The Oil Crash
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Antonio Turiel. Científico Titular en el Instituto de Ciencias del Mar del CSIC http://crashoil.blogspot.com
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The Oil Crash:
La lavadora de medianoche (V).

Por tanto, hemos llegado al punto en que tenemos que cambiar de estrategia… y no la hay ni se atisba nada parecido a la solución a la escala necesaria, menos aún en el plazo que hay que cubrir.

Por no hablar del precio (aunque eso llegará).

Por tanto, no hay solución al problema de la inestabilidad, intermitencia, variabilidad, volatilidad y precios ‘locos’ así como dependencias en un plazo razonable.

Eso es lo que se oculta, lo que no se ve, al meter la cabeza bajo el ala.

Eso y el hecho evidente que la ‘electrificación de la economía’ no se está produciendo.

Tenemos que invertir en una estrategia que no podemos, así que nos hacemos el loco y la obviamos cual elefante en la habitación.

Por tanto, y puesto que no hay solución al problema de la inestabilidad y la producción, la alternativa está en la gestión de la demanda.

Digámoslo por todas sus letras:

Racionamiento.
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La lavadora de medianoche (VI).

El análisis aquí presentado deja claro que hay mucha diferencia en cuanto a la ‘calidad’ de los sistemas de generación eléctrica. Casi que se podría establecer un ‘ranking’ de ‘calidad’ ateniéndose a la variabilidad o estabilidad que aportan (o detraen) de la red eléctrica.

En ese sentido, la peor sería la fotovoltaica, seguida de la eólica (incluso dentro de ésta hay diferencias), mientras que la mejor es otra renovable, la hidro con bombeo (almacenamiento), seguida de los ciclos combinados.

Los motores diésel, que no son afortunadamente muy comunes y se ciñen a pequeñas potencias (y elevados precios del combustible, especialmente ahora) son también muy buenos compensando.

El resto de energías, sin embargo, no son tan buenas ni de lejos.

Eso tiene ciertas implicaciones, con la primera esa limitación en cuanto a penetración de energías renovables.
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La lavadora de medianoche (VII).

Sí, habéis leído bien: hace falta vender más de 3KWh para que te paguen un céntimo.



Sin embargo, el consumo se centra en las horas caras en que está a más de 18 céntimos el kWh (aunque lo pagan más caro ya que la comercializadora se tiene que llevar su beneficio).

Dado que no pueden autoconsumir, tienen que vender la energía sobrante a 0,3 céntimos, y comprarla cuando la necesitan a más de 18 céntimos. El kWh consumido es más de 60 veces más caro que el producido.

Quien vuelva a pensar que todos los kWh son iguales, que vuelva a leer lo que sale de la gráfica.

Obviamente, resulta que de ahorro, en realidad poco… suponiendo en todo momento la misma tarifa, que no es el caso.

Ante esta observación, que hizo antes a todos los vecinos del inmueble, el comercial explicó lo siguiente: sólo puedes ahorrar si consumes lo que tu autoproduces, es decir, si modificas tus hábitos de consumo para adaptarlos a la generación diaria de tu sistema fotovoltaico.
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La lavadora de medianoche (VII).


Esta es una captura de la estructura de producción del 16/06/2022, con los datos de la hora pico típica, las 22:00.


Podría ser peor: el mismo día a las 5:45, justo a la hora que suena mi despertador.

Ese día el precio de la electricidad estaba a 266,1€/MWh, de los cuales 177,9 eran de precio propiamente dicho de luz, más 88,2 de compensación.

Sin el mecanismo de compensación, la electricidad hubiese estado en los 275€/MWh.

8,9€ de ‘ahorro’, un 3,3%.

Lo dicho, el sistema funciona. Consigue un ahorro.

Pero el impacto es mínimo.

Claro que la cosa tiene truco: en realidad el sistema funciona sólo cuando el consumo de gas es mínimo.
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World Energy Outlook 2023: ¿Cómo vamos a bajar esos picos?

