. Tucker Carlson es un político conservador, tradicionalista y activista social. A través de su persona, el conservador de los Estados Unidos hizo al presidente de Rusia preguntas realmente interesantes y recibió respuestas bien pensadas.
Este es un doble golpe para el lobby liberal globalista en Estados Unidos: externo en cuanto a Putin e interno en cuanto Tucker Carlson (y de forma colateral, en cuanto a Trump). Es interesante que en los Estados Unidos exista un fenómeno que podríamos ver como una suerte de comunismo MAGA: Jackson Hinkle es un ejemplo de ello. Este grupo es amigo del conservador Tucker Carlson, pero al mismo tiempo son marxistas que apoyan a Trump y gritan: Make America Great Again (MAGA). Es decir, hay izquierdistas normales con plenas funciones mentales. Y junto a los conservadores de derecha están decididos a aplastar la hegemonía liberal.
Editorial de Nuestra América.
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Por Aleksandr Duguin
Recalquemos una vez más este hecho: Tucker Carlson no es solo un periodista inconformista, sino un paleo-conservador plenamente definido y coherente con una ideología, así como con un sistema de valores y una imagen del mundo sumamente clara y bien elaborada.
Y su viaje a Rusia no es una búsqueda de sensacionalismo mediático, sino que forma parte de un programa ideológico elaborado. Esta es una visita política. Con la visita de Tucker Carlson,
el ala conservadora de la sociedad estadounidense (al menos la mitad de la población) determina su actitud hacia Rusia y Putin. Tucker Carlson es un político conservador, tradicionalista y activista social. A través de su persona, el conservador de los Estados Unidos hizo al presidente de Rusia preguntas realmente interesantes y recibió respuestas bien pensadas.
Este es un doble golpe para el lobby liberal globalista en Estados Unidos: externo en cuanto a Putin e interno en cuanto Tucker Carlson (y de forma colateral, en cuanto a Trump). Es interesante que en los Estados Unidos exista un fenómeno que podríamos ver como una suerte de comunismo MAGA: Jackson Hinkle es un ejemplo de ello. Este grupo es amigo del conservador Tucker Carlson, pero al mismo tiempo son marxistas que apoyan a Trump y gritan: Make America Great Again (MAGA). Es decir, hay izquierdistas normales con plenas funciones mentales. Y junto a los conservadores de derecha están decididos a aplastar la hegemonía liberal.
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¡Por fin! Biden ha declarado que “los estadounidenses deberían elegir la libertad (=libertad=liberalismo) en lugar de (!) la democracia”. Y el Partido Demócrata rugió con pasión... ¡Sí, mi Führer! ¡Estamos listos! ¡Abajo la democracia! Ese país está convirtiéndose una dictadura liberal clara y abierta.
La lógica detrás de eso es transparente: “democracia” de alguna manera significa “mayoría”. Pero la mayoría puede elegir mal: Hitler o Putin. Por lo tanto, la mayoría se puede ganar fácilmente por el fascismo o el populismo. Por lo tanto, su regla, a través de la democracia, debería ser derogada. ¡Abajo con la mayoría!
Las élites liberales deben gobernar a pesar de los resultados de los votos o referendos. ¿Por qué? Porque son progresistas y están despiertos. Y son ellos los que establecen las reglas. Hay que cambiarlos cuando sea necesario. Pero la gente común no necesariamente es progresista y Wickr.
Así que cancelemos a la gente común. Una señal muy, muy ominosa para Trump. Si el partido gobernante niega explícitamente la democracia, los republicanos no tienen ninguna posibilidad de ganar. Porque los votos ya no importan... La mayoría se equivoca con demasiada frecuencia, así que la democracia tiene que ser cancelada. Las reglas han cambiado.
Por lo tanto, Donald Trump, estás condenado. El siguiente paso es cancelar la libertad. Porque alguien malo puede usarlo contra personas woke o progresistas. Así que deroguemos también la libertad. Es demasiado peligrosa. Durante la pandemia de la Covid-19 trataron de ver cómo funcionaría. Funcionó. Orwell está vivo en Occidente y no en Oriente.
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La lógica detrás de eso es transparente: “democracia” de alguna manera significa “mayoría”. Pero la mayoría puede elegir mal: Hitler o Putin. Por lo tanto, la mayoría se puede ganar fácilmente por el fascismo o el populismo. Por lo tanto, su regla, a través de la democracia, debería ser derogada. ¡Abajo con la mayoría!
Las élites liberales deben gobernar a pesar de los resultados de los votos o referendos. ¿Por qué? Porque son progresistas y están despiertos. Y son ellos los que establecen las reglas. Hay que cambiarlos cuando sea necesario. Pero la gente común no necesariamente es progresista y Wickr.
