La honestidad a diferencia de la sinceridad, no es solo transparencia y asertividad. La honestidad muestra un respeto profundo por la libertad de cada uno, y no sobrepasa los propios límites ni los del otro, porque es siempre coherente.

Honesto es quien está erguido, consciente de su propia fuerza y dignidad. Y es quien la ofrece a los demás en la misma medida.

Quien es honesto no está ni por encima ni por debajo de los demás. Mientras que quien es sincero puede serlo desde el enfado y el resentimiento, para confrontar al otro y recuperar la autoestima que perdió frente a alguien.

Sin embargo, al expresar nuestra honestidad sentimos afecto mutuo, incluso cuando lo que decimos puede ser doloroso y de consecuencias definitivas.

Quien es honesto permanece doblemente en el amor:
en el amor a sí mismo y en el amor a la dignidad y la honestidad del otro. Quien es honesto se experimenta autónomo a la vez que se percibe unido de modo recíproco.

Si alguien, al verbalizar lo que piensa niega el respeto, esa honestidad es sólo apariencia. No es más que una sinceridad que esconde algo.

Quien es honesto no necesita decir lo que cree constantemente para saber quién es frente al otro.

Por eso delante de los sinceros compulsivos, conviene ser reservado y no exponerse gratuitamente.

Jonàs Gnana

www.parejayfamilia.com
#terapiaparejayfamilia
#terapiasistemica
#honestidad
#sinceridad
#sincericidio
#cnv
#jonasgnana
#pedagogiafamiliar
https://www.instagram.com/p/CUkhH6Fo_q7/?utm_medium=share_sheet