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🗒 El Maremagnum de San Gregorio Magno, Papa
Maremagnum de San Gregorio Magno (móvil).pdf
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📲 El Maremagnum de San Gregorio Magno, Papa (VERSIÓN MÓVIL)
POR LA NOCHE
Modo santo de terminar el día
Pasados los cuidados del día, y volviendo el tiempo del reposo, no debe el cristiano entregarse al sueño, imagen de la muerte, sino preparado a morir. ¿Quién puede asegurarle que al día siguiente se levantara vivo y sano, pues que no puede dudar que muchos en el mundo, asaltados mientras duermen de algún accidente súbito, truecan el sueño con la muerte? Postrado, pues, delante de Dios, su juez supremo, primeramente, dele gracias de los muchos y grandes beneficios recibidos en toda la vida y en aquel día, numerándolos y considerándolos lo mejor que pueda y sepa con afecto íntimo de ánimo agradecido. Y luego, habiendo pedido luz para conocer bien sus culpas, coteje con los beneficios de Dios sus malas obras, trayendo a la memoria, y confesando con gran confusión lo que en aquel día hubiere pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión, contra la ley de Dios, o sin ajustarse a ella. Juntas así las culpas, reprendiéndose por ellas, y detestándolas con profundo dolor, quémelas y abráselas en la hoguera del amor divino, que solo tiene poderosa eficacia para consumirlas. En suma, con verdadera contrición, procedente de caridad perfecta para con Dios, sumamente amable, se esfuerce con todo su corazón a cancelarlas y anularlas. En fin, proponga con ánimo muy resuelto, no consentir jamás en cosa pecaminosa. Implore además el auxilio divino, para mantener sus promesas, con los coloquios con Cristo, la Virgen, Ángel Custodio y otros Santos.
Advertencia. Porque el acto de contrición con propósito de la enmienda y de confesarse justifica el alma, convendría aficionarse a esta devoción de devociones, practicándola por lo menos antes de acostarse.
Cuando se hace el acto de contrición, conviene desear con la divina gracia tener un dolor tan grande de haber ofendido a Dios, como lo tuvo la Magdalena, y como lo han tenido todos los Santos, si le fuera posible, solo por ser Su Majestad quien es.
(San Francisco Javier)
@Viva_Cristo_Rey
Modo santo de terminar el día
Pasados los cuidados del día, y volviendo el tiempo del reposo, no debe el cristiano entregarse al sueño, imagen de la muerte, sino preparado a morir. ¿Quién puede asegurarle que al día siguiente se levantara vivo y sano, pues que no puede dudar que muchos en el mundo, asaltados mientras duermen de algún accidente súbito, truecan el sueño con la muerte? Postrado, pues, delante de Dios, su juez supremo, primeramente, dele gracias de los muchos y grandes beneficios recibidos en toda la vida y en aquel día, numerándolos y considerándolos lo mejor que pueda y sepa con afecto íntimo de ánimo agradecido. Y luego, habiendo pedido luz para conocer bien sus culpas, coteje con los beneficios de Dios sus malas obras, trayendo a la memoria, y confesando con gran confusión lo que en aquel día hubiere pecado de pensamiento, palabra, obra y omisión, contra la ley de Dios, o sin ajustarse a ella. Juntas así las culpas, reprendiéndose por ellas, y detestándolas con profundo dolor, quémelas y abráselas en la hoguera del amor divino, que solo tiene poderosa eficacia para consumirlas. En suma, con verdadera contrición, procedente de caridad perfecta para con Dios, sumamente amable, se esfuerce con todo su corazón a cancelarlas y anularlas. En fin, proponga con ánimo muy resuelto, no consentir jamás en cosa pecaminosa. Implore además el auxilio divino, para mantener sus promesas, con los coloquios con Cristo, la Virgen, Ángel Custodio y otros Santos.
Advertencia. Porque el acto de contrición con propósito de la enmienda y de confesarse justifica el alma, convendría aficionarse a esta devoción de devociones, practicándola por lo menos antes de acostarse.
Cuando se hace el acto de contrición, conviene desear con la divina gracia tener un dolor tan grande de haber ofendido a Dios, como lo tuvo la Magdalena, y como lo han tenido todos los Santos, si le fuera posible, solo por ser Su Majestad quien es.
(San Francisco Javier)
@Viva_Cristo_Rey
ORACIÓN PARA IMPLORAR SANTOS PAPAS
(Mons. Athanasius Schneider)
¡Kyrie Eleison! -
¡Kyrie Eleison!