Así que cancelemos a la gente común. Una señal muy, muy ominosa para Trump. Si el partido gobernante niega explícitamente la democracia, los republicanos no tienen ninguna posibilidad de ganar. Porque los votos ya no importan... La mayoría se equivoca con demasiada frecuencia, así que la democracia tiene que ser cancelada. Las reglas han cambiado.
Por lo tanto, Donald Trump, estás condenado. El siguiente paso es cancelar la libertad. Porque alguien malo puede usarlo contra personas woke o progresistas. Así que deroguemos también la libertad. Es demasiado peligrosa. Durante la pandemia de la Covid-19 trataron de ver cómo funcionaría. Funcionó. Orwell está vivo en Occidente y no en Oriente.
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La Guerra Civil en Estados Unidos
Por Aleksandr Duguin
Observamos con fascinación la “Guerra Civil” en Estados Unidos, y mientras tanto el enemigo trabaja incansablemente para iniciar una guerra civil en nuestro país, Rusia.
Después de todo, resulta que provocaron una feroz guerra entre los eslavos orientales en Ucrania. Y claramente tienen la intención de continuar hasta el final.
En mi opinión, el enemigo actuará (y ya lo está haciendo) en dos ejes: movilizar a los izquierdistas contra los conservadores (rojos contra blancos), y provocar tensiones interétnicas entre inmigrantes y rusos a través del incendio de las regiones islámicas (casi todos los inmigrantes son musulmanes), así como el surgimiento de luchas interreligiosas.
De acuerdo con las reglas de las guerras de redes, los operadores de las redes del enemigo supervisarán y dirigirán a todos los participantes. Además, los liberales del centro, que han perdido casi por completo el terreno durante la confrontación con Occidente, intentarán echar la culpa a la derecha y a la izquierda y lanzarán nuevamente una ofensiva ideológica (también bajo el liderazgo de curadores de Occidente).
De ahí la conclusión: los departamentos de red de nuestra contrainteligencia (ya deberían tener al menos dos años) deben obviamente anticipar estas estrategias, identificar canales de influencia, identificar curadores desde fuera y desde dentro.
Las tres ideologías (liberalismo, comunismo y nacionalismo) surgieron en Occidente en los tiempos modernos y Occidente sabe perfectamente cómo lidiar con ellas. Las claves de la manipulación ideológica de liberales, comunistas y nacionalistas están en sus manos. Por lo tanto, debemos confiar en nosotros mismos: en la idea rusa, en el imperio, en la ortodoxia; en una civilización única y en el eurasianismo. Occidente no tiene las claves para esto.
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Por Aleksandr Duguin
Observamos con fascinación la “Guerra Civil” en Estados Unidos, y mientras tanto el enemigo trabaja incansablemente para iniciar una guerra civil en nuestro país, Rusia.
Después de todo, resulta que provocaron una feroz guerra entre los eslavos orientales en Ucrania. Y claramente tienen la intención de continuar hasta el final.
En mi opinión, el enemigo actuará (y ya lo está haciendo) en dos ejes: movilizar a los izquierdistas contra los conservadores (rojos contra blancos), y provocar tensiones interétnicas entre inmigrantes y rusos a través del incendio de las regiones islámicas (casi todos los inmigrantes son musulmanes), así como el surgimiento de luchas interreligiosas.
De acuerdo con las reglas de las guerras de redes, los operadores de las redes del enemigo supervisarán y dirigirán a todos los participantes. Además, los liberales del centro, que han perdido casi por completo el terreno durante la confrontación con Occidente, intentarán echar la culpa a la derecha y a la izquierda y lanzarán nuevamente una ofensiva ideológica (también bajo el liderazgo de curadores de Occidente).
De ahí la conclusión: los departamentos de red de nuestra contrainteligencia (ya deberían tener al menos dos años) deben obviamente anticipar estas estrategias, identificar canales de influencia, identificar curadores desde fuera y desde dentro.
Las tres ideologías (liberalismo, comunismo y nacionalismo) surgieron en Occidente en los tiempos modernos y Occidente sabe perfectamente cómo lidiar con ellas. Las claves de la manipulación ideológica de liberales, comunistas y nacionalistas están en sus manos. Por lo tanto, debemos confiar en nosotros mismos: en la idea rusa, en el imperio, en la ortodoxia; en una civilización única y en el eurasianismo. Occidente no tiene las claves para esto.
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Sobre el intento de asesinato de Donald Trump
Por Aleksandr Duguin
El intento de asesinato de Trump es bastante predecible. No hay duda de que todo está organizado por los globalistas con el apoyo de esa parte del Estado Profundo que los apoya. La única forma de mantener al Abuelo Demente en el poder es matar a Trump, quien de otro modo casi con certeza ganaría dadas las circunstancias. La bala fue inmediatamente lanzada por un francotirador del Servicio Secreto para llegar a fin de mes. Básicamente, hubo un intento de golpe de estado en Estados Unidos.