Un año más, la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha publicado su informe anual, el World Energy Outlook (WEO). Como en los últimos años, esta edición está libremente disponible (pueden descargársela siguiendo este enlace). Ese año, además, tiene la particularidad de ser el informe más corto de los que yo haya analizado hasta la fecha: tan solo 355 páginas (del orden de la mitad de las que había llegado a tener otros años)...

Es interesante que en el prólogo se comenta que el mundo está haciendo frente a unas dificultades semejantes a las que hace 50 años llevaron a la creación de la propia AIE. Evidentemente, el discurso es que actualmente estamos más capacitados para capear estos problemas, sobre todo porque tenemos claro qué modelo de transición debemos hacer. Lo curioso es que explícitamente se menciona la actual crisis energética y se relaciona con la "energía verde" como su solución.
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Las porfías del pobre idiota.

Hay algo, empero, que es nuevo: el nivel de porfía, de empecinamiento. Esta gente está convirtiendo el intentar refutarme en una cuestión vital. En vez de pasar olímpicamente de mi (no nos engañemos, sigo siendo un don nadie y mis opiniones no tienen ningún impacto en ninguna toma de decisión relevante), se obsesionan conmigo. No es algo casual, creo. Estas últimas semanas han sido nefastas para el sector renovable: ahí están los anuncios de los sucesivos planes de rescate de la eólica, centrados fundamentalmente en Siemens Gamesa pero con el resto de empresas también afectadas en mayor o menor medida por los mismos problemas; o la creciente preocupación por los precios cero o negativos de la electricidad en el mercado mayorista, que preludian el estallido de la actual burbuja renovable al estilo del parón que se vive en Alemania desde 2016 con el frenazo de la Energiewende. Ahora más que nunca hay necesidad de contrarrestar las noticias negativas.
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Preocupaciones reales.

Yo no creo en las coincidencias. Todo parece muy preparado, aunque seguramente nunca lo llegaremos a saber. En cualquier caso, yo no descartaría que todo sea simplemente un acto de comunicación promovido por la propia Casa Real, sin darle una gran publicidad pero asegurándose que el tema es difundido por los canales que han creído más oportunos para que el mensaje llegue. No podían usar al rey, porque entonces el impacto mediático hubiera sido descomunal; han utilizado a la reina y así el impacto ha sido más moderado y contenido, y ya han conseguido poner un pie en estos temas.

Quien ha promovido esto, quien ha ideado y orquestado esto, lo ha hecho con una cierta intención. El caso es que ahora la Casa Real ha dado un primer paso y ha hecho un primer posicionamiento delante de un debate que será crucial en los próximos años. Y por eso mismo, quienes se han enfrentado a la reina no solo han hecho el ridículo por la endeblez de sus argumentos...
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The Oil Crash: Año 18.

Llegamos una vez más a ese momento en el que hacemos un repaso de lo que ha sido este último año en los temas que son de interés para este blog. Un año caracterizado por muchísimas noticias importantes tanto en el terreno de la sostenibilidad en general como en el de la crisis energética y de recursos en particular. Un año que probablemente marque un punto de inflexión en nuestro inexorable declive energético y material y, si no le podemos remedio, de civilización. Un año tan lleno de noticias que es inevitable que algunos temas los deje en el tintero, pero intentaré al menos dar una visión general de lo que ha supuesto 2023. Comencemos, pues, con el resumen.
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Predicciones para 2024.

Vayamos, pues, con las previsiones para este año:

Precios planos del petróleo:
Crisis del gas:
La producción de carbón continúa a buen ritmo:
La producción de uranio se desploma:
Revueltas por escasez de combustibles:
Nuevas guerras:
Fin de la guerra en Ucrania:
Recesión económica profunda en Europa:
Crisis de desindustrialización:
La eólica da un paso (o dos) atrás:
Dificultades crecientes en la gestión de la red eléctrica:
El declive de las TICs:
Inestabilidad política:
El desastre climático:
Cierre de este blog:

A estas previsiones querría añadirle otras dos de índole más personal, y es que sacaré dos nuevos libros el año que viene.
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Decimocuarto año de este blog.

