Se puede argumentar sin problemas que todos los debates que se abordan en la Bienal de Pensamiento afectan de manera especial a las generaciones jóvenes. Hablamos, al fin y al cabo, de los ciudadanos y ciudadanas que tendrán que vivir en este mundo hacia el que nos dirigimos. Esta franja de público, además, es consciente de ello y responde conformando una de las tipologías de asistentes más mayoritarias. Una programación de acceso libre y gratuito, inclusiva, y con temáticas que irradian presente, pero sobre todo se proyectan hacia el futuro, parecen las claves del éxito.