El jefe del GUR de Ucrania, Budanov (reconocido como terrorista en Rusia) admite abiertamente que los GRD ucranianos han intentado repetidamente llevar a cabo un ataque terrorista contra Putin. En Eslovaquia, se intentó destituir al primer ministro Fico, que se opone al apoyo a la junta nazi en Kiev. Ahora ha habido un atentado contra la vida de Donald Trump, quien, por cierto, es extremadamente crítico con Zelensky y su régimen. Esta es la verdadera cara de la hegemonía y de un mundo unipolar: cualquiera que esté en contra del globalismo, que se interponga en su camino, primero está sujeto a la demonización (a través de las herramientas de la cultura de la cancelación) y luego a la liquidación física. Y los asesinos y terroristas, criminales y ejecuta dores de genocidios, quienes sirven a los globalistas, se presentan en el papel de luchadores por la libertad y “víctimas inocentes”.
La propaganda de Kiev probablemente dirá que “Trump se pegó un tiro en la oreja”, y los medios globalistas, donde todo se basa en una mentira cínica y congelada, insinuarán algo parecido.
No hay duda de que la responsabilidad del intento de asesinato de Trump, líder de la carrera presidencial estadounidense, recae en el grupo de Obama, Blinken, Hillary Clinton y el loco de Biden, que ya ha advertido que “la libertad es la virtud más alta, incluso más que la democracia”, y por lo tanto la democracia y sus leyes ahora están suspendidas, suspendidas. En nombre de la “libertad” (de seguir gobernando) se puede matar. El liberalismo finalmente se vuelve totalitario con todos sus rasgos característicos, hasta el asesinato directo de políticos no deseados.
La arquitectura del poder en el mundo está cambiando radicalmente: del poder exclusivo de Occidente a varios polos. Esto es multipolaridad. Trump presenta a Estados Unidos como uno de los polos -aunque el más fuerte e influyente- de un mundo multipolar. A los globalistas no les importa Estados Unidos tanto como les importa cualquier otra persona. Lo que necesitan es poder planetario, el poder absoluto del capital supranacional. Y todos los países, incluidos Estados Unidos y la propia Europa, son sólo instrumentos en la creación de un Gobierno Mundial. Trump está a favor de Estados Unidos y en contra del Gobierno Mundial. Como Putin por Rusia, Xi Jinping por China, Modi por India y Orban, Fico, Marine Le Pen y AfD por Europa.
El mundo multipolar es un sistema de soberanías, mientras que los globalistas quieren el poder planetario exclusivo, que cayó en sus manos durante el colapso del Pacto de Varsovia y el colapso de la URSS, que ahora se les escapa y a la que se aferran con locura. Los globalistas finalmente han pasado a la táctica del terror directo. Se trata de un hecho consumado, no de una serie de coincidencias aleatorias. Es hora de contraatacar a la red globalista.
Tucker Carlson, en una conversación conmigo en Moscú, dijo que Trump teme seriamente que lo asesinen los globalistas. Resulta que no fue en vano. Cuanto más senil se sume Joe en la locura, más probable es que maten a Trump. Ya este proceso ha iniciado. Hay gente que murió y algunos resultaron heridos. Dios salve a Estados Unidos y a toda la humanidad de la banda criminal de liberales y globalistas. Si no los detenemos ahora, nos destruirán a todos.
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Por Aleksandr Duguin
El intento de asesinato de Trump es bastante predecible. No hay duda de que todo está organizado por los globalistas con el apoyo de esa parte del Estado Profundo que los apoya. La única forma de mantener al Abuelo Demente en el poder es matar a Trump, quien de otro modo casi con certeza ganaría dadas las circunstancias. La bala fue inmediatamente lanzada por un francotirador del Servicio Secreto para llegar a fin de mes. Básicamente, hubo un intento de golpe de estado en Estados Unidos.
El jefe del GUR de Ucrania, Budanov (reconocido como terrorista en Rusia) admite abiertamente que los GRD ucranianos han intentado repetidamente llevar a cabo un ataque terrorista contra Putin. En Eslovaquia, se intentó destituir al primer ministro Fico, que se opone al apoyo a la junta nazi en Kiev. Ahora ha habido un atentado contra la vida de Donald Trump, quien, por cierto, es extremadamente crítico con Zelensky y su régimen. Esta es la verdadera cara de la hegemonía y de un mundo unipolar: cualquiera que esté en contra del globalismo, que se interponga en su camino, primero está sujeto a la demonización (a través de las herramientas de la cultura de la cancelación) y luego a la liquidación física. Y los asesinos y terroristas, criminales y ejecuta dores de genocidios, quienes sirven a los globalistas, se presentan en el papel de luchadores por la libertad y “víctimas inocentes”.
La propaganda de Kiev probablemente dirá que “Trump se pegó un tiro en la oreja”, y los medios globalistas, donde todo se basa en una mentira cínica y congelada, insinuarán algo parecido.
