Forwarded from COVID-1984 👁
💉⚰ Se vacuna y muere inesperadamente con sólo 30 años Jonathan Bell:
- 1 de enero del 2021: escribe en sus redes sociales: "A todos esos idiotas que no quieren la vacuna COVID: Feliz año nuevo a todos menos a los antivacunas. Se pueden ir a joderse a ellos mismos"
- 8 de diciembre del 2022: una amiga comunica en Facebook su muerte inesperada sin publicar lo que la ha causado siendo tan joven (DEP)
➡️ FUENTE: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02eJjTjZKC1heT6eckGBzn9GHn18zhES9DVJyFkNRr3ANdDyLadZQWafypqkMM2EUXl&id=739461186&mibextid=Nif5oz
- 1 de enero del 2021: escribe en sus redes sociales: "A todos esos idiotas que no quieren la vacuna COVID: Feliz año nuevo a todos menos a los antivacunas. Se pueden ir a joderse a ellos mismos"
- 8 de diciembre del 2022: una amiga comunica en Facebook su muerte inesperada sin publicar lo que la ha causado siendo tan joven (DEP)
➡️ FUENTE: https://m.facebook.com/story.php?story_fbid=pfbid02eJjTjZKC1heT6eckGBzn9GHn18zhES9DVJyFkNRr3ANdDyLadZQWafypqkMM2EUXl&id=739461186&mibextid=Nif5oz
SER PATRIOTA
Texto de J.L. Antonaya
Ser patriota no es enarbolar la Bandera solamente cuando juega la selección de fútbol.
Ser patriota no es dar vivas a una Constitución que es la coartada de los traidores, el argumento de los corruptos y el refugio de los ladrones.
Ser patriota no es aplaudir a monarcas inútiles y cobardes.
Ni a un ejército de cipayos obedientes a la OTAN y al amo yanqui.
Ni a una policía garbancera que ha estado como pez en el agua reprimiendo a españoles por pasear o respirar sin mordaza en recientes y globalistas confinamientos.
Ni a guardias civiles que arrancan banderas nacionales de las manos de niños en el Valle de los Caídos.
Ser patriota no es emocionarse con folclóricos himnos esperando que otros – la Legión, los fachas...- se jueguen el cuello para proteger tu chiringuito.
No. Eso no es ser patriota, sino un borrego bien amaestrado.
Porque ser patriota es indignarse ante la miseria de muchas familias españolas mientras el dinero público se regala a chiringuitos feministas y a mafiosas oenegés que promueven invasiones y mestizajes genocidas.
Porque ser patriota es sentir náuseas al contemplar la usurera hegemonía de los banqueros, la corrupción burguesa de los partidos y los “sindicatos de clase”, la estupidez programada por los periodistas pesebreros, la incultura celebrada por los mediocres, el discurso oligofrénico de progres y feministas.
Y ser patriota es denunciar la impostura de los que, desde disidencias controladas –producto de escisiones color pistacho en las mafias de siempre-, desactivan y se aprovechan de la indignación de los españoles de bien.
Y, definitivamente, ser patriota es proclamar, aunque nos cueste la prisión y la sangre, que España está por encima de constituciones, de coronas y de tramoyas leguleyas.
Que España no son sus autonomías fofas y sus burocracias putrefactas, sino la sangre de nuestros ancestros, los versos de nuestros poetas y las hazañas de nuestros guerreros.
Que, por muchos sepulcros que profanen, muchas mentiras que impongan y mucho odio que babeen, siempre nos tendrán enfrente.
J.L. Antonaya
Texto de J.L. Antonaya
Ser patriota no es enarbolar la Bandera solamente cuando juega la selección de fútbol.
Ser patriota no es dar vivas a una Constitución que es la coartada de los traidores, el argumento de los corruptos y el refugio de los ladrones.
Ser patriota no es aplaudir a monarcas inútiles y cobardes.
Ni a un ejército de cipayos obedientes a la OTAN y al amo yanqui.
Ni a una policía garbancera que ha estado como pez en el agua reprimiendo a españoles por pasear o respirar sin mordaza en recientes y globalistas confinamientos.
Ni a guardias civiles que arrancan banderas nacionales de las manos de niños en el Valle de los Caídos.
Ser patriota no es emocionarse con folclóricos himnos esperando que otros – la Legión, los fachas...- se jueguen el cuello para proteger tu chiringuito.
No. Eso no es ser patriota, sino un borrego bien amaestrado.
Porque ser patriota es indignarse ante la miseria de muchas familias españolas mientras el dinero público se regala a chiringuitos feministas y a mafiosas oenegés que promueven invasiones y mestizajes genocidas.
