El peligro de confiar irreflexivamente

Acerca de lo que se denomina "contagio"

¿Es correcto asegurar que los padres hayan causado un "daño" a niños que no han seguido el calendario ministerial de vacunación?

La vacunación se ha transformado en un becerro de oro

¿Fue la vacunación lo que "salvó" a Chile de la tuberculosis?

¿Realmente es obligatorio que la vacunación infantil ocurra en condiciones tan inseguras (desde una perspectiva médica) como una escuela?

Si un procedimiento médico conlleva riesgo, es natural que haya derecho a elegir, así que siempre debe estar la posibilidad de rechazar o aceptar. "No tuerzas el derecho" (Deuteronomio 16:19).

¿Existen los virus como causantes de enfermedades? Una situación puede no aclararse nunca, pero lo más importante es decidir "qué haremos" y tomar ese rumbo.

Al cumplirse casi 90 años desde la "Gripe de 1918", la OMS publicó el año 2006 datos que merecen una mirada crítica y/o un veredicto.

La evidencia científica no es lo que las personas piensan y, especialmente, "la evidencia" no es sinónimo de la verdad. Desde una perspectiva descarnada, lo que las personas hacen al confiar en la evidencia científica no es muy distinto de una práctica religiosa. Un artífice talló un leño y las personas le han dicho: "tú eres mi dios"

Hay factores determinantes de la salud que pasan desapercibidos para las personas, en parte porque no se explican ni se enseñan, y en parte porque hay una propaganda intensa dedicada exclusivamente a otros factores más "populares" o "vistosos", que acaparan la mente de las personas y junto con desviarlas de un razonamiento crítico las incitan a eso que se denomina "razonamiento mágico" o a un tipo de pensamiento muy parecido, para que las personas lleguen a conclusiones, basadas en supuestos informales, erróneos o no justificados, y den cabida a opiniones o ideas carentes de fundamentación empírica robusta. NOTA: en la página 5, donde dice "la desnutrición facilita la contracción de la tuberculosis" debe decir "la desnutrición facilita la adquisición de la tuberculosis", en el sentido de contraer la enfermedad.

En el siglo I d.C. los intérpretes de la ley mosaica en la sociedad hebrea gozaban de un status social semejante al que gozan actualmente los médicos en la sociedad chilena del siglo XXI. A los intérpretes de la ley, Jesús les dijo: "…¡Ay de vosotros, intérpretes de la ley! porque habéis quitado la llave de la ciencia; vosotros mismos no entrasteis, y a los que entraban se lo impedisteis.” (Lucas 11:52). No parece que haya diferencia alguna respecto a los médicos, que son los intérpretes de la ciencia en una época donde impera el cientificismo.

Es posible que indicios de partículas virales en secreciones respiratorias no estén señalando correctamente la causa de una afección respiratoria, ya que esos hallazgos entregan resultados parciales o provisorios y deben ser corroborados con otras técnicas; además deben ser entendidos en el contexto de cada paciente, considerando que los síntomas respiratorios son, por definición, inespecíficos: es decir, los mismos síntomas en varias personas pueden deberse a diversas causas, y el hallazgo de moléculas puntuales (que suelen ser consideradas como constituyentes de un virus), no significa que sea un virus el causante de los síntomas. Si los ladrillos no están formando un todo, puede ser que correspondan a escombros, pero no a una edificación. En más del 40% de los casos de niños hospitalizados por VRS (virus sincicial) se ha detectado la presencia concomitante de bacterias, y en ese caso, ¿cómo determinar si la causa de las alteraciones que motivaron esas hospitalizaciones fue VRS o fue una bacteria?

El discurso que proclama la seguridad de las vacunas se basa en cifras de efectos adversos vacunales cuya notificación depende de la voluntad personal de los profesionales sanitarios. Esas cifras notificadas carecen de "capacidad informativa" porque son hasta 50 veces inferiores a las cifras reales, pero las autoridades se resisten a admitir esa sub-notificación de efectos adversos, así que los padres tienen una noción falsamente disminuida acerca de "cuánto riesgo conlleva la vacunación infantil", y aceptan que sus hijos, que son niños sanos, sean sometidos a una intervención médica cuyo daño potencial puede ser hasta 50 veces mayor que el reconocido oficialmente. Los niños están siendo heridos ocultamente, ante lo cual la Biblia dice dos cosas: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo" (eso incluye a los niños, que son nuestros prójimos) y "Maldito el que hiriere ocultamente a su prójimo. Y dirá todo el pueblo: Amén".

La peligrosidad del aluminio ya era conocida (desde 1911) cuando ese metal fue introducido en las vacunas infantiles (1931). Esa práctica, que pronto cumplirá un siglo, debe ser examinada y sus potenciales efectos dañinos deben ser tenidos en cuenta por parte de los padres. Dice la Biblia, la palabra de Dios: "Examinadlo todo, retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal" (1Tesalonicenses 5:21-22).