No hay duda de que la responsabilidad del intento de asesinato de Trump, líder de la carrera presidencial estadounidense, recae en el grupo de Obama, Blinken, Hillary Clinton y el loco de Biden, que ya ha advertido que “la libertad es la virtud más alta, incluso más que la democracia”, y por lo tanto la democracia y sus leyes ahora están suspendidas, suspendidas. En nombre de la “libertad” (de seguir gobernando) se puede matar. El liberalismo finalmente se vuelve totalitario con todos sus rasgos característicos, hasta el asesinato directo de políticos no deseados.
La arquitectura del poder en el mundo está cambiando radicalmente: del poder exclusivo de Occidente a varios polos. Esto es multipolaridad. Trump presenta a Estados Unidos como uno de los polos -aunque el más fuerte e influyente- de un mundo multipolar. A los globalistas no les importa Estados Unidos tanto como les importa cualquier otra persona. Lo que necesitan es poder planetario, el poder absoluto del capital supranacional. Y todos los países, incluidos Estados Unidos y la propia Europa, son sólo instrumentos en la creación de un Gobierno Mundial. Trump está a favor de Estados Unidos y en contra del Gobierno Mundial. Como Putin por Rusia, Xi Jinping por China, Modi por India y Orban, Fico, Marine Le Pen y AfD por Europa.
El mundo multipolar es un sistema de soberanías, mientras que los globalistas quieren el poder planetario exclusivo, que cayó en sus manos durante el colapso del Pacto de Varsovia y el colapso de la URSS, que ahora se les escapa y a la que se aferran con locura. Los globalistas finalmente han pasado a la táctica del terror directo. Se trata de un hecho consumado, no de una serie de coincidencias aleatorias. Es hora de contraatacar a la red globalista.
Tucker Carlson, en una conversación conmigo en Moscú, dijo que Trump teme seriamente que lo asesinen los globalistas. Resulta que no fue en vano. Cuanto más senil se sume Joe en la locura, más probable es que maten a Trump. Ya este proceso ha iniciado. Hay gente que murió y algunos resultaron heridos. Dios salve a Estados Unidos y a toda la humanidad de la banda criminal de liberales y globalistas. Si no los detenemos ahora, nos destruirán a todos.
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¿Quién está detrás del intento de asesinato a Donald Trump?
Por Aleksandr Duguin
Estoy convencido de que Trump iba a ser asesinado exactamente por las mismas personas y fuerzas que nos están matando a nosotros: al pueblo ruso, a los soldados rusos; a los niños rusos y las mujeres rusas. Se trata de un único y continuo terrorista globalista de izquierda-liberal. Y si este bastardo mata a alguien, entonces las víctimas están del lado correcto. Alguien en línea notó de inmediato la extraña similitud fisonómica y estilística entre Crooks y la terrorista Trepova. Quien quiso matar a Fico, quien quiso matar a Trump, quien quiso matarnos a nosotros - una persona, una red, este es un nodo único donde el nazismo ucraniano está indisolublemente ligado al liberalismo y al marxismo cultural - con la comunidad LGBT, con Schwab, Zuckerberg, Harari, Kurzweil y con el Estado profundo estadounidense. No es casualidad que las redes sociales de Crooks estén llenas de propaganda proucraniana. Este es un frente unido de asesinos mundiales. Y si estos bastardos matan a Trump, entonces están en el lado correcto de la historia.
Y cualquiera que intente relativizar esto está, consciente o inconscientemente, siguiendo el juego de los asesinos demócratas. No somos indiferentes a quién tiene razón y quién es el enemigo en cualquier país. No deberíamos ser indiferente. Conocemos a Biden por los hechos, por los crímenes, por los ríos de sangre, y solo un ruso con la conciencia atrofiada o sin razón no puede desearle a este viejo bruto una muerte rápida y/o un fracaso vergonzoso en las elecciones.
Pero Trump, por el contrario, solo evoca simpatía. Brillantemente se sostiene. A un milímetro de la muerte estuvo y sobrevivió.
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Estoy convencido de que Trump iba a ser asesinado exactamente por las mismas personas y fuerzas que nos están matando a nosotros: al pueblo ruso, a los soldados rusos; a los niños rusos y las mujeres rusas. Se trata de un único y continuo terrorista globalista de izquierda-liberal. Y si este bastardo mata a alguien, entonces las víctimas están del lado correcto. Alguien en línea notó de inmediato la extraña similitud fisonómica y estilística entre Crooks y la terrorista Trepova. Quien quiso matar a Fico, quien quiso matar a Trump, quien quiso matarnos a nosotros - una persona, una red, este es un nodo único donde el nazismo ucraniano está indisolublemente ligado al liberalismo y al marxismo cultural - con la comunidad LGBT, con Schwab, Zuckerberg, Harari, Kurzweil y con el Estado profundo estadounidense. No es casualidad que las redes sociales de Crooks estén llenas de propaganda proucraniana. Este es un frente unido de asesinos mundiales. Y si estos bastardos matan a Trump, entonces están en el lado correcto de la historia.
