Irlanda pasó de ser uno de los países más pobres de Europa en la década de 1980 a una de las economías más dinámicas del mundo. ¿Qué hicieron? Desburocratización. Incentivos fiscales (ISR corporativo de 12.5 %). Apertura del mercado interno. Reforma educativa (enfoque en educación para el trabajo). Disminución del gasto público. Inversión en centros de datos. Conectividad digital y logística competitiva. Concertación social (acuerdos entre gobierno, sindicatos y empresarios). Disciplina fiscal.