Porque ser patriota es sentir náuseas al contemplar la usurera hegemonía de los banqueros, la corrupción burguesa de los partidos y los “sindicatos de clase”, la estupidez programada por los periodistas pesebreros, la incultura celebrada por los mediocres, el discurso oligofrénico de progres y feministas.
Y ser patriota es denunciar la impostura de los que, desde disidencias controladas –producto de escisiones color pistacho en las mafias de siempre-, desactivan y se aprovechan de la indignación de los españoles de bien.
Y, definitivamente, ser patriota es proclamar, aunque nos cueste la prisión y la sangre, que España está por encima de constituciones, de coronas y de tramoyas leguleyas.
Que España no son sus autonomías fofas y sus burocracias putrefactas, sino la sangre de nuestros ancestros, los versos de nuestros poetas y las hazañas de nuestros guerreros.
Que, por muchos sepulcros que profanen, muchas mentiras que impongan y mucho odio que babeen, siempre nos tendrán enfrente.
J.L. Antonaya
Forwarded from CÍRCULO PUEBLO
CIRCULAR_003_22.pdf
965.9 KB
✅ CIRCULAR Nº 003 / CRÓNICA E IMÁGENES DE DE LA PRESENTACIÓN PÚBLICA DE MOVIMIENTO PUEBLO.
Forwarded from CÍRCULO PUEBLO
📌 Los especuladores, como ya hicieron con otros sectores de la economía, han terminado por arruinar nuestros excelentes campos. España siempre ha sido un país rico en productos de la tierra pero hoy, tras años de abandono y políticas nefastas, tenemos que asistir con tristeza y resignación al acta de defunción del mundo rural.
📌 Los agricultores están viendo cosas hasta hace poco tiempo impensables, como nuestros aceites de primerísima calidad en manos de una multinacional italiana; la importación masiva de naranjas de Marruecos mientras nuestros cítricos levantinos, los mejores del mundo, se pudren en el suelo; y la caída en picado del precio por kilo de cebada a niveles de hace cincuenta años. Son solo tres ejemplos (hay muchos más) de cómo algunos han matado la gallina de los huevos de oro, esquilmando la gran despensa de Europa que era España.
📌 Los agricultores están viendo cosas hasta hace poco tiempo impensables, como nuestros aceites de primerísima calidad en manos de una multinacional italiana; la importación masiva de naranjas de Marruecos mientras nuestros cítricos levantinos, los mejores del mundo, se pudren en el suelo; y la caída en picado del precio por kilo de cebada a niveles de hace cincuenta años. Son solo tres ejemplos (hay muchos más) de cómo algunos han matado la gallina de los huevos de oro, esquilmando la gran despensa de Europa que era España.
Forwarded from Jesús Muñoz. Que no te engañen
¿A ti que te importa?
Juan Manuel de Prada
«La patria potestad ha sido siempre una institución natural odiada por el Leviatán, que para imponerse en plenitud -para que los satanes más bajos nos devuelvan a la zoología más espesa- necesita corromper y pervertir a las nuevas generaciones»
https://twitter.com/MasRazonqUnSant/status/1601905417315143683?s=20&t=H3wWersnX2YhPLDPxVZCTw
Juan Manuel de Prada
«La patria potestad ha sido siempre una institución natural odiada por el Leviatán, que para imponerse en plenitud -para que los satanes más bajos nos devuelvan a la zoología más espesa- necesita corromper y pervertir a las nuevas generaciones»
https://twitter.com/MasRazonqUnSant/status/1601905417315143683?s=20&t=H3wWersnX2YhPLDPxVZCTw
Forwarded from Jesús Muñoz. Que no te engañen
¿Golpe de Estado o Estado de Derecho?
Juan Manuel de Prada
«El Régimen del 78 instauró la forma más monstruosa de tiranía que es la que esclaviza las leyes sometiéndolas al albur de[…] No es un #GolpeDeEstado, panolis; es el 'Estado de derecho' consagrado por el #Régimendel78»
https://twitter.com/MasRazonqUnSant/status/1602980767751364608?s=20&t=yQHI_vEFNMRoLBrY__6ygA
Juan Manuel de Prada
«El Régimen del 78 instauró la forma más monstruosa de tiranía que es la que esclaviza las leyes sometiéndolas al albur de[…] No es un #GolpeDeEstado, panolis; es el 'Estado de derecho' consagrado por el #Régimendel78»
https://twitter.com/MasRazonqUnSant/status/1602980767751364608?s=20&t=yQHI_vEFNMRoLBrY__6ygA
Forwarded from REPENTINITIS (M. Glez.)
Media is too big
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Continúa la agenda silenciosa...