Y cualquiera que intente relativizar esto está, consciente o inconscientemente, siguiendo el juego de los asesinos demócratas. No somos indiferentes a quién tiene razón y quién es el enemigo en cualquier país. No deberíamos ser indiferente. Conocemos a Biden por los hechos, por los crímenes, por los ríos de sangre, y solo un ruso con la conciencia atrofiada o sin razón no puede desearle a este viejo bruto una muerte rápida y/o un fracaso vergonzoso en las elecciones.
Pero Trump, por el contrario, solo evoca simpatía. Brillantemente se sostiene. A un milímetro de la muerte estuvo y sobrevivió.
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El asesinato de Biden
Por Aleksandr Duguin
Ahora es posible que los demócratas maten a Biden. El abuelo Covid, que ha perdido completamente la cabeza, ahora le hace el juego a Trump y los trumpistas.
Pero las alternativas de los demócratas son tan patéticas (Kamala Harris y Michelle Obama) o monstruosas (Hilary Clinton) que ningun los salvará.
El peligro de guerra civil aumenta cada hora. Si esta inicia, ya no importará quién esté en el poder en la Casa Blanca: un cadáver o un idiota.
Después de todo, solamente un idiota permitiría lo que está en los planes demócratas, y el poder habría escapado flotando de las manos de los maníacos y neoconservadores del Partido Demócrata por un período indefinido.
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Ahora es posible que los demócratas maten a Biden. El abuelo Covid, que ha perdido completamente la cabeza, ahora le hace el juego a Trump y los trumpistas.
Pero las alternativas de los demócratas son tan patéticas (Kamala Harris y Michelle Obama) o monstruosas (Hilary Clinton) que ningun los salvará.
El peligro de guerra civil aumenta cada hora. Si esta inicia, ya no importará quién esté en el poder en la Casa Blanca: un cadáver o un idiota.
Después de todo, solamente un idiota permitiría lo que está en los planes demócratas, y el poder habría escapado flotando de las manos de los maníacos y neoconservadores del Partido Demócrata por un período indefinido.
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Vance, el derechista posliberal
Por Aleksandr Duguin
Vance se autodenomina un "derechista posliberal". Esto es muy significativo. Más significativo que el caso Steve Bannon en el primer mandato de Trump. Ahora podemos hablar de la ofensiva frontal del anticapitalismo antiliberal desde la derecha y del declive de la alianza sin salida de los tradicionalistas con el capital mundial. Un giro completamente nuevo, predicho y comprendido teóricamente desde hace mucho tiempo por la Nouvelle Droite en Francia y Europa y por nosotros en Rusia.
Ante nuestros ojos comienza una nueva era ideológica. El fin del liberalismo coincide con el colapso de la geopolítica unipolar (atlantismo), el globalismo y la hegemonía occidental. El mundo multipolar y el surgimiento de los Estados-Civilización como actores principales es una revolución absoluta en comparación con todos los períodos de la Modernidad, donde sólo actuaron los Estados-nación, las clases y los individuos burgueses. Pero si hay un posmoderno en la izquierda (es decir, el viejo idiota de Biden, Nuland, Blinken, Macron, Ursula y los Rothschild), entonces hay posmodernos en la derecha.
Este es un giro muy serio que requiere una reflexión nueva y profunda. La investigación cuidadosa y académicamente rigurosa sobre estos procesos se está convirtiendo en un tema urgente.
El mundo en el que vivimos tiene una dimensión filosófica: extravagante, exótica y transversal. Pero esto es completamente incomprensible si no se desarrollan los principios y prácticas de un pensamiento filosófico completo. La elección de Vance como posible vicepresidente es el argumento más importante que confirma este punto.
Tucker Carlson, otro político sintomático de la “derecha posliberal”, se quejó en una conversación conmigo de que no quedaban filósofos en Estados Unidos, pensando que los teníamos en abundancia. No intenté disuadirlo. Pero en Estados Unidos algo está empezando a cambiar.
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Vance se autodenomina un "derechista posliberal". Esto es muy significativo. Más significativo que el caso Steve Bannon en el primer mandato de Trump. Ahora podemos hablar de la ofensiva frontal del anticapitalismo antiliberal desde la derecha y del declive de la alianza sin salida de los tradicionalistas con el capital mundial. Un giro completamente nuevo, predicho y comprendido teóricamente desde hace mucho tiempo por la Nouvelle Droite en Francia y Europa y por nosotros en Rusia.
Ante nuestros ojos comienza una nueva era ideológica. El fin del liberalismo coincide con el colapso de la geopolítica unipolar (atlantismo), el globalismo y la hegemonía occidental. El mundo multipolar y el surgimiento de los Estados-Civilización como actores principales es una revolución absoluta en comparación con todos los períodos de la Modernidad, donde sólo actuaron los Estados-nación, las clases y los individuos burgueses. Pero si hay un posmoderno en la izquierda (es decir, el viejo idiota de Biden, Nuland, Blinken, Macron, Ursula y los Rothschild), entonces hay posmodernos en la derecha.