¡Christe Eleison! -
¡Christe Eleison!
¡Kyrie Eleison! -
¡Kyrie Eleison!
¡Señor Jesucristo, Tú eres el Buen Pastor!
Сon tu mano todopoderosa guías tu Iglesia peregrina a través de las tempestades de cada época.
Adorna a la Santa Sede con santos Papas que no teman a los poderosos de este mundo ni se comprometan con el espíritu de la época, sino que preserven, fortalezcan y defiendan la fe católica hasta el derramamiento de su sangre, y observen, protejan y transmitan la venerable liturgia de la Iglesia Romana.
Oh, Señor, concédenos santos Papas que, inflamados con el celo de los Apóstoles, proclamen al mundo entero:
“En ningún otro está la salvación [fuera de Cristo]; pues no hay ningún otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres por el que podamos ser salvados” (Hch 4,12).
Que a través de una era de santos Papas, la Santa Sede, que es la patria para todos los que promueven la fe católica y apostólica, brille siempre como cátedra de la verdad para el mundo entero.
Escúchanos, oh Señor, y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, Madre de la Iglesia, concédenos santos Papas, concédenos muchos santos Papas.
¡Ten piedad de nosotros y escúchanos!
Amén.
@Viva_Cristo_Rey
(Mons. Athanasius Schneider)
¡Kyrie Eleison! -
¡Kyrie Eleison!
¡Christe Eleison! -
¡Christe Eleison!
¡Kyrie Eleison! -
¡Kyrie Eleison!
¡Señor Jesucristo, Tú eres el Buen Pastor!
Сon tu mano todopoderosa guías tu Iglesia peregrina a través de las tempestades de cada época.
Adorna a la Santa Sede con santos Papas que no teman a los poderosos de este mundo ni se comprometan con el espíritu de la época, sino que preserven, fortalezcan y defiendan la fe católica hasta el derramamiento de su sangre, y observen, protejan y transmitan la venerable liturgia de la Iglesia Romana.
Oh, Señor, concédenos santos Papas que, inflamados con el celo de los Apóstoles, proclamen al mundo entero:
“En ningún otro está la salvación [fuera de Cristo]; pues no hay ningún otro nombre bajo el Cielo dado a los hombres por el que podamos ser salvados” (Hch 4,12).
Que a través de una era de santos Papas, la Santa Sede, que es la patria para todos los que promueven la fe católica y apostólica, brille siempre como cátedra de la verdad para el mundo entero.
Escúchanos, oh Señor, y por la intercesión del Inmaculado Corazón de María, Madre de la Iglesia, concédenos santos Papas, concédenos muchos santos Papas.
¡Ten piedad de nosotros y escúchanos!
Amén.
@Viva_Cristo_Rey
Oración de San Isidoro de Sevilla por la elección de un nuevo Papa
Aquí estamos, Señor Espíritu Santo.
Aquí estamos, frenados por la inercia del pecado, pero reunidos especialmente en tu Nombre.
Ven a nosotros y permanece con nosotros.
Dígnate penetrar en nuestro interior.
Enséñanos lo que hemos de hacer, por dónde debemos caminar, y muéstranos lo que debemos practicar para que, con Tu ayuda, sepamos agradarte en todo. Sé Tú el único inspirador y realizador de nuestras decisiones, Tú, el único que, con Dios Padre y su Hijo, posees un nombre glorioso, no permitas que quebrantemos la justicia, Tú, que amas la suprema equidad: que la ignorancia no nos arrastre al desacierto; que el favoritismo no nos doblegue; que no nos corrompa la acepción de personas o de cargos.
Por el contrario, únenos eficazmente a Ti, sólo con el don de tu Gracia, para que seamos UNO en Ti, y en nada nos desviemos de la verdad.
Y, lo mismo que estamos reunidos en Tu Nombre, así también, mantengamos en todo la justicia, moderados por la piedad, para que, hoy, nuestras opiniones en nada se aparten de Ti, y, en el futuro, obrando rectamente, consigamos los premios eternos.
Amén.
@Viva_Cristo_Rey
Aquí estamos, Señor Espíritu Santo.
Aquí estamos, frenados por la inercia del pecado, pero reunidos especialmente en tu Nombre.
Ven a nosotros y permanece con nosotros.
Dígnate penetrar en nuestro interior.