Forwarded from CÍRCULO PUEBLO
CÍRCULO DE ESTUDIOS LA TIJERA / FRENTE CULTURAL DE MOVIMIENTO PUEBLO
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Forwarded from 𝕄𝕒𝕥𝕣𝕚𝕒
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Cancelando a Frank Cuesta en 3, 2, 1,...
APOTEOSIS DE LA HIJOPUTEZ.
Un texto de J.L. Antonaya
La hijoputez está de moda. Santo y seña de la política española de los últimos cuarenta años, es ahora cuando eclosiona y se hace más omnipresente que nunca.
Los hijoputas, en rebaños innumerables, se amontonan en los organismos públicos; farfullan sus hijoputeces desde televisiones, radios, aulas y púlpitos; impregnan con su mediocridad malsana boletines oficiales y sillones ministeriales; perpetran histéricas profanaciones de tumbas; acaparan puestos con sueldos millonarios y prebendas vitalicias; exhiben con orgullo su hijoputez y se ufanan de su ignorancia.
La asombrosa proliferación de la especie sólo se explica por un hábitat propicio y libre de depredadores. Y por la abundancia de alimento. Como es sabido, el alimento de los hijoputas es la ignorancia y la estupidez de la sociedad. La gilipollez, en resumidas cuentas.
El gilipollas es el sustrato del que se nutre el hijoputa. Detrás de cada hijoputa, hay una multitud de gilipollas que le aplauden, le adulan, le sonríen o le votan.
El secreto del éxito de los hijoputas es el exquisito cuidado con el que se ha fomentado la cría de gilipollas desde colegios, universidades, televisiones y hasta espectáculos públicos.
Los planes de estudio han ido agilipollando en progresión geométrica a las sucesivas generaciones.
La programación televisiva ha ido siendo cada vez más gilipollas.
Desde las instancias oficiales, sólo se han subvencionado aquellas películas y espectáculos con un grado legalmente homologado de gilipollismo e hijoputez.
Los gilipollas han aprendido a estar orgullosos de su gilipollez y a reivindicarla como un mérito. Han asumido con entusiasmo su papel y han encontrado normal, y hasta beneficioso, que los hijoputas planifiquen y dirijan sus filias y fobias.
El gilipollas espera ansioso que desde telediarios y tertulias, algún hijoputa notorio le diga lo que tiene que amar, lo que tiene que odiar y la sustancia experimental que tiene que inyectarse.
Obedece feliz las consignas de los hijoputas, incluso cuando éstos le ordenan que se odie a sí mismo, a su familia, a su Patria, a su raza y a su historia.
J.L. Antonaya
Un texto de J.L. Antonaya
La hijoputez está de moda. Santo y seña de la política española de los últimos cuarenta años, es ahora cuando eclosiona y se hace más omnipresente que nunca.
Los hijoputas, en rebaños innumerables, se amontonan en los organismos públicos; farfullan sus hijoputeces desde televisiones, radios, aulas y púlpitos; impregnan con su mediocridad malsana boletines oficiales y sillones ministeriales; perpetran histéricas profanaciones de tumbas; acaparan puestos con sueldos millonarios y prebendas vitalicias; exhiben con orgullo su hijoputez y se ufanan de su ignorancia.
La asombrosa proliferación de la especie sólo se explica por un hábitat propicio y libre de depredadores. Y por la abundancia de alimento. Como es sabido, el alimento de los hijoputas es la ignorancia y la estupidez de la sociedad. La gilipollez, en resumidas cuentas.
El gilipollas es el sustrato del que se nutre el hijoputa. Detrás de cada hijoputa, hay una multitud de gilipollas que le aplauden, le adulan, le sonríen o le votan.
El secreto del éxito de los hijoputas es el exquisito cuidado con el que se ha fomentado la cría de gilipollas desde colegios, universidades, televisiones y hasta espectáculos públicos.
Los planes de estudio han ido agilipollando en progresión geométrica a las sucesivas generaciones.
La programación televisiva ha ido siendo cada vez más gilipollas.
Desde las instancias oficiales, sólo se han subvencionado aquellas películas y espectáculos con un grado legalmente homologado de gilipollismo e hijoputez.
Los gilipollas han aprendido a estar orgullosos de su gilipollez y a reivindicarla como un mérito. Han asumido con entusiasmo su papel y han encontrado normal, y hasta beneficioso, que los hijoputas planifiquen y dirijan sus filias y fobias.
El gilipollas espera ansioso que desde telediarios y tertulias, algún hijoputa notorio le diga lo que tiene que amar, lo que tiene que odiar y la sustancia experimental que tiene que inyectarse.
Obedece feliz las consignas de los hijoputas, incluso cuando éstos le ordenan que se odie a sí mismo, a su familia, a su Patria, a su raza y a su historia.
J.L. Antonaya
Forwarded from OHKA
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