Este es un giro muy serio que requiere una reflexión nueva y profunda. La investigación cuidadosa y académicamente rigurosa sobre estos procesos se está convirtiendo en un tema urgente.
El mundo en el que vivimos tiene una dimensión filosófica: extravagante, exótica y transversal. Pero esto es completamente incomprensible si no se desarrollan los principios y prácticas de un pensamiento filosófico completo. La elección de Vance como posible vicepresidente es el argumento más importante que confirma este punto.
Tucker Carlson, otro político sintomático de la “derecha posliberal”, se quejó en una conversación conmigo de que no quedaban filósofos en Estados Unidos, pensando que los teníamos en abundancia. No intenté disuadirlo. Pero en Estados Unidos algo está empezando a cambiar.
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En una palabra, los tradicionalistas y conservadores rusos, confiados en sus capacidades y fortaleciendo su soberanía, deben observar con sobriedad y calma los acontecimientos decisivos en Occidente. La civilización demoníaca que nos es hostil es asombrosa. Esta es una gran oportunidad.
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Metapolítica. Filosofía política. Antiglobalismo. La nueva base ideológica de América Latina, como parte del mundo multipolar emergente. Eurasianismo.
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La candidatura de Kamala Harris
Por Aleksandr Duguin
Kamala Harris debe compartir toda la responsabilidad con Joe Biden por los crímenes cometidos por el régimen de Kiev, el cual ambos globalistas han apoyado activamente. Por supuesto, la principal culpa la tiene Biden, pero las manos de Harris también están llenas de sangre hasta los codos. Y ella no es es afroamericana, sino una mezcla de hindú y jamaicana; por sus venas corre sangre de dueños de esclavos blancos.
Un típico simulacro artificial; una marioneta obediente en manos de una dictadura globalista. Sí, Trump tiene muchos oponentes en Estados Unidos, y votarán por cualquiera siempre que estén en contra de Trump. Pero el Partido Demócrata no tiene menos oponentes entre la población. Ahora corresponderá al tercio indeciso de los votantes estadounidenses, que tradicionalmente oscilan entre los dos partidos principales, decidir el futuro. Y este tercio difícilmente puede venderse como apoyo a la junta nazi de Kiev. Por tanto, incluso por razones pragmáticas, Kamala Harris se distanciará de Ucrania.
La conciencia estadounidense es infantil, de ahí el éxito de Marvel, los cómics y los superhéroes. En otros países, los niños y adolescentes se interesan por los cómics. En Estados Unidos, toda la población, incluyendo la adulta. Creo que Kamala Harris será Catwoman muy pronto. A esto, la gente de relaciones públicas de Trump responderá con valientes héroes occidentales irrumpiendo en el salón y, de un solo golpe, derribando a la gatúbela que acecha detrás de la barra. Los representantes demócratas la harán saltar, correr por el techo y atacar al vaquero, desplomándose sobre sus hombros. Y así hasta noviembre, si es que la lucha no desemboca antes en una nueva Guerra Civil.
Pero también en este caso está la película "La caída del imperio", en la que aparece el personaje Trump, que es acusado de todo de antemano y pierde en el final. Pero esto es según la gente de relaciones públicas del Partido Demócrata. Hay otros escenarios.
Editorial de Nuestra América.
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@nuestraamerica #geopolitica #estadosunidos
Por Aleksandr Duguin
Kamala Harris debe compartir toda la responsabilidad con Joe Biden por los crímenes cometidos por el régimen de Kiev, el cual ambos globalistas han apoyado activamente. Por supuesto, la principal culpa la tiene Biden, pero las manos de Harris también están llenas de sangre hasta los codos. Y ella no es es afroamericana, sino una mezcla de hindú y jamaicana; por sus venas corre sangre de dueños de esclavos blancos.
Un típico simulacro artificial; una marioneta obediente en manos de una dictadura globalista. Sí, Trump tiene muchos oponentes en Estados Unidos, y votarán por cualquiera siempre que estén en contra de Trump. Pero el Partido Demócrata no tiene menos oponentes entre la población. Ahora corresponderá al tercio indeciso de los votantes estadounidenses, que tradicionalmente oscilan entre los dos partidos principales, decidir el futuro. Y este tercio difícilmente puede venderse como apoyo a la junta nazi de Kiev. Por tanto, incluso por razones pragmáticas, Kamala Harris se distanciará de Ucrania.