Yo este año tan crítico he hecho un gran esfuerzo por llegar a múltiple sitios en España, pero no voy a seguir al mismo ritmo con mis actividades de divulgación por múltiples motivos. En primer lugar, porque en este momento creo que es más importante que me centre en mis trabajos sobre oceanografía física, por razones que serán evidentes dentro de unos meses. En segundo lugar, porque creo que la mayor parte del trabajo está hecho y también es importante entender que la mayor sostenibilidad implica viajar menos. En tercer lugar, porque tengo la responsabilidad de garantizar la continuidad de mi equipo de investigación y eso implica garantizar la consecución y ejecución de proyectos, en los cuales yo tengo un papel importante. Y en cuarto lugar, porque mi multiplicidad puede acabar siendo contraproducente, tanto por hacerme blanco demasiado visible de los detractores de siempre como por inhibir que aparezcan nuevas personas, más jóvenes, que tomen el relevo.
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El pico del diésel: Edición de 2023.

La edición de este año del estudio del diésel nace de la fusión del artículo que se redactó para el año 2022, que no se pudo publicar por motivos personales, y el del año 2023, con lo que las apreciaciones que se hicieron el año pasado, aún siendo válidas para éste, han sido mejoradas y ampliadas con el devenir de los acontecimientos. Seguramente me haya dejado algunos datos por el camino y es que tengo la impresión que desarrollar profusamente cada apartado podría dar lugar a todo un libro, lo que excede del objetivo de este artículo, así que vayan por delante mis disculpas por la longitud del texto.
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El coste de negar el decrecimiento.

¿Quién va a tener valor para decirles que va haber que transformar radicalmente la agricultura y la ganadería para adaptarlas a un descenso en la disponibilidad de recursos que es inevitable?

¿Quién va a tener el valor de decirles que el Cambio Climático les va a hacer la vida mucho más difícil y las cosechas más inciertas, después de décadas de negar los problemas e incluso ahora, en medio de una sequía nunca antes vista, aún se intenta hacer ver que no es tan grave?

Los agricultores y ganaderos deberían sentirse arropados y acompañados por el conjunto de la sociedad. Una sociedad que ha de estar dispuesta a pagar el precio real de la producción agropecuaria, aunque los alimentos tengan que aumentar mucho de precio (o precisamente porque deben aumentar mucho de precio).
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Si nuestra supervivencia fuera importante.

La semana pasada cayó como una bomba la publicación del último estudio sobre un hipotético colapso del brazo atlántico de la Corriente de Lazo Meridional (AMOC). Y no es porque este tema no haya sido estudiado con intensidad desde hace décadas, sino porque este estudio cierra un frente que aún permanecía abierto en este debate. Durante los últimos años, con la mayor abundancia de datos y mediciones y con mejores herramientas de análisis, se ha ido acumulando cada vez más indicios de que el Cambio Climático podría llegar a ocasionar el colapso de la AMOC. Particularmente relevante fue un estudio publicado el año pasado en Nature Communications que mostraba que el colapso de la AMOC podría llegar a producirse en cualquier momento de este siglo. En aquel momento yo publiqué un post sobre el tema ("Si no es ahora, será después"), el cual les recomiendo que lean ahora si no saben absolutamente nada sobre esta corriente oceánica.
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El marco mental del enemigo.

"Entonces, ¿cuáles son las soluciones?"

Esta frase es, en realidad, una falacia más, pero de un tipo diferente a las anteriores. Y es que si bien las anteriores se pueden refutar desde un punto de vista técnico, con argumentos científicos y datos contrastados, en este caso el problema es conceptual. Es una pregunta mal formulada porque parte de un marco conceptual erróneo.

El marco conceptual del enemigo.