Enséñanos lo que hemos de hacer, por dónde debemos caminar, y muéstranos lo que debemos practicar para que, con Tu ayuda, sepamos agradarte en todo. Sé Tú el único inspirador y realizador de nuestras decisiones, Tú, el único que, con Dios Padre y su Hijo, posees un nombre glorioso, no permitas que quebrantemos la justicia, Tú, que amas la suprema equidad: que la ignorancia no nos arrastre al desacierto; que el favoritismo no nos doblegue; que no nos corrompa la acepción de personas o de cargos.
Por el contrario, únenos eficazmente a Ti, sólo con el don de tu Gracia, para que seamos UNO en Ti, y en nada nos desviemos de la verdad.
Y, lo mismo que estamos reunidos en Tu Nombre, así también, mantengamos en todo la justicia, moderados por la piedad, para que, hoy, nuestras opiniones en nada se aparten de Ti, y, en el futuro, obrando rectamente, consigamos los premios eternos.
Amén.
@Viva_Cristo_Rey
23/04/2025 – Miércoles de la Octava de Pascua.
Lo reconocieron al partir el pan.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 13-35.
Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
– «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
– «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabe lo que ha pasado allí estos días?».
Él les dijo:
– «¿Qué?».
Ellos le contestaron:
– «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
– «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrará así en su gloria?»
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él hizo simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
– «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro:
– «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
– «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
~~~~
Catena Aurea
Lucas 24, 13-35
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Lucas 24, 13-24
https://hjg.com.ar/catena/c631.html
Lucas 24, 25-35
https://hjg.com.ar/catena/c632.html
Sea todo para la mayor gloria de Dios
@Viva_Cristo_Rey
Lo reconocieron al partir el pan.
Lectura del santo Evangelio según san Lucas 24, 13-35.
Aquel mismo día, el primero de la semana, dos de los discípulos de Jesús iban caminando a una aldea llamada Emaús, distante de Jerusalén unos sesenta estadios; iban conversando entre ellos de todo lo que había sucedido. Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona se acercó y se puso a caminar con ellos. Pero sus ojos no eran capaces de reconocerlo.
Él les dijo:
– «¿Qué conversación es esa que traéis mientras vais de camino?».
Ellos se detuvieron con aire entristecido. Y uno de ellos, que se llamaba Cleofás, le respondió:
– «¿Eres tú el único forastero en Jerusalén, que no sabe lo que ha pasado allí estos días?».
Él les dijo:
– «¿Qué?».
Ellos le contestaron:
– «Lo de Jesús el Nazareno, que fue un profeta poderoso en obras y palabras, ante Dios y ante todo el pueblo; cómo lo entregaron los sumos sacerdotes y nuestros jefes para que lo condenaran a muerte, y lo crucificaron. Nosotros esperábamos que él iba a liberar a Israel, pero, con todo esto, ya estamos en el tercer día desde que esto sucedió. Es verdad que algunas mujeres de nuestro grupo nos han sobresaltado, pues habiendo ido muy de mañana al sepulcro, y no habiendo encontrado su cuerpo, vinieron diciendo que incluso habían visto una aparición de ángeles, que dicen que estaba vivo. Algunos de los nuestros fueron también al sepulcro y lo encontraron como habían dicho las mujeres; pero a él no lo vieron».
Entonces él les dijo:
– «¡Qué necios y torpes sois para creer lo que dijeron los profetas! ¿No era necesario que el Mesías padeciera esto y entrará así en su gloria?»
Y, comenzando por Moisés y siguiendo por los profetas, les explicó lo que se refería a él en todas las Escrituras.
Llegaron cerca de la aldea adonde iban y él hizo simuló que iba a seguir caminando; pero ellos lo apremiaron, diciendo:
– «Quédate con nosotros, porque atardece y el día va de caída».
Y entró para quedarse con ellos. Sentado a la mesa con ellos, tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio. A ellos se les abrieron los ojos y lo reconocieron. Pero él desapareció de su vista.
Y se dijeron el uno al otro:
– «¿No ardía nuestro corazón mientras nos hablaba por el camino y nos explicaba las Escrituras?».
Y, levantándose al momento, se volvieron a Jerusalén, donde encontraron reunidos a los Once con sus compañeros, que estaban diciendo:
– «Era verdad, ha resucitado el Señor y se ha aparecido a Simón».
Y ellos contaron lo que les había pasado por el camino y cómo lo habían reconocido al partir el pan.
Palabra del Señor.
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Catena Aurea
Lucas 24, 13-35
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Lucas 24, 13-24
https://hjg.com.ar/catena/c631.html
Lucas 24, 25-35
https://hjg.com.ar/catena/c632.html
Sea todo para la mayor gloria de Dios
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