La conciencia estadounidense es infantil, de ahí el éxito de Marvel, los cómics y los superhéroes. En otros países, los niños y adolescentes se interesan por los cómics. En Estados Unidos, toda la población, incluyendo la adulta. Creo que Kamala Harris será Catwoman muy pronto. A esto, la gente de relaciones públicas de Trump responderá con valientes héroes occidentales irrumpiendo en el salón y, de un solo golpe, derribando a la gatúbela que acecha detrás de la barra. Los representantes demócratas la harán saltar, correr por el techo y atacar al vaquero, desplomándose sobre sus hombros. Y así hasta noviembre, si es que la lucha no desemboca antes en una nueva Guerra Civil.
Pero también en este caso está la película "La caída del imperio", en la que aparece el personaje Trump, que es acusado de todo de antemano y pierde en el final. Pero esto es según la gente de relaciones públicas del Partido Demócrata. Hay otros escenarios.
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Las limitaciones cognitivas de Kamala Harris
Por Aleksandr Duguin
Kamala Harris es extremadamente limitada. Dice frases breves y banales; nunca piensa bien lo que va a decir.
Para evitar decir algo incorrecto, prefiere mantener el rumbo y simplemente reírse de todo. Los estadounidenses están acostumbrados a esto; todos se sonríen falsamente a cada rato (especialmente cuando se odian). Y así los demócratas no triunfarán en carrera electoral contra el bastante elocuente Trump.
Mientras Harris dice exactamente lo mismo una y otra vez, y luego se echa a reír, poniendo como excusa que la risa le impide hablar correctamente y por eso divaga. El público aplaude; Kamala Harris saluda y sonríe. El resto del trabajo lo hace CNN y otros medios similares.
Aquí llamaríamos “simple estúpida” a Kamala Harris. Pero en inglés moderno no existe tal palabra, al menos no en comparación al ruso. "Estúpido" significa algo ligeramente diferente.
Lo tonto tampoco se acerca; ese término esta más cerca de nuestra idea rusa del "santo tonto". Pero Kamala Harris obviamente no es así.
La discusión no trata sobre ser lo suficientemente inteligente en lo absoluto. Harris es astuta y diestra, pero sigue siendo estúpida. Silly, por otro lado, es un concepto muy simple y Kamala Harris está lejos de ser simple.
Lo más parecido probablemente sea falsa, o bien, ficticia. Falsa en el sentido de que es una tonta que se hace pasar por “no tonta”, es decir, es una una farsante. Harris es definitivamente una farsante. Falsa estadounidense, falsa hindú, falsa haitiano, falsa demócrata. Y tonta porque no piensa bien.
Pero los tonto son bastante benévolo: dicen, incluso si todavía eres un "completo idiota", y te tomas el tiempo necesario y te esfuerzas lo suficiente, dejarás de serlo y dominarás alguna disciplina. Pero la falsedad de Harris no tiene cura, así sea tratada. Es una tonta hipócrita.
Editorial de Nuestra América.
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Por Aleksandr Duguin
Kamala Harris es extremadamente limitada. Dice frases breves y banales; nunca piensa bien lo que va a decir.
Para evitar decir algo incorrecto, prefiere mantener el rumbo y simplemente reírse de todo. Los estadounidenses están acostumbrados a esto; todos se sonríen falsamente a cada rato (especialmente cuando se odian). Y así los demócratas no triunfarán en carrera electoral contra el bastante elocuente Trump.
Mientras Harris dice exactamente lo mismo una y otra vez, y luego se echa a reír, poniendo como excusa que la risa le impide hablar correctamente y por eso divaga. El público aplaude; Kamala Harris saluda y sonríe. El resto del trabajo lo hace CNN y otros medios similares.
Aquí llamaríamos “simple estúpida” a Kamala Harris. Pero en inglés moderno no existe tal palabra, al menos no en comparación al ruso. "Estúpido" significa algo ligeramente diferente.
Lo tonto tampoco se acerca; ese término esta más cerca de nuestra idea rusa del "santo tonto". Pero Kamala Harris obviamente no es así.
La discusión no trata sobre ser lo suficientemente inteligente en lo absoluto. Harris es astuta y diestra, pero sigue siendo estúpida. Silly, por otro lado, es un concepto muy simple y Kamala Harris está lejos de ser simple.
Lo más parecido probablemente sea falsa, o bien, ficticia. Falsa en el sentido de que es una tonta que se hace pasar por “no tonta”, es decir, es una una farsante. Harris es definitivamente una farsante. Falsa estadounidense, falsa hindú, falsa haitiano, falsa demócrata. Y tonta porque no piensa bien.
Pero los tonto son bastante benévolo: dicen, incluso si todavía eres un "completo idiota", y te tomas el tiempo necesario y te esfuerzas lo suficiente, dejarás de serlo y dominarás alguna disciplina. Pero la falsedad de Harris no tiene cura, así sea tratada. Es una tonta hipócrita.