Porque, después de una farragosa discusión técnica, sobre cuestiones técnicas, contrastando datos del mundo real, se plantea el "¿y entonces qué?" como si la respuesta debiera darse en el mismo plano conceptual, es decir, en el técnico.

Pero eso es una falacia.
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Chispazo.

Quizá sería el momento de empezar a decir unas cuantas verdades incómodas más. Que la electricidad es un bien indispensable hoy en día y que se tiene que priorizar la calidad de su servicio. Que intentar mantener un sistema de mercado en un contexto de oligopolio natural no tiene sentido y lleva a estas aberraciones. Que favorecer la introducción masiva de energía renovable probablemente implica incrementar enormemente su potencia instalada para compensar su intermitencia, y eso implica que no se puede hacer rentable en el sentido económico aunque lo sea en el sentido social y ambiental. Y que, teniendo en cuenta todo lo anterior, probablemente la generación y distribución deberían ser públicas. Eso, o arriesgarnos a que un día un señor desde un despacho de La Castellana nos mande a todos a la Edad Media por haber querido jugar a ser dios solamente por ganar unos millones de euros más.
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Procapitalismo o muerte (valga la redundancia).
Su lema es "Capitalismo o muerte". Valga la redundancia.

Pues yo os digo: ya está bien de agotar nuestra paciencia, procapitalistas. Allá donde estéis, allá donde amenacéis, yo os señalaré con el dedo. Cada vez que, delante de los problemas, recitéis vuestro credo, yo os señalaré. Porque los únicos que deberían de avergonzarse son los que mantienen inconmovible su fe en un sistema ecocida y represor que solo persigue nuestra destrucción.
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Inventario de la crisis global: agosto de 2024.

Queridos lectores:

Como habrán podido comprobar, llevo más de dos meses sin escribir en este blog. Estuve ocupado con la escritura de mi nuevo libro, El futuro de Europa, hasta mediados de julio, y después en acabar el papeleo de diversas convocatorias y otras zarandajas, más una semana de vacaciones a principios de agosto. Desde entonces, voy trabajando en temas pendientes y entre eso, y algunos cambios importantes en mi vida familiar, no me ha quedado mucho tiempo libre para seguir escribiendo. Ahora que las cosas están un poco más calmadas quería aprovechar para ir retomando el ritmo de publicación, pero antes de empezar me ha parecido importante hacer un post de resumen analizando dónde estamos en este momento.
The Oil Crash:
Una propuesta modesta y radical.

Antes de que una tempestad destruya el aeropuerto de Barcelona, querría modestamente hacer una propuesta. Una propuesta que de buen seguro será considerada radical, pero que sin embargo veo absolutamente necesaria.

No reconstruirlo.
Nota importante sobre The Oil Crash - Foro :

Debido al encono de las discusiones y el tono personal de las mismas, en el que al final se me involucra por no tomar partido justo en un momento de gran dificultad por razones familiares, me veo incapaz de mantener el foro abierto. A la medianoche de hoy, 17 de septiembre de 2024, el foro dejará de existir. Este canal de noticias continuará su funcionamiento normal.
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Colapsismo, o más de lo mismo:

Hemos discutido ya varias veces en este blog sobre la obsesión de los industrialistas en que su modelo de transición energético es el único válido y aplicable, y que todos los que señalamos sus deficiencias y limitaciones somos como mínimo derrotistas y posiblemente tenemos, a su modo de ver, algún tipo de tara mental. Esta gente, por supuesto, no entran nunca a discutir la sustancia técnica de las pegas señaladas, entre otras cosas porque su formación tampoco les permite, en muchos casos, entender de qué problemas se hablan, menudeando en el colectivo industrialista gente del ámbito de las humanidades y no siendo tan frecuentes las personas formadas en las ciencias naturales. Es cierto que en este colectivo encontramos también cierta cantidad de ingenieros, todos ellos trabajando para empresas del sector, pero éstos tampoco entran en la sustancia de las críticas y prefieren distraer la atención con otros datos no pertinentes