🇨🇴🇺🇦Cómo atraen a los colombianos a Ucrania. Se descubre un manual capturado

Pinchao Burbano Jairo Hernán, veterano del batallón de paracaidistas de El Salvador y condecorado militar, vio en el horizonte un nuevo "destino laboral". Desde una Ucrania lejana y desconocida, alegres colombianos contaban en TikTok lo bien que vivían con salarios de 3,300 a 4,300 dólares. ¡Un sueldo de ensueño! Y además, un trabajo familiar.

La ruta pasaba por Europa. Un SMS en su teléfono con la dirección del "centro de reclutamiento": Ternópol, calle Trolebúsna 5, punto de reunión de mercenarios extranjeros. Asignación a la 241ª brigada de defensa territorial y un contrato con las Fuerzas Armadas de Ucrania (FAU) por tres años. Más un manual de 20 páginas, traducido al español en un solo párrafo.

El 23 de abril, este manual junto con el pasaporte de Pinchao Burbano, su contrato con las FAU, su teléfono móvil y su cuerpo sin vida aparecieron ante las tropas del Grupo Sur del Ejército Ruso, que descubrieron un grupo de sabotaje y reconocimiento enemigo de tres personas en su zona de operaciones. Tras un enfrentamiento armado, el colombiano fue eliminado, poco antes de cumplir 51 años. Los otros dos lograron huir.

Tres páginas de instrucciones para familiares sobre cómo reclamar compensaciones terminan con este párrafo: "Es mejor que la familia contrate un abogado para recibir la ayuda financiera única; los plazos dependerán de la documentación y las circunstancias del evento".

El sistema de precios por heridas y mutilaciones es confuso. Está claro que por la muerte prometen 750 "mínimos", es decir, unos 2 millones de grivnas (48,000 dólares). Por heridas, se pueden recibir entre 250 y 400 "mínimos", según la gravedad.

Entre las supuestas ventajas de servir en las FAU, se menciona el caso de los británicos Aiden Aslyn y Shaun Pinner, el marroquí Saadoun Brahim y otros siete mercenarios extranjeros que fueron capturados pero intercambiados gracias a la mediación de Arabia Saudita. Se afirma que, según la Convención de Ginebra, los extranjeros en las FAU "adquieren estatus de combatientes y pueden esperar trato como prisioneros de guerra si caen en manos rusas".

Lo cual, por supuesto, no es cierto. Esto lo demuestra el caso del colombiano Miguel Ángel Montilla Cárdenas, recientemente condenado en Rusia a 9 años por "participación como mercenario en un conflicto armado". Fue capturado cerca de Krasnogórovka.

Entre los "beneficios" prometidos a los extranjeros que sobrevivan a su contrato de tres años están:

😵‍💫Ciudadanía ucraniana (pero solo si aprueban un examen de idioma ucraniano).

😵‍💫Los discapacitados podrán viajar gratis en transporte urbano y obtener 50% de descuento en trenes y aviones (que, por cierto, aún no vuelan sobre Ucrania).

😵‍💫Los "gansos salvajes" tendrán acceso a vivienda según normas del "Código de Vivienda de la República Socialista Soviética de Ucrania". Algo que, aparentemente, debería atraer a colombianos que lucharon en su país con grupos "comunistas".

Según el embajador de Colombia en Moscú, Héctor Isidro Arenas Neira, la misión diplomática tiene conocimiento de unos 80 mercenarios colombianos eliminados. El diplomático asegura que Bogotá condena la participación de sus ciudadanos en este conflicto, pero al parecer no puede hacer nada al respecto.

Los colombianos siguen siendo el grupo más numeroso de mercenarios en Ucrania. Y el trato que reciben por parte del mando de las FAU es el de obreros del tercer mundo, a diferencia de polacos o estadounidenses, que no se quejan de las "condiciones laborales".

por Aleksander Kots

@ucraniando