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Estados Unidos ya está en Guerra Civil
Por Aleksandr Duguin
Mucha gente habla de la próxima Guerra Civil estadounidense. ¿Pero acaso no ha empezado ya? Dos intentos de asesinar a un candidato presidencial por parte de oponentes políticos obvios no son más que la más clara evidencia de una verdadera Guerra Civil. Por supuesto, ahora podemos elogiar al Servicio Secreto y pedirle a Trump que deje de jugar golf despreocupadamente. Y seguir con nuestras vidas como si nada. Entonces, el tercer intento podría tener éxito.
En Kiev imprimirán inmediatamente el sello “Tony Russian Trump”. Sleepy Joe, por su lado, bostezará perezosamente. Kamala Harris no podrá contener su risa irónica y disfrutará sádicamente. Y a nadie le pasará nada... No será tan sencillo hacer justicia y habrá impunidad. Todo republicano, en virtud de la Segunda Enmienda de la Constitución, debe reaccionar en unidad de lucha y actuar así hacia los demócratas.
Estados Unidos está solo a un paso más cerca de la Guerra Civil. O ya está sumergida en ella, mejor dicho.
Editorial de Nuestra América.
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Por Aleksandr Duguin
Mucha gente habla de la próxima Guerra Civil estadounidense. ¿Pero acaso no ha empezado ya? Dos intentos de asesinar a un candidato presidencial por parte de oponentes políticos obvios no son más que la más clara evidencia de una verdadera Guerra Civil. Por supuesto, ahora podemos elogiar al Servicio Secreto y pedirle a Trump que deje de jugar golf despreocupadamente. Y seguir con nuestras vidas como si nada. Entonces, el tercer intento podría tener éxito.
En Kiev imprimirán inmediatamente el sello “Tony Russian Trump”. Sleepy Joe, por su lado, bostezará perezosamente. Kamala Harris no podrá contener su risa irónica y disfrutará sádicamente. Y a nadie le pasará nada... No será tan sencillo hacer justicia y habrá impunidad. Todo republicano, en virtud de la Segunda Enmienda de la Constitución, debe reaccionar en unidad de lucha y actuar así hacia los demócratas.
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Estados Unidos ya está en Guerra Civil
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Mucha gente habla de la próxima Guerra Civil estadounidense. ¿Pero acaso no ha empezado ya? Dos intentos de asesinar a un candidato presidencial por parte de oponentes políticos obvios no son más que la más clara evidencia de una verdadera Guerra Civil. Por supuesto, ahora podemos elogiar al Servicio Secreto y pedirle a Trump que deje de jugar golf despreocupadamente. Y seguir con nuestras vidas como si nada. Entonces, el tercer intento podría tener éxito.
En Kiev imprimirán inmediatamente el sello “Tony Russian Trump”. Sleepy Joe, por su lado, bostezará perezosamente. Kamala Harris no podrá contener su risa irónica y disfrutará sádicamente. Y a nadie le pasará nada... No será tan sencillo hacer justicia y habrá impunidad. Todo republicano, en virtud de la Segunda Enmienda de la Constitución, debe reaccionar en unidad de lucha y actuar así hacia los demócratas.
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En Kiev imprimirán inmediatamente el sello “Tony Russian Trump”. Sleepy Joe, por su lado, bostezará perezosamente. Kamala Harris no podrá contener su risa irónica y disfrutará sádicamente. Y a nadie le pasará nada... No será tan sencillo hacer justicia y habrá impunidad. Todo republicano, en virtud de la Segunda Enmienda de la Constitución, debe reaccionar en unidad de lucha y actuar así hacia los demócratas.
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En Kiev imprimirán inmediatamente el sello “Tony Russian Trump”. Sleepy Joe, por su lado, bostezará perezosamente. Kamala Harris no podrá contener su risa irónica y disfrutará sádicamente. Y a nadie le pasará nada... No será tan sencillo hacer justicia y habrá impunidad. Todo republicano, en virtud de la Segunda Enmienda de la Constitución, debe reaccionar en unidad de lucha y actuar así hacia los demócratas.
Estados Unidos ahora está solo un paso más cerca de la Guerra Civil. O ya está sumergida en ella, mejor dicho.
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La dictadura liberal de Macron
Por Aleksandr Duguin
En Francia se ha instaurado la dictadura liberal de Macron. Agradezco la traición de Mélenchon, que sacrificó los intereses del pueblo francés. De algún modo, Francia no está teniendo ninguna buena suerte. Y el país, incluso hace treinta años, a pesar de todo era atractivo y conservaba su encanto... Ahora, incluso desde el paseo marítimo del Sena, las tiendas de libreros de segunda mano y comerciantes de toda la encantadora parafernalia de los viejos tiempos han desaparecido.
Francia está desapareciendo. Como decía Baudelaire, le vieux Paris n'est plus, la forme d'une ville change plus vite, hélas, que le coeur d'un mortel...
Editorial de Nuestra América.
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Francia está desapareciendo. Como decía Baudelaire, le vieux Paris n'est plus, la forme d'une ville change plus vite, hélas, que le coeur d'un